El lunes 23 de julio, mañana hará nueve meses, un importante
operativo policial ocupó, previo mandamiento judicial, las instalaciones
centrales del holding empresarial al que pertenece la compañía Citymar Hotelesen Roquetas de Mar.
Una intervención ordenada por el juzgado Nº 3 de Almería a
instancias de la Agencia Tributaria que ni siquiera fue bautizada
nominalmente,
como se suele hacer con intervenciones policiales de este calibre.
Se
llegó a
hablar en torno a los 60 millones de euros los supuestamente defraudados o
evadidos.
En el transcurso del exhaustivo registro de la sede empresarial, quedó
en calidad de detenido el presidente y propietario
del imperio: don Miguel Rifá Soler. Empresario oriundo de Cataluña pero
asentado en Almería desde hace décadas y socio de lo más granado del
lugar; entre
otros del poderoso cacique de la derecha almeriense don Gabriel Amat
Ayllón y fue también fundador de Hoteles Playa junto a Jose Mª Rosell.
Junto a Rifá fueron detenidos otros empresarios, cuyos nombres nunca se conocieron en estos últimos nueve meses. Como tampoco ha
trascendido a la opinión pública ningún dato que revele que la investigación
continúa o por contra que se aclare si todo fue un inmenso error judicial y de la Agencia
Tributaria y quedó archivado. Se habló entonces de supuestos de falsedad en documento mercantil, de alzamiento
de bienes y de blanqueo de capitales, pero insisto, nunca en este tiempo ha podido
saber la opinión pública qué hay de verdad en la rumorología popular, cuya
imaginación vuela del levante al poniente.
Por no saber tampoco se ha sabido el
nombre de la decena de empresarios imputados en la "Operación Rifá" quien tan solo ocho meses antes era anfitrión
de Mariano Rajoy Brei, candidato entonces, que firmaba en el libro de
oro del Gran Hotel Almería, propiedad del empresario turístico.
Tanto silencio y misterio entorno a determinados procedimientos
judiciales, curiosamente aquellos que afectan a la política y sus moradores, no
deja de resultar mosqueante para la ciudadanía. Muy ávida en estos tiempos de
limpieza y desinfección general por conocer con la mayor transparencia posible
qué cosas se han hecho- o se están haciendo a día de hoy- con los dineros e
intereses generales de los ciudadanos.
Pero ni ha sido el primer asunto de corrupción silenciado en esas latitudes ni,
desgraciadamente, parece que tampoco el último.
“Tres Reyes” llegan en abril.
El caso de la detención durante unas horas del ex Abogado
del Estado en Almería, Demetrio Carmona, ha propiciado que nos enteremos de una
nueva operación policial en marcha que esta vez sí tiene nombre: se la ha bautizado como
“Operación Tres Reyes”.
Lo reveló una
atribulada Mª Carmen Crespo, delegada del
Gobierno, a la que le pilló la detención precisamente en Almería. Pero
la Sra Crespo se
limitó a confirmar lo que ya se sabia, nada más. Ni siquiera fue capaz
de decir
que conocía a Demetrio Carmona, como le conoce toda Almería, dado que es
un tipo con don de gentes, habilidoso, agradable en el trato y, sobre
todo, buen componedor. Se le
considera un gran negociador y quizás por ello Demetrio, a secas, ha
sido
considerado en estas décadas el perejil de todas las salsas de la cocina
económica y política de Almería. Al mismo tiempo que mantenida una
importante actividad privada en el sector inmobiliario y de fincas.
No obstante, el año 2013 no está resultando muy favorable al
hombre que durante 25 años ha intervenido en miles de operaciones en función de
su cargo en la Abogacía del Estado de Almería. Ni en el aspecto personal, ni en
el profesional le sienta bien el año. Traumático en ambos casos. En enero era relevado de su
responsabilidad en un “puesto de libre designación” en palabras de la delegada
Crespo que no confirmó si aquel relevo tuvo relación con la operación "Tres
Reyes" desarrollada ahora, tres meses después.
