sábado, 22 de mayo de 2010

Presidente José Blanco / Por Jesús Cacho

Esta semana, el ex secretario de Política Económica argentino Federico Sturzenegger, doctor en Economía por el MIT y profesor visitante en Harvard, además de presidente del público Banco Ciudad de Buenos Aires, a quien en 2001 correspondió la tarea de negociar con el FMI la reestructuración de la deuda externa argentina, llamaba muy animado a un amigo economista español para, tras darle el pésame (“¡Argentina tuvo su default y me temo que ustedes están en puertas!”), preguntarle su opinión sobre la oportunidad de dar el salto a Madrid para explicar cómo se aborda un proceso semejante aprovechando la experiencia por él acumulada. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner ha venido a España para, de la mano de Garzón, darnos lecciones sobre cómo debe ser nuestra Justicia, y los economistas argentinos -muy buenos, por cierto-, quieren enseñarnos a reestructurar nuestra deuda tras la que consideran inevitable bancarrota de nuestro Tesoro público. Bello panorama. El economista madrileño respondió asustado a Sturzenegger que ni hablar de ese viaje: no está el horno español para esos bollos.

La caldera ibérica está tan caliente, tan entreverada de rumores, tan cabreada, que desde hace semanas por las oficinas bancarias desfila un río de gente preguntando qué pueden hacer con su dinero para sacarlo fuera. “Todos se excusan y aclaran”, aseguraba este viernes a un grupo de periodistas de El Confi un banquero madrileño, “que lo quieren hacer dentro de la legalidad y pagando sus impuestos, pero demandan cómo les puedes ayudar, en qué podrían invertir, dónde lo harían. Calculo que de los que preguntan solo una cuarta parte se decide a moverlo, pero, en definitiva, lo que está ocurriendo pone de manifiesto la tremenda inquietud de la gente”. Sensación de que el mal ya está hecho y solo cabe apechugar con las consecuencias. Toca pagar la cuenta de la descabellada política de gasto público puesta en marcha por Rodríguez Zapatero para taponar las vías de agua de una crisis que había negado con vehemencia durante casi dos años. Resulta que el cuantioso déficit engendrado en arreglar aceras y comprar votos no ha servido para reactivar la economía y mucho menos para frenar la caída del empleo.

La deriva es conocida, pero no por eso deja de ser necesario insistir en ella. En apenas dos años España pasó de un superávit presupuestario del 2,2% a un déficit equivalente a 11,4 puntos del PIB, en una alocada carrera hacia el precipicio de la quiebra. Es la velocidad a la que ha crecido esa deuda, más que su porcentaje sobre el PIB, lo que ha resultado espectacular: nada menos 313.000 millones de euros en un par de años, 2008 y 2009, bienio al final del cual el paro rebasa ya el 20% de la población activa, y la crisis se ha llevado por delante a más de 141.000 empresas inscritas en la Seguridad Social. Gasto improductivo. Como asegura mi admirado Carlos Sánchez en este diario, “el déficit público no se debe a que el Gobierno se haya gastado el dinero en suavizar el ajuste, sino al efecto combinado de una política de gasto público equivocada y a una brutal caída de los ingresos derivada del ladrillo. No estará de más recordar, por si acaso, que el gasto en desempleo representa tres puntos del PIB (la cuarta parte del desequilibrio), y que las dos terceras partes de ese dinero se financia con cuotas de empresas y trabajadores. La cobertura de desempleo, por tanto, no es responsable de tamaño déficit. Ni siquiera la crisis financiera (España es uno de los países que menos dinero ha destinado a la banca). La pasta se ha ido en planes que no han servido para enderezar la situación”.

Damnificados del zapaterismo por millones

No han enderezado la situación, sino que la han agravado. Tras negarse en redondo a pactar planes de ajuste con la oposición cuando aún era posible hacerlo sin necesidad de operar a corazón abierto, y ello porque se lo prohibía “la ideología”, los amos de Europa le han impuesto a uña de caballo un duro plan de recorte del gasto público justo en el momento en que a España ya se le habían cerrado las puertas del crédito. El plan de ajuste aprobado el jueves en Consejo de Ministros reduce a pura hojarasca la “política social” del zapaterismo. A los casi cinco millones de ciudadanos en paro encantados con José Luis Rodríguez hay que añadirle ahora los millones de funcionarios recortados, los millones de pensionistas congelados, y lo que está por llegar, esa gran masa de clases medias a cuya renta el genio de León va a meterle un buen bocado también por culpa de “la ideología”. Desde los tiempos de Pablo Iglesias, al PSOE siempre le ha dado buenos resultados darle caña a ricos y a curas. Solo que ahora la riqueza no está en manos de la nobleza terrateniente de antaño, de la que afortunadamente apenas queda rastro, sino que responde al trabajo de millones de ciudadanos que con su esfuerzo han acumulado un pequeño patrimonio como garantía de su vejez y aval para su descendencia.

