jueves, 3 de febrero de 2011

No son revoluciones / Yasmina Khadra *

Si los levantamientos que se encadenan en determinados países árabes tienen en común una misma motivación, a saber, la expresión ultrajada de un hartazgo y de una necesidad vital de emancipación y de libertad, los regímenes totalitarios contestados son muy diferentes los unos de los otros. En Yemen se trata de una dictadura estática, esclerotizada, sin proyecto real de sociedad y sin dinámica, basada exclusivamente en las alianzas tribales. Una dictadura virtual, sorda, opiácea, que ha instalado al pueblo en el estoicismo y la renuncia.

En Túnez, el régimen, nacido a partir de una esperanza de renovación y de progreso, cayó en la trampa de una espantosa estrechez de miras que condujo a Ben Ali a perder de vista la oportunidad de poder inscribir su nombre con letras de oro en la historia de su país. Ben Ali era, sin duda alguna, el más convincente de los presidentes árabes. Disponía de un pueblo magnífico, instruido, moderno, emancipado y no violento. Su reino era pan bendito. 

Pero, al no hacer la gloria estremecerse más que a las almas que son dignas de ella (Gogol dixit), el soberano de Cartago optó por la depredación bulímica y por una represión policial que no tenían ninguna razón de ser. Privilegió el reino de sus allegados y de su familia política en detrimento de su propio reino y acabó por verse superado por el giro de los acontecimientos. Podríamos decir que la dictadura de Túnez era sobre todo un poder crapuloso sobre el país, basado en el nepotismo, la corrupción y el tráfico de influencias.

En Egipto se trata de un régimen fantoche, deseado y alimentado por los intereses estadounidenses e israelíes. Considerado como la punta de lanza del mundo árabe, se ha convertido en su eslabón débil. Su incondicional alianza con los norteamericanos ha perjudicado mucho al destino de Palestina y dispersado considerablemente a la unidad árabe. Al concentrar en su seno a las principales instituciones árabe-africanas (políticas, económicas, culturales y deportivas), Occidente ha hecho de él su único interlocutor y su principal peón en la región. 

Valiéndose de ese privilegio, el régimen de Mubarak trocó deliberadamente su estatuto de hermano mayor por el poco brillante papel de cómplice y de traidor, actitud que el pueblo egipcio, considerado como el más intelectualizado del mundo árabe, no ha acabado de digerir. En la dictadura egipcia se da el ejercicio flagrante de una creciente injerencia de los intereses geoestratégicos occidentales, en particular los de Estados Unidos e Israel. Su vocación consiste esencialmente en amordazar el orgullo y la dignidad nacionales en beneficio de ambiciones vampirizantes exteriores.

Los levantamientos que tienen lugar en esos tres países responden también a una urgencia capital. En Yemen