Amparados pues en el decretado secreto del sumario, tenemos
la suerte de encontrar uno de los pocos procedimientos, de interés general, en
España, sobre el que se respeta la investigación secreta de la Justicia. Será la excepción que confirma la regla.
¿Transparencia
judicial?
La falta de información oficial, tener que sacarla con
fórceps, no parece que a medio o largo plazo favorezca la imagen de unas
instituciones judiciales que deben velar y garantizar la transparencia en
nuestra sociedad. Pero, sobre todo, deben demostrar con sus actos eso tan
manido últimamente, pero constitucional y deseable, de que “la Justicia es igual para todos”.
Máxime cuando
la rumorología se expande y se empiezan a querer interpretar hechos del
pasado reciente en clave con el presente de unas actuaciones judiciales.
Por ejemplo, en este caso, la irrupción
en escena de unos personajes que se auto titulan como “agentes del CNI”.
O de
otro que presume ser “Jefe de seguridad nacional del PP”. Personajes que
se
reúnen incluso con autoridades políticas, para alertarlas sobre gente
supuestamente malvada.
Todo ello cuando se sabe que don Demetrio y sus amigos, caso del también
abogado Rogelio Vargas, andaban últimamente muy preocupados a raíz de la
denuncia contra ellos de un empresario cuyo nombre respondería a las
iniciales M.R.
Pero junto a Carmona, como sucedió con Rifá, también han
sido detenidas otras personas cuya identidad no ha trascendido ni por
casualidad. ¿Por qué solo ha aparecido el nombre del Abogado del Estado? Eso es
algo que se preguntan muchos en Almería, incluso el propio afectado, que se
considera víctima de un flagrante error policial, según ha dicho tras su puesta
en libertad.
La falta de
datos oficiales o confirmados por fuentes
solventes evita encontrar una respuesta convincente, aunque algunos
consideran que soltar un nombre tan unido o relacionado, por muchas
razones,
con gente poderosa y rica de Almería, sería tanto como alertar a tirios y
troyanos de que se están analizando policial y judicialmente operaciones
de los
últimos años en las que haya podido intervenir Carmona, que son muchas y
variadas.
Carmona ha hablado tras su puesta en libertad y no ha dicho
nada sobre el contenido de los autos que se investigan. Tampoco el otro
letrado, Rogelio Vargas, quien me decía esta tarde que “no puedo hablar sobre
este tema, compréndelo, porque estoy bajo secreto de sumario”. Lógico que actúe así un
imputado.
Carmona sí se ha mostrado públicamente molesto e indignado con el trato
recibido por los guardias civiles de la Policía Judicial. “Cohetes de verano” definió su comparencia de horas ante la GC, como resumen de todo en la SER. Pero añadió algo más que, sin duda, no habrá
gustado entre los funcionarios que llevan la investigación en la Guardia Civil
a las órdenes de la jueza del Nº1:
- “Todo estaba dirigido para engañarme a mí, pero este
engaño no se ha producido, aunque en base a eso me llevan al juzgado”.
Carmona se siente como el gran perjudicado dado que su
nombre, de gran prestigio social y profesional, está rodando, casi en
solitario, asimilado a la "Operación Tres Reyes", que, al parecer, contempla
entre otras la figura delictiva de estafa.
En algunas informaciones se le ha querido presentar como un
hombre cercano al PSOE, más concretamente al ex Secretario General Martin
Soler. Tiene su lógica ya que les une cierto paisanaje con Loja, ciudad donde
nació, como Carmona, la mujer el ex dirigente socialista. Pero fuentes
conocedoras del entramado de intereses almerienses revelan que Demetrio Carmona
no es un hombre de partido, él se lleva bien con todos “y si me apuras, tiene
más vinculaciones con la gente de Amat y del PP, que con los del PSOE cuyos
mandos han cambiado últimamente y su amigo Martín manda poco.”