domingo, 20 de febrero de 2011

Las fuerzas de seguridad iraníes toman las calles de Teherán

TEHERÁN.- Miles de efectivos de las fuerzas de seguridad iraníes han tomado este domingo las calles de Teherán y otras ciudades iraníes para impedir nuevas protestas opositoras no autorizadas como la celebrada esta mañana en la capital iraní, según han informado las páginas de internet de los dirigente opositores Mir Hosein Musavi y Mehdi Karubi.

   Los seguidores de ambos líderes habían convocado manifestaciones para este domingo para recordar a los dos opositores muertos la semana pasada y para demostrar "un apoyo claro al movimiento reformista y a sus líderes".
   La página de Musavi, 'Kaleme', ha informado de varias concentraciones de opositores en Teherán. También la página de Musavi, Sahamnews informa del despliegue de las fuerzas de seguridad en Teherán, pero también en Isfahan y Shiraz y otras fuentes hablan incluso de un fallecido en el centro de la capital. Sin embargo, un alto cargo ha desmentido esta información en declaraciones a la agencia de noticias semioficial Fars.
   La agencia Fars informa de un grupo de "sediciosos" que intentaron sin éxito manifestarse en la ciudad santa chií de Mashhad, en el noreste del país.
   En esa misma línea, la agencia de noticias oficial, IRNA, cita al jefe de la Policía iraní, Esmail Ahmadi-Moqadam, para confirmar que hay un despliegue de las fuerzas de seguridad, pero también desmintió que se hayan producido incidentes de importancia. "A pesar de los esfuerzos de los enemigos que querían fomentar la tensión en Irán, no ha ocurrido nada en el país", dijo.
   Por otra parte, IRNA ha informado del arresto de Faezeh Hasehmi Rafsanyani, hija del ex presidente reformista Akbar Hashemi Rafsanyani, por participar en una de las manifestaciones opositoras.
   "Faezeh Hashemi Rafsanyani ha sido identificada y detenida por las fuerzas de seguridad en Teherán (...) mientras realizaba declaraciones abruptas y coreaba consignas provocativas", ha explicado IRNA.
   Posteriormente, la agencia Fars ha informado de la puesta en libertad de la hija de Rafsanyani, quien, según esta fuente, estaba "fuera para comprar ropa".
   Faezeh Rafsanyani ya fue detenida en las protestas posteriores a las elecciones presidenciales de junio de 2009 contra el supuesto fraude que dio la victoria al actual presidente, Mahmud Ahmadineyad.
   Rafsanyani, presidente del país entre 1989 y 1997, conserva parte de su influencia como presidente de la Asamblea de Expertos y el Consejo de Discernimiento de los Intereses del Sistema, dos de las principales instituciones del régimen iraní. Además, fue uno de los principales respaldos de Musavi, candidato opositor en las polémicas elecciones de 2009.

Miles de personas piden en Marruecos la limitación de los poderes reales


RABAT.- Miles de personas han marchado este domingo por las calles de Rabat y de otras ciudades marroquíes, atendiendo a una convocatoria promovida por Intenet y respaldada por varios partidos minoritarios y organizaciones, para reclamar que el rey Mohamed VI renuncie a algunos de sus poderes y combata la corrupción en el Gobierno. La agencia oficial MAP ha hablado de "débil participación".

La jornada de protesta popular convocada para este domingo en Marruecos comenzó con manifestaciones pacíficas en varias ciudades marroquíes, pero ha derivado en disturbios violentos. Grupos de alborotadores e incontrolados han saqueado entidades bancarias, atacado comisarías y comercios con piedras e incendiado vehículos en Larache (noreste del país), Alhucemas y Tánger (norte) y Marraquech (sur).


