VIATOR.- El campo de maniobras y tiro de la base 'Álvarez de Sotomayor' de La
Legión en Viator ha acogido una jornada de experimentación en
el que se ha hecho uso de sistemas robotizados como drones,
contradrones, sensores y 'cyberdogs' que marcarán la transformación de
la Fuerza y que permitirán alejar a los combatientes humanos de la
primera línea del conflicto.
"La robotización está llegando a
un límite en el que la proliferación de sensores y de robots está
haciendo prácticamente imposible la presencia del ser humano, del
combatiente humano, en una franja de terreno que nosotros hemos
denominado la franja robótica", ha explicado ante los medios el jefe del
Centro de Fuerza Futura 2035 del Estado Mayor del Ejército, el coronel
Alberto Quero.
Las actuaciones, que se iniciaron el pasado día
27 y culminarán este viernes por parte del Ejército de Tierra dentro de
la Campaña de Experimentación Táctica 2025, cuentan con la colaboración
con la industria nacional y la participación de las Fuerzas Armadas así
como de 25 observadores internacionales, quienes "han quedado bastante
impresionados".
El ejercicio, en el que se han evaluado las
capacidades en sistemas aéreos y terrestres no tripulados, entre otros
aspectos, ha supuesto una "oportunidad única" para unir a medios de la
industria con unidades militares en un campo de maniobras y poder
analizar las condiciones de enfrentamiento en un campo de batalla
moderno y tecnificado, ya que, según ha señalado el coronel, este es
"uno de los aspectos que más están destacando en el conflicto de
Ucrania".
En este sentido, se han analizado además aspectos
vinculados a la guerra electrónica, sistemas antidron, municiones
merodeadoras y soluciones de comunicaciones satelitales y 5G en un
entorno táctico realista, a fin de poder reproducir unas tendencias de
enfrentamiento que, según Quero, van a ampliarse en el futuro próximo.
El jefe del Centro de Fuerza Futura ha destacado la participación de
las empresas españolas --el 99 por ciento de ellas-- en este ejercicio
de cara a poder trasladar las necesidades de Defensa como para comprobar
qué puede "dar de sí la industria".
En este sentido, ha
aseverado que se percibido una "mejora importante" con respecto a los
ejercicios efectuados ya el pasado mes de junio, por lo que confía en
que la próxima campaña de experimentación, prevista para abril del año
que viene, permita ir incluso "un paso más allá".
El teniente
coronel Francisco Olivares, del Centro de Fuerza Futura 2035 de la
División de Planes, ha incidido en la capacidad de las empresas para
desarrollar productos "diferenciales" para la lucha en el "campo de
batalla transparente" mediante el uso de drones, contradrones y robots
así como su conectividad para su dirección por parte del conjunto de la
unidad.
Olivares ha destacado que el nuevo escenario obliga a
una formación tecnológica de los soldados, ya que ellos estarán "detrás
de cada robot".
"Van a seguir existiendo nuestros hombres, estarán mejor
preparados", ha afirmado para señalar que los nuevos métodos
contribuirán a preservar la vida humana.
"Lo que lanzaremos
serán los robots a vanguardia y desde atrás serán controlados esos
robots para poder combatir", ha apuntado como elemento a tener en cuenta
para lograr objetivos de "bajas cero" ante un conflicto armado.
Los mandos han destacado el papel de La Legión así como la
colaboración de la Brigada 'Rey Alfonso XIII' II a la hora de impulsar a
través de la Brigada Experimental 2035 todos los avances técnicos.
"Sin
el compromiso y la participación de la Legión (...) esto no sería
posible", ha señalado Quero, quien ha subrayado la labor iniciada en
2017.
En este sentido, ha apuntado que será este cuerpo el que
adopte a final de año la plantilla experimental que servirá de base
para el trabajo de todas las brigadas del Ejército de Tierra.
Los principales objetivos del ejercicio desarrollado has buscado
entender el nuevo escenario, con una franja robótica de más de 20
kilómetros de anchura, que sustituye a la tradicional línea de contacto,
donde la tecnología ocupa progresivamente el lugar del combatiente en
las zonas de mayor riesgo.
Los drones, robots terrestres,
sensores inteligentes y municiones autónomas, todo ello hiperconectado,
interactúan entre sí para detectar, fijar y neutralizar amenazas,
desplazando el contacto directo humano hacia posiciones más seguras en
retaguardia.
El objetivo de esta experimentación es que las
unidades comprendan cómo potenciar su propia eficacia y eficiencia,
integrando la robótica y la inteligencia artificial, con el fin de
ampliar el alcance de los efectos y proteger la vida de su personal.
Además, la campaña de experimentación táctica consolida un modelo de
colaboración directa con la industria nacional, fundamentalmente en este
caso con más de 20 pequeñas y medianas empresas y start-ups nacionales,
que aportan sus medios sobre terreno para validar conceptos de empleo y
procedimientos de las unidades operativas.
El ejercicio ha
contado con la asistencia de representantes de la Agencia Europea de
Defensa y grupos de trabajo de la OTAN, así como personal de países
amigos y aliados, que han podido observar los avances del Ejército de
Tierra en materia de sistemas no tripulados y su interoperabilidad.
Desde el Ejército han valorado la colaboración con organizaciones
internacionales y fuerzas aliadas, que favorece esta interoperabilidad,
el intercambio de lecciones aprendidas y la adopción responsable de
soluciones comunes, asegurando que esta actividad contribuye a la
defensa colectiva.