Ni que decir tiene que los ricos de verdad, las grandes fortunas españolas que tienen su dinero a buen recaudo se disponen a obsequiar al malandrín que nos preside con un monumental corte de mangas. De momento se dedican a asesorarle, caso de Emilio Botín, porque eso es gratis. Lo peor, con todo, es la sensación de desconcierto en que navega el Gobierno. Su falta de expertise es tan grande, la improvisación tan notoria, que sus errores se acumulan en cadena acuciado por la necesidad de tapar una chapuza con la siguiente. Zapatero vuela ya con plomo en las alas, y hay quien dice que está políticamente muerto. Así se lo habría manifestado a un empresario que lo llamó para felicitarle por el coraje demostrado con las medidas de ajuste: “esto tiene un coste electoral y personal también; por eso no quiero ser candidato para las próximas generales”. La figura emergente, el reemplazo, se llama José Blanco López, Palas de Rey, Lugo, 48, hijo de peón caminero y de modista, actual ministro de Fomento, cuya carrera hacia el Poder parece haber despegado en la última semana con la fuerza de un cohete.

Desde el arranque de la legislatura, en medios del PSOE se daba por descontado el protagonismo de Blanco como eventual sucesor de Zapatero para el caso de que éste decidiera no volver a ser cabeza de lista. Lo ocurrido en las dos últimas semanas, sin embargo, ha dado un giro copernicano a esa percepción. Ruptura en dos fases. Cuando el pasado 12 de mayo el propio Zapatero presentó una moción de censura contra ZP, José Blanco no tuvo más remedio que arremangarse para tratar de suplir en primera persona las limitaciones de Leire Pajín. El ministro se pega entonces como una lapa al discurso del presidente, y así aparece en La Noria vendiendo demagogia a espuertas, con un lenguaje muy agresivo contra el PP. El mismo tono mantiene en la sesión de control al Gobierno del pasado miércoles, donde, en ausencia de ZP y de las vicepresidentas, se convierte en el rey del mambo. Entre ambas fechas, el omnipresente vicesecretario general del PSOE tiene respuesta para todo y para todos en defensa de los recortes sociales del Ejecutivo visitando media docena de platós de televisión y otros tantos estudios de radio, además de aparecer en entrevistas varias en prensa.

Blanco actúa como Presidente alterno

Pero de repente algo ocurre o alguien le aconseja un cambio de guión: la vía elegida de pegarse a ZP solo puede llevarle a hundirse con ZP. Si no quiere acabar con su carrera política antes de tiempo, necesita marcar distancias y articular un discurso propio. No puede convertirse en un calco de Zapatero, en una copia en sepia del de León si bien con más entusiasmo. El caso es que en los últimos días el lenguaje del lucense parece haber cambiado de rumbo de forma un tanto drástica. Ha empezado por algo tan elemental, y revolucionario al tiempo tratándose de este Gobierno, como contar la verdad o al menos intentarlo: España no puede mantener un nivel de inversión propio de países mucho más ricos. “Ya nada será como antes”. De ahí a anunciar que los españoles disfrutan de un Estado del Bienestar que no pueden permitirse solo hay un paso. “No hicimos mucho por atajar la burbuja inmobiliaria” (El País este viernes). Las consecuencias serán graves. “Este escenario presupuestario durará muchos años”. Sobrado de talento, como ya demostró llegando a acuerdos con Esperanza Aguirre, Blanco parece haberse dado cuenta de que el político que diga la verdad, o simplemente algo que se acerque a ella, tendrá la mitad del camino andado, porque eso es precisamente lo que está pidiendo a gritos una ciudadanía harta de sofismas, cuando no mentiras a palo seco.