Según un organizador de la protesta más de 5.000 personas participaron en la marcha en Rabat, mientras que un oficial de Policía indicó a Reuters que había unas 3.000 personas. La propia MAP reconoce que en la capital hubo unas 2.000 personas.
Los policías uniformados han guardado sus distancias de la protesta, que comenzó en la plaza central de Bab El Ahad, pero agentes de paisano con cuadernos de notas se mezclaron con la multitud, que coreaba "el pueblo rechaza una Constitución hecha para esclavos" y "abajo la autocracia".
Algunos de los presentes pidieron que el primer ministro, Abbas el Fassi, dimita, si bien en las pancartas no había ningún ataque directo contra el rey. Asimismo, en la marcha se han podido ver algunas banderas de Túnez y Egipto, países en los que levantamientos populares han provocado la caída de sus presidentes en las últimas semanas.
"Esta es una protesta pacífica para impulsar reformas constitucionales, restaurar la dignidad y poner fin a la corrupción y el saqueo de los fondos públicos", explica Mustapha Muchtati, del grupo Baraka (Basta), que ayudó a organizar la protesta.
Las marchas habían sido convocadas por un grupo que se hace llamar Movimiento 20 de Febrero por el Cambio, que ha reunido a 19.000 seguidores en Facebook. Sin embargo, algunos convocantes habían anunciado el sábado que se desmarcaban de la protesta, motivo al que atribuye la agencia oficial MAP la escasa presencia por el momento.
El Movimiento 20 de Febrero había justificado su decisión por "las tentativas de grupos religiosos y de la izquierda radical de explotar los acontecimientos internacionales para orientar esta manifestación hacia las luchas confesionales e ideológicas en lugar de unirse en torno a las necesidades de la sociedad marroquí en la reforma serena en el marco de la estabilidad y la cohabitación".
La protesta contaba con el apoyo de las juventudes del grupo ilegal islamista Justicia y Caridad, de miembros de partidos de la oposición y de militantes bereberes. El principal sindicato de prensa y grupos de defensa de los Derechos Humanos también la habían respaldado.
Las autoridades de Rabat habían suspendido el servicio de autobuses, lo que impidió que algunas personas consiguieran llegar hasta el recorrido de la marcha. "Queríamos evitar potenciales daños a los autobuses", señaló un responsable gubernamental.
Según la MAP, unas mil personas han participado en la marcha en Casablanca, mientras que alrededor de 900 lo han hecho en Marrakech. En Oujda ha habido unas 1.300 personas, mientras que en Tánger eran 450; en Tetuán unas 500; en Agadir, 400; en El Aaiún (capital del Sáhara Occidental) sólo hubo unas 40 personas; el Alhucemas fueron alrededor de un millar y en Béni Bouayach unas 2.000.
La primera chispa prendió en Marraquech a primera hora de la tarde. Poco después, la manifestación pacífica que recorría las calles de Tánger -con unas 10.000 personas según los organizadores y unas 900 a juicio de la policía-, derivó en incidentes cuando un grupo reducido de personas empezó a lanzar piedras contra locales y la policía en la céntrica plaza de las Naciones, según 'El País'.
 La policía, que se mantuvo en un extremo de la plaza (lo más cercano a la comisaría central), disolvió al grupo de personas, que bajó por las calles adyacentes hasta la playa, procediendo al lanzamiento de piedras contra varios locales nocturnos del paseo marítimo y destrozos en el mobiliario urbano, así como al menos una sede de Amendis (compañía concesionaria de la luz y el agua, uno de los focos de la protesta) y varios vehículos, según han relatado a este periódico testigos presenciales de los incidentes.
Ya durante la noche, las fuerzas antidisturbios y el grupo de descontrolados (una cincuentena) continúan jugando al ratón y al gato, si bien la policía no está empleando excesiva contundencia para disolverles, según cuentan a 'El País' vecinos de la plaza de las Naciones. La artería principal de la ciudad, el Boulevard Mohamed V, se cerró al tráfico y solo transitan vehículos de la policía, que ha reforzado notablemente su presencia en la ciudad.
Durante la mañana, en cambio, las protestas fueron pacíficas y la policía se limitó a observarlas desde lejos. El Gobierno ha reconocido que hubo concentraciones en demanda de democracia y en contra de los consejeros del rey Mohamed VI en al menos 12 ciudades del país. En Rabat, unas 15.000 personas tomaron el centro de la ciudad, según los organizadores (2.000, según la agencia de prensa oficial marroquí) para exigir reformas y una Constitución democrática, y no para formular reivindicaciones sociales.
Estimaciones de la prensa independiente marroquí calculan que el número de manifestantes se situó en la capital en torno a los 8.000. El ambiente en Rabat fue relajado y en la concentración, en la que no se vieron símbolos islamistas, se mezclaban las clases sociales, aunque sobre todo había personas de clase media, familias con niños y gente joven.
