viernes, 1 de enero de 2010

El Papa insiste en la necesidad de preservar el medio ambiente 'por respeto al hombre'

ROMA.- El Papa Benedicto XVI, durante la misa que celebró este viernes en la plaza San Pedro del Vaticano con ocasión de la festividad de Santa María Madre de Dios, insiste en la necesidad de preservar el medio ambiente para evitar nuevas guerras y conflictos entre los pueblos a causa de las desigualdades en la repartición de los bienes de la tierra o los desequilibrios climáticos provocados por una excesiva contaminación.


En su discurso, el Papa no olvidó, pues, el tema de la ecología que este año ha centrado su mensaje para la Jornada Mundial para la Paz. "Existe un nexo estrechísimo entre el respeto por el hombre y la salvaguarda del ambiente". De hecho, señaló que "si el hombre se degrada, se degrada el ambiente en el que vive; si la cultura tiende hacia un nihilismo, no teórico sino práctico, la naturaleza no podrá no pagar las consecuencias", advirtió.

En este sentido, reiteró la importancia de "invertir en la educación" para que "además de la necesaria transmisión de nociones técnico-científicas" se difunda una "más amplia y profundizada responsabilidad ecológica basada en el respeto por el hombre y de sus derechos y deberes fundamentales".

Benedicto XVI dijo que hay que cambiar el estilo de vida porque el mundo es nuestra casa común que hay que respetar, tras el rezo del primer Ángelus del año en la Plaza de San Pedro.

El Papa Ratzinger insistió como en la misa precedente "en el uso de la justicia y la sabiduría los recursos naturales de la Tierra" y subrayó la importancia que en la tutela del ambiente, "tienen los particulares, la familia y la administraciones locales", aunque aclaró que si hay que cuidar a las criaturas que nos rodean más habrá que hacerlo con las personas.

"Se necesita ya un efectivo cambio de mentalidad que induzca a todos adoptar un nuevo estilo de vida", afirmó.

"De hecho, -continuó- todos somos responsables de la protección y el cuidado de lo creado. Por tanto, también en este campo es fundamental la educación: para aprender a respetar la naturaleza hay que orientarse siempre a construir la paz" desde una actitud a nivel personal, familiar comunitario y político.

"Me dirijo a vosotros -dijo a los 60.000 fieles presentes- que os habéis reunido en la Plaza de San Pedro, y a todos los que se unen a nuestro rezo a través de la radio y de la televisión".

"A todos os deseo que el año que apenas ha comenzado sea un tiempo en que, con la ayuda del Señor, podamos hacer un poco mejor nuestra casa común que es el mundo".

El Papa aclaró sin embargo, "si tenemos que tener cuidado de las criaturas que nos rodean, ¡qué consideración debemos tener por las personas, nuestros hermanos y nuestras hermanas, qué respeto por la vida humana!".

Asimismo, afrontó el tema de la inmigración y consideró que "la cada vez más común experiencia de clases escolares compuestas por niños de varias nacionalidades" es una "profecía de la humanidad que estamos llamados a formar: una familia de familias y de pueblos".

"A pesar de sus diferencias, lloran y ríen del mismo modo, tienen las mismas necesidades, se comunican espontáneamente, juegan juntos, los rostros de los niños son como un reflejo de la visión de Dios sobre el mundo. ¿Porqué entonces apagar sus sonrisas? ¿Porqué envenenar sus corazones?", se preguntó.