MADRID.- El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel
Arias Cañete, "no ve" su foto con casco y piqueta iniciando la
demolición del hotel del Algarrobico (en Cabo de Gata, Almería), sino que espera "contratar una gran empresa que tenga explosivos" cuando terminen los procedimientos judiciales y un tribunal diga que se puede derribar.
Arias Cañete ha dicho que, mientras llega ese momento, ha llegado
a un acuerdo con el consejero de Medio Ambiente de la Junta de
Andalucía, Luis Planas, para "derribarlo a medias", pese a que al Ministerio no le tocaba pagarlo.
"Los que han cometido el desafuero del Algarrobico han sido los
socialistas local y autonómicos, pero este Gobierno considera que es
emblemático y le he dicho: pago el 50 por ciento", ha precisado, al
tiempo que ha reiterado que no tiene "el menor problema en derribar el Algarrobico", pero eso será en el momento en que procesalmente los tribunales lo autoricen.
En todo caso, ha insistido en que el derribo es competencia de la Junta de Andalucía,
ya que el hotel se construyó en la zona de servidumbre de protección,
con autorización del gobierno regional y de un ayuntamiento, ambos
socialistas. Finalmente, ha acusado a la Junta de Andalucía de cambiar
el planeamiento y la protección del medio ambiente, pero el Ministerio
va a pagar la mitad.
El cambio de planeamiento se hizo, siendo Delegado de Medio Ambiente el ínclito Martín Soler. Así consta en sucesivas sentencias, comenzando por la del juez Rivera. Fue tal la trascendencia de este auto judicial que, desde entonces, el Sr. Rivera sufrió un verdadero calvario desde el ámbito de la propia judicatura
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