El centro de las demás ciudades del país también ha sido recorrido por cortejos de protesta integrados por miles de manifestantes, como en Casablanca, Oujda, Alhucemas o Marraquech o por centenares, como en Tánger y Kenitra. En Casablanca, los manifestantes gritaban "Libertad, dignidad y justicia" además de "menos poder para la monarquía", "El rey debe reinar y no gobernar" y "el pueblo quiere una nueva Constitución", informa la agencia AFP. La policía, desplegada desde anoche, se mantiene de momento relativamente discreta y en primera línea.
La protesta había sido convocada por jóvenes en Facebook, pero contaba con la adhesión de varias ONG de derechos humanos, de pequeños partidos de izquierda, de las bases de algunos sindicatos y de las juventudes del movimiento islamista Justicia y Espiritualidad que es ilegal, pero goza de cierta tolerancia.
Los vientos de cambio que soplan sobre el mundo árabe desde hace dos meses y que han llegado a Marruecos no pueden ser medidos tanto por el número de participantes, escaso en algunas ciudades, como por el atrevimiento de las pancartas y de los eslóganes coreados por la muchedumbre. "Majidi dégage!" (¡Majidi lárgate!) gritaba, por ejemplo, la multitud en francés adaptando a la realidad marroquí el eslogan coreado por los tunecinos contra Ben Ali justo antes de que huyese de su país. Mounir Majidi es el secretario particular del rey Mohamed VI y entre sus tareas figura el administrar la fortuna de la familia real.
"¡Dictadura lárgate!", "¡No a las instituciones ilegítimas!" y también "SNI ONA out", rezaban en inglés varias pancartas exhibidas por los manifestantes refiriéndose a los dos consorcios empresariales de la monarquía. No hubo, sin embargo, ningún ataque directo contra el monarca, pero cuando un transeúnte ha querido incorporarse a la manifestación con su retrato fue expulsado manu militari.
Las protestas, convocadas a través de la red social Facebook, son las primeras en las que los ciudadanos piden democracia, el fin de la corrupción y la dimisión del Gobierno.
Las comunicaciones a través de Internet son muy limitadas y tampoco ha sido posible hacer un seguimiento de las manifestaciones a través del canal de televisión Al Yazira, ya que su emisión ha sido suspendida. La policía impide el acceso a Rabat también por carretera y mantiene un control en el puente que une la capital y Salé, feudo de Justicia y Caridad, partido islámico.
En las horas previas al domingo los jóvenes convocantes en Facebook recabaron nuevas adhesiones a la convocatoria de protestas, sobre todo de las secciones sindicales en muchas de las provincias, que se añaden a las de las juventudes del principal movimiento islamista, de pequeños partidos de izquierdas y a las ONG. ç
También se detectaba entre sus seguidores cierta preocupación por el riesgo de que los actos vandálicos registrados en Tánger pudieran empañar el conjunto de las protestas. Varios cientos de jóvenes se anticiparon a la convocatoria y salieron a la calle en esta ciudad del norte de Marruecos el viernes por la noche, instigados por la rama marroquí del movimiento antiglobalización ATTAC, que reclama la imposición de tasas a las transacciones financieras internacionales. Su protesta empezó con una sentada en la plaza de las Naciones, pero después intentaron desfilar por el centro de la ciudad y se toparon con una barrera policial.
Los jóvenes rompieron las lunas de decenas de vehículos y apedrearon una comisaría, pero su principal objetivo fueron los símbolos de las empresas extranjeras que firmaron grandes contratos con el Ayuntamiento de Tánger, empezando por la francesa Amendis, filial de Veolia, que proporciona luz y potabiliza el agua de la ciudad. Un autobús de Autasa (del madrileño Grupo Ruiz) y camiones de TecMed (filial de Urbaser), que recoge las basuras, fueron también atacados.
A 40 kilómetros al sur de Tánger, en Arcila, Mohamed Benaissa, el exministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, se llevó un susto de muerte cuando decenas de jóvenes apedrearon su domicilio cuya primera puerta forzaron. Gritaron: "¡Que caiga Benaissa!", parafraseando un eslogan coreado en Egipto contra Hosni Mubarak. La policía disolvió la concentración.
La prensa afín al régimen recoge, en cambio, con grandes titulares el rechazo a manifestarse por parte de las direcciones nacionales de los sindicatos, de los partidos de la coalición gubernamental y también de los islamistas más moderados así como de numerosas asociaciones. La agencia de prensa oficial MAP anunciaba incluso en portada que tres de los jóvenes inspiradores de la protesta en Facebook la desconvocaban para evitar que sea aprovechada con "fines espurios".

