ALMERÍA.- Segunda quincena del mes de agosto y continúa el incremento de
visitantes a las playas vírgenes del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar
de Almería este verano, si bien las calas «a tope» de bañistas no están
alcanzando las previsiones económicas de los empresarios para este año, adelanta La Razón.
«El parque sufre una saturación importante, parece que funciona muy bien
a nivel turístico, pero no es así», valoró el presidente de la
asociación de empresarios de la zona, Francisco Jesús García Garrido,
advirtiendo un comportamiento cada vez más común: «Vienen muchos
visitantes a pasar el día con sus neveras y cuando anochece se vuelven,
pero no sabemos si vienen de Almería, de Murcia o de Jaén, ni tampoco
dónde están alojados».
El representante de Asemparna, señaló los datos de «una encuesta a
inicios de agosto entre nuestros asociados en la que hay de todo», pero
en la que «por encima del 75% dicen que las estancias en nuestros
servicios son más cortas y que el tique medio también está bajando».
Si bien entre el 50 y el 70% de los empresarios del Cabo de Gata dicen que julio ha sido «peor que el año pasado»,
García Garrido señaló esperanzas de que «mejoren aún los datos» tras un
«enorme cambio de tendencia desde que comenzó el mes de agosto», con
«muchas reservas de última hora». En cualquier caso, todavía por «debajo
de las perspectivas que nos habíamos generado tras los dos últimos
años».
Una situación no de «preocupación», pero sí que genera «incertidumbre
por cómo será septiembre», reconoció el presidente de Asemparna,
convencido de que impera «un turismo nacional que está sufriendo lo que
todos vemos a diario, el encarecimiento de la vida y la cesta de la
compra, por lo que tienen que reducir gastos en ocio».
Además, García
Garrido señaló «las malas comunicaciones con las que cuenta Almería»,
con dificultades para alcanzar este destino por parte de compatriotas,
pero aún «más complicado aún para los extranjeros». El empresario
acentúo que «el problema de Almería no es la de solo la falta de Ave,
porque tenemos un aeropuerto y no funciona», así como «debilidad a la
hora de promocionarnos».
En este sentido, García Garrido reconoció que «la joya natural y
turística de Almería no deja identificación clara de producto de
calidad, tenemos que seguir trabajando por un modelo que se pueda
mantener durante el año y que sea sostenible, tanto en conservación como
en lo económico».
Muchas similitudes entre empresarios y
conservacionistas en la valoración hasta ahora del verano, porque desde
la asociación Amigos del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, relataron
que «las playas están a rebosar de gente», «se ve menos turismo
extranjero» y «por la noche afloja mucho».
Como explicó su presidente, Julián Vera, parece que «los bares y los restaurantes están atascados ahora, por lo general, la gente va a la playa, echa el día y se va».
De hecho, «los comercios con los que hablamos nos dicen que están
vendiendo menos que años pasados», manifestó Vera, incidiendo en la idea
de que «son visitas puntuales de un día de gente que alquila y quizás
trae los bocadillos desde casa, para pasar un día fabuloso en las
mejores playas».
En lo positivo, que «se están respetando los accesos y los controles», aclaró Vera,
así como «un comportamiento más cívico por parte de la gente hacia el
medio que están pisando».
De momento y, a nivel general, un verano «sin
incidentes graves» que pongan en riesgo la conservación de un espacio
natural único, declaró el presidente de Amigos del Parque.
«Todos los veranos estamos con el mismo mazo, que el plan de residuos
funcione, porque aumenta la población, se saturan los contenedores y
quedan basuras alrededor», añadió.
«No es que las administraciones no se
preocupen, pero echaríamos de menos algún recipiente más para mantener
aún mejor y más limpio todo el entorno», apuntilló Vera, bromeando con
que «ahora saldrán algunos del tiesto a hacer fechorías», ante un verano
que tiene mucho recorrido por delante.
En
cuanto a las amenazas para la sostenibilidad del Cabo de Gata, Julián
Vera se refirió al «aumento del desarrollo urbanístico de la zona, con
cada vez más proyectos y una actitud más permisiva para que salgan
adelante».
Apuntó como ejemplo «la rehabilitación del Cortijo Chiqueras,
frente a la playa de Genoveses», que «hemos recurrido por el informe de
impacto ambiental favorable de la Junta de Andalucía» y que está en
procedimiento judicial en el Juzgado nº 2 de Almería. No obstante,
«estamos contentos con dos proyectos: la rehabilitación del Torreón de
Cabo de Gata y la rehabilitación del Cortijo del Fraile», comentaron
desde este grupo integrado en Ecologistas en Acción.
«Nos pidieron
opinión y parece que nos están haciendo caso», añaden. No quieren que se
altere la naturaleza del bello y aún remoto paraíso almeriense.