Senda ésta vedada para un Zapatero cuya falta de credibilidad ya es lugar común. Está por ver si el cambio de estrategia del de Fomento se confirma, y si está más o menos pactado con su amigo y mentor. “Pepe Blanco no se va a enfrentar nunca con Zapatero, pero si hará lo posible para que la gente le visualice como una alternativa a Zapatero”, asegura un barón del PSOE. El resultado es que en los últimos días Don José Blanco está actuando como Presidente alternativo del Gobierno, mucho más que como candidato a la sucesión. Su ambición es conocida: “A Pepe Blanco solo le interesa el Poder, no el contenido de la política que hay que hacer para llegar al Poder”. El ministro cuenta en su Grupo Parlamentario con un grupo de fieles con quienes se reúne a almorzar de forma periódica en Sepúlveda, gente joven que reniega de las ensoñaciones de ZP y desde hace meses viene reclamando no solo la necesidad de ajustar los PGE, sino de adoptar reformas estructurales básicas. El propio líder del grupo se encargó hace tiempo de advertirles que “el día que veáis a Pepe Blanco criticar a Zapatero, significará que la sucesión en el PSOE ha comenzado”. Eso parece.

El Papa insta a que "la política prevalezca sobre la finanza"

CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Benedicto XVI instó hoy a que en estos tiempos de crisis económica "la política prevalezca sobre la finanza" y "la ética oriente todas las actividades".

Así lo expresó en su discurso al recibir en audiencia a los participantes de un congreso organizado por la "Centesimus Annus-Pro Pontifice", una fundación formada por empresas privadas que recogen fondos para la Iglesia católica.

Benedicto XVI criticó además a los Gobiernos ante lo que consideró una acción "demasiado débil" e "insuficiente" respecto a "los numerosos episodios de especulación contra los países más débiles".

Y entonces realizó un llamamiento para que "la política prevalezca sobre la finanza y sea la ética la que oriente cualquier actividad".

"El bien es la finalidad que da sentido al progreso y al desarrollo, sin ello, se producirían sólo bienes materiales, que aunque necesarios, sin el contexto del bien común terminaría prevaleciendo el consumismo, el derroche, la pobreza y el desequilibrio", añadió el Papa.

Por ello, el Papa añadió que junto a las ayudas económicas a los países menos favorecidos, se necesitan medidas que "garanticen el Estado de Derecho, un orden público y eficaz, el pleno respeto de los derechos humanos e instituciones verdaderamente democráticas y participativas".

En este contexto, el Papa valoró la aportación de la religión al asegurar, según su opinión, que "son decisivas porque enseñan hermandad y paz y porque educan a dar espacio y ser abiertos a lo transcendente en una sociedad actual, marcada por la secularización".

Y por tanto, añadió, "tanto la exclusión de las religiones del ámbito público, así como el fundamentalismo religioso, impiden el encuentro entre personas para su colaboración a favor del progreso de la humanidad, la vida de la sociedad se empobrece y la política asume un rostro opresor y agresivo".

El socialista Asensio cree que PAL y PP no tienen "sensibilidad" para afrontar una moción de censura en El Ejido

ALMERÍA.- El secretario provincial del PSOE de Almería y senador, Diego Asensio indicó hoy que, a su parecer, tanto el PAL como el PP carecen de la "suficiente sensibilidad" con el pueblo como para afrontar una posible moción de censura en El Ejido tal y como propuso durante esta semana la portavoz de los socialistas ejidense, Guadalupe Fernández, quien ofreció a sus seis concejales a fin de sumar una mayoría que permitiera plantear dicho recurso y derrocar al alcalde de El Ejido, Juan Enciso (PAL), en prisión incondicional por la operación 'Poniente'.

Asensio recalcó que la propuesta de su compañera Fernández radica en la intención de elegir a un alcalde consensuado por la corporación municipal "que no esté en la cárcel" a la que el PAL se mostró "en contra" y el PP, "malhumorado, y también en contra".

"No se trata de otra cosa que sacar al Ayuntamiento de la situación en la que se encuentra, pero el PAL y el PP no tienen la sensibilidad suficiente para afrontar ese reto, lo que muestra que parten del mismo tronco", dijo el responsable almeriense del PSOE en referencia a la formación municipalista que se formó después de la salida del PP del secretario general del PAL, José Añez, y el actual alcalde en 2005.