Guerra de cifras

Hasta 14.000 personas han secundado la concentración convocada en Rabat y otras 10.000 personas se han concentrado en Marrakech, según han comunicado los propios organizadores. La agencia de noticias oficial, MAP, ha informado en cambio de una "débil participación".
   En la guerra de cifras ya abierta, un portavoz policial ha informado de que eran unas 3.000 las personas concentradas en Rabat, mientras que el noticiario de mediodía de la televisión estatal 2M informaba de "cientos" de manifestantes. La propia MAP reconoce que en la capital hubo unas 2.000 personas.
   Los propios organizadores han anunciado la posibilidad de repetir estas concentraciones para exigir reformas dentro de una semana, el 26 o el 27 de febrero, aunque uno de los impulsores del Movimiento, Mohamed al Auni ha reconocido en declaraciones a Reuters que aún no se ha consensuado la vía de acción para las próximos días y ha indicado que también se está barajando la posibilidad de convocar concentraciones y sentadas diarias.
   El propio Auni ha denunciado que la manifestación pacífica convocada en Marrakech, donde unas 10.000 personas habría secundado la protesta, ha sido "dispersada violentamente por la policía, que ha utilizado porras largas".
"Los manifestantes se han retirado para evitar una escalada", ha explicado.
   La protesta cuenta además con el apoyo de las juventudes del grupo ilegal islamista Justicia y Caridad, de miembros de partidos de la oposición y de activistas bereberes. El principal sindicato de prensa y grupos de defensa de los Derechos Humanos también la habían respaldado.
El ministro de Comunicación y portavoz del Gobierno marroquí, Jalid Naciri, ha afirmado que las protestas de este domingo en las principales ciudades del país "son normales y forman parte de la práctica democrática".
   Naciri, entrevistado por el canal de televisión ruso Russia Today, ha considerado que las reivindicaciones de los convocantes tienen un carácter "ordinario y natural" al tiempo que destacó que los manifestantes han cumplido la ley y se ha preservado el orden público.
   Las protestas se han desarrollado "en un clima de estabilidad, algo que debe suponer motivo de orgullo para los marroquíes", ha afirmado en la entrevista, recogida por la agencia de noticias oficial marroquí, MAP.
   "A diferencia de la mayoría de los países árabes, Marruecos está habituado a que se organicen marchas y manifestaciones", ha explicado Naciri, lo que significa que el que el proceso democrático iniciado a fines del siglo pasado, especialmente después de la subida al trono de Mohamed VI, ha permitido a Marruecos entrar en una nueva etapa en la gestión de los asuntos políticos a través de la apertura de vastos campos para la práctica democrática, y la consagración de las libertades expresión, reunión y manifestación, explica la MAP citando al portavoz.
   El ministro ha asegurado que "el gobierno de Marruecos considera que las reivindicaciones de los manifestantes en toda su profundidad son comprensibles y legítimas en los ámbito social, económico, político y cultural".
Y recordó que estas demandas están "incluidas en el programa de mayor parte de las fuerzas políticas tanto del gobierno como de la oposición".
   "Todos los agentes políticos son unánimes en subrayar la necesidad de fortalecer el proceso de reforma, en perfecta armonía con su majestad el rey" dijo. 

Fuentes médicas elevan a 300 el número de muertos en Libia mientras parece que ha huído Gadaffi

TRÍPOLI.- Al menos 300 personas han muerto en los cuatro últimos días de protestas antigubernamentales sólo en la ciudad de Benghazi, la segunda más importante del país, según el balance difundido este domingo por la cadena panárabe Al Yazira, que cita fuentes médicas libias. El régimen libio prohíbe la entrada en el país a la prensa extranjera, por lo que estas informaciones no se han podido confirmar. En Trípoli se rumorea que Gadaffi ha huído a Venezuela.

Efectivamente, el líder libio, Muamar Gadafi,  parece ha huido del país con destino a Venezuela, según ha asegurado el secretario adjunto de la Embajada libia en Pekín, Husein Sadeq al Misurati, quien ha anunciado su dimisión y que se suma a la revuelta en una entrevista en directo en el canal de televisión panárabe Al Yazira. La cadena Al Arabiya también ha informado de noticias aún sin confirmar de la partida de Gadafi hacia un país extranjero.

   "Por la presente renuncio a mi puesto y me sumo a las protestas", ha proclamado Al Misurati en unas declaraciones a Al Yazira en las que ha aprovechado para emplazar a otros diplomáticos a hacer lo mismo.

   Además, Al Misurati ha asegurado que el hijo de Gadafi, Saif al Islam,  se encuentra enzarzado en una lucha con su hermano, Mutasim Gadafi e incluso ha asegurado que Mutasim ha disparado contra su hermano.

   El diplomático ha asegurado que "el pueblo libio recordará qué estados han estado con él en este momento", en referencia a las presiones internacionales contra Gadafi.

Al menos 100 personas han muerto y 200 han resultado heridas de gravedad en la tarde de este domingo durante los disturbios entre manifestantes y fuerzas de seguridad en Benghazi, según ha informado Habib al Obaidi, un médico del hospital Al Jalae, el más importante de la ciudad.

  "Hoy ha sido una auténtica tragedia (...). Desde las 15.00 horas (14.00 hora peninsular española) hasta las 21.15 horas hemos recibido 50 muertos, la mayoría por herida de bala", ha explicado Al Obaidi en declaraciones a Reuters. "Hay 200 heridos, 100 de de ellos en estado muy grave", ha añadido.


Los manifestantes marcharon coreando consignas como "No hay más dios que Alá y Gadafi es enemigo de Alá", sostiene en su Twitter el Movimiento Juvenil Libio, uno de los impulsores de las protestas, citando fuentes de la capital libia.


   La oposición asegura además que dos de las tribus más importantes del país los Warfala y los bereberes, se han sumado a las protestas, un dato que podría ser clave.

   Hasta ahora la protesta se había concentrado en las ciudades del este del país, donde han muerto más de 200 personas en los últimos días por la acción de las fuerzas de seguridad y de los "mercenarios" subsaharianos afines al régimen de Gadafi.
El ministro de Seguridad Pública, teniente Abdel Fatá Yunis Obeidi, se ha sumado a las protestas en Benghazi, según ha informado un residente de la ciudad en declaraciones telefónicas a la cadena panárabe Al Yazira.