Así, el también senador socialista por Almería lanzó sus sospechas de que el PP y el PAL "quieren mantener la situación en la que se está" con respecto al Ayuntamiento ejidense y destacó el papel a favor de la "transparencia" realizado por la agrupación municipal de El Ejido tanto a través de la propuesta de comisión para la transparencia como en su negociación en torno a los trabajadores de la empresa mixta de servicios municipales, Elsur.

La portavoz del grupo municipal del PSOE en El Ejido puso esta semana a disposición del resto de grupos políticos que conforman la corporación municipal (PP y PAL) a sus seis ediles con el fin de celebrar un pleno extraordinario para presentar una moción de censura en el Consistorio ejidense.

Fernández indicó que se ha pedido "en numerosas ocasiones" al equipo de gobierno ejidense (PAL) que "reaccione y tome la riendas del Ayuntamiento obligando a Enciso a dimitir y dando los pasos para que el pleno elija a un alcalde que pueda gobernar sin cortapisas", por lo que el PSOE recurrió a esta opción con el objetivo de que el Ayuntamiento "recupere la normalidad".

Unicaja asegura que sigue abierta "a cualquier solución para CajaSur" y reitera que ha cumplido todos los compromisos

MÁLAGA.- Unicaja aseveró hoy que "sigue abierta a cualquier solución constructiva que se le plantee respecto al futuro de CajaSur", del mismo modo que afirmó que ha cumplido "todos los compromisos" adquiridos con la caja cordobesa para llevar a cabo la fusión entre ambas cajas andaluzas.

Fuentes de Unicaja informaron que, "dentro del respeto obligado al Banco de España", que intervino la pasada madrugada en la caja cordobesa, el consejo de la entidad malagueña aprobó ayer el proyecto de fusión con CajaSur cumpliendo "todos los compromisos pactados con CajaSur".

Asimismo, Unicaja trasladó que, sin embargo, ayer consiguió alcanzar un principio de acuerdo laboral con "todos los sindicatos presentes en la negociación salvo con el sindicato mayoritario de CajaSur, Aspromonte", dentro de los parámetros que Unicaja considera "necesarios para garantizar la viabilidad de la nueva entidad", apostilló.

Por otra parte, Unicaja hizo hincapié en que la intervención de CajaSur, cuyo sindicato mayoritario no aceptó la negociación, "no afecta en absoluto a Unicaja, a su actividad, solvencia, clientes y empleados".

Caja Rural de Asturias podría unirse al grupo Cajamar

OVIEDO.- Caja Rural de Asturias pedirá autorización el próximo día 11 a su asamblea general ordinaria para negociar su incorporación a un sistema integral de protección (SIP), una unión de cajas rurales que, bajo la figura de las llamadas «fusiones virtuales», permite integrar a diversas entidades sin que ninguna de ellas pierda su propia personalidad jurídica, según el diario 'La Nueva España'.

Caja Rural de Asturias, la segunda entidad financiera más relevante de titularidad totalmente asturiana, fue una de las cinco organizaciones impulsoras de la formación de una gran grupo de cooperativas de crédito.

En la actualidad existen tres proyectos diferenciados: uno, en el que participan 21 cooperativas de crédito medianas y grandes (entre ellas, Caja Rural de Asturias); otro, conformado por 30 entidades rurales de ámbito local y comarcal (entre ellas, Caja Rural de Gijón), y un tercero (que es el más avanzado), liderado por Cajamar y un grupo de cajas rurales valencianas.

Lo que recabará el consejo rector de Caja Rural de Asturias a su asamblea es la concesión de una autorización genérica que le permita negociar la creación de un SIP. De llegarse a un acuerdo, éste volvería a ser sometido a la asamblea para su eventual aprobación.

El presidente de Caja Rural de Asturias, Román Suárez Blanco, es uno de los dirigentes del sector de crédito cooperativo que ha liderado los intentos de integración. A su juicio, es capital la creación de un órgano rector central para todo el SIP y con verdadera capacidad de decisión.

Sin embargo, entre las cajas rurales hay aún mucha reticencia a esta cesión de soberanía a un órgano compartido. Y esto es lo que está retardando las SIP rurales, pese a que empezaron a estudiarse varios años antes de que las cajas de ahorros emprendiesen ese mismo camino.