El embajador de Libia ante la Liga Árabe ha presentado su dimisión por lo que ha denominado "genocidio en masa contra los libios", según ha informado la cadena panárabe Al Yazira.    Más de 200 personas han muerto en todo el país en los últimos días durante la represión de las protestas contra el régimen del coronel Muamar Gadafi.

La Brigada Rayo del Ejército libio ha anunciado a los vecinos de Benghazi que se unen a las protestas contra el régimen del coronel Muamar Gadafi y que han logrado la "liberación" de la ciudad, la segunda ciudad más importante del país, según fuentes de la propia Benghazi.


   Los militares de la brigada han llegado al hospital Al Jalae, el más importante de la ciudad con varios soldados heridos durante los enfrentamientos con la Guardia Pretoriana, las fuerzas especiales del Ejército libio, según ha explicado el director de la sección de cuidados intensivos del hospital, Habib al Obaidi.

   La información ha sido confirmada también por el abogado Mohamed al Mana. "Ahora están diciendo que han vencido a la Guardia Pretoriana y que se han unido a la revuelta pupular", ha asegurado Al Mana en declaraciones telefónicas a Reuters.

En la jornada de protestas de este domingo los militares habrían abierto fuego con armamento pesado contra los manifestantes de Benghazi, donde las protestas habrían forzado a los miembros de las fuerzas de seguridad a retirarse a una base fortificada conocida como el Centro de Mando, en el barrio de Birka, desde la que habrían continuado realizando disparos.


   La oposición asegura que controla gran parte de la ciudad y ha denunciado la presencia de "mercenarios" de países subsaharianos que están atacando a los manifestantes contrarios al régimen. El Movimiento Juvenil Libio informa a través de Internet que está ocurriendo una auténtica "masacre" y ha solicitado incluso una intervención internacional inmediata.

   "Anoche fue una masacre", ha asegurado un vecino de Benghazi en declaraciones telefónicas a Reuters bajo condición de anonimato. Aseguró haber visto cómo las fuerzas de seguridad empleaban armamento pesado, pero también indicó que "muchos militares y policías se han sumado a las protestas".

   Un segundo vecino de la localidad aseguró que en la marcha funeraria de este domingo participan "unas 100.000 personas", una participación abrumadora, ya que la población de la ciudad no supera el millón de habitantes.

   Otro testigo presencial, un destacado líder tribal que también prefirió el anonimato, afirmó que los militares están confinados en el Centro de Mando. "La presencia de las autoridades es nula en la ciudad y las fuerzas de seguridad están en su cuartel. La ciudad está amotinada", dijo.

   Sin embargo, los manifestantes parecen dispuestos a terminar con el régimen. "No nos rendiremos hasta que caiga el régimen. Pedimos a la ONU que intervenga de inmediato para detener la masacre", ha afirmado uno de los participantes en la protesta.

   La revuelta parece haber calado más en la región de la Cirenaica, en el este del país, mientras que en Trípoli y otras ciudades del oeste la situación parece estar mucho más calmada. De hecho, en la capital ha transcurrido este domingo una manifestación de varios miles de personas para mostrar su respaldo al coronel Muamar Gadafi, cabeza visible del régimen.

El balance de muertos en los cuatro días de violentas protestas que han tenido como epicentro la segunda ciudad de Libia, Benghazi, en el este, se elevava ya esta mañana a 173, según ha indicado la organización Human Rights Watch (HRW) y recoge la cadena BBC. Previamente, este organismo había cifrado en al menos 104 los fallecidos, tras la muerte de al menos 20 personas el sábado.

Los disturbios, los peores en las cuatro décadas al frente del país de Muamar Gadafi, comenzaron como una serie de protestas inspiradas por las revueltas populares en Egipto y Túnez pero se encontraron con una feroz represión por parte de las fuerzas de seguridad.
Según ha indicado a la BBC una médico en Benghazi, al menos 45 personas murieron y otras 900 resultaron heridas el sábado y fueron trasladada solo un hospital, por lo que calificó de "masacre" lo ocurrido.
De acuerdo con testigos en esta ciudad, las fuerzas de seguridad se han retirado a un recinto fortificado en el centro de la ciudad desde donde están disparando contra la gente que regresa para enterrar a los manifestantes abatidos en los días anteriores.
"Decenas de personas murieron (...) estamos en medio de una masacre", ha relatado a Reuters un testigo, que dijo que había ayudado a trasladar a las víctimas a un hospital en Benghazi.
En su anterior comunicado, HRW había indicado que el balance, recopilado en base a conversaciones con testigos y fuentes médicas, es "conservador". El Gobierno libio no ha dado ningún balance de víctimas por el momento ni ha hecho ningún comentario oficial sobre los últimos acontecimientos.
Un doctor del hospital de Benghazi ha explicado que las víctimas presentan heridas graves de fusiles con gran velocidad de disparo. Por su parte, un residente indicó que las fuerzas de seguridad han disparado contra los manifestantes desde un edificio fortificado.
"En estos momentos, la única presencia militar en Benghazi está confinada al Complejo del Mando Central en la ciudad. El resto de la ciudad ha sido liberado", explicó a última hora del sábado.
"Miles de personas se han congregado delante del tribunal de Benghazi (...) todas las oficinas del comité revolucionario (gobierno local) y las comisarías de Policía en la ciudad han sido quemadas", añadió.
Otro testigo, una importante figura tribal que pidió el anonimato, ha indicado que "la presencia oficial del Estado está ausente en la ciudad y las fuerzas de seguridad están en sus cuarteles y la ciudad está en un estado de motín civil". Según él, miles de personas se han congregado, como en días anteriores, delante del tribunal del norte de la ciudad y gritan "queremos derrocar al régimen".
Por otra parte, la violenta represión de las protestas ha llevado a unos 50 líderes religiosos musulmanes del país ha emitir un llamamiento, remitido a Reuters, en el que piden a las fuerzas de seguridad, como musulmanes, que dejen de matar.
"Este es un llamamiento urgente para los eruditos religiosos (los faqihs y jeques sufíes), intelectuales y líderes de clanes de Trípoli, Bani Walid, Zintan, Jadu, Msalata, Misrata, Zawiah y otras localidades en la zona occidental", reza el mensaje.
"Pedimos a todos los musulmanes, dentro del régimen o que le ayudan de algún modo, que reconozcan que el asesinato de seres humanos inocentes está prohibido por nuestro creador y por su querido profeta (...) no matéis a vuestros hermanos y hermanas. ¡Parad la masacre ahora!", reclaman.
Entretanto, la agencia oficial JANA ha informado de que las autoridades libias han detenido a decenas de miembros árabes de una "red extranjera" que pretendían desestabilizar el país, según Al Arabiya.
Los detenidos en varias ciudades libias estaban "entrenados para dañar la estabilidad de Libia, la seguridad de sus ciudadanos y la unidad nacional", ha indicado la agencia oficial. Las fuentes próximas a la investigación citadas por JANA han señalado que el grupo está integrado por tunecinos, egipcios, sudaneses, palestinos, sirios y turcos.
Todos ellos han sido "acusados de incitar a actos de saqueo y sabotaje como la quema de hospitales, bancos, tribunales, prisiones, comisarías y oficinas de la Policía militar, así como edificios públicos y propiedades privadas, según planes preparados de antemano", precisa el medio oficial.
Tras incidir en que "algunas ciudades libias han sido escenario de actos de sabotaje y destrucción desde el martes", JANA indica que los sospechosos buscaban "tomar las armas de las comisarías y la Policía militar y usarlas".
"Fuentes próximas a la investigación no descartan que Israel esté detrás de la red", afirma la agencia.
Según Reuters, varios miles de partidarios de Gadafi se dieron cita este domingo en la plaza Verde de Trípoli al grito de "Dios, Libia y Muamar" y "Muamar es el pionero del nacionalismo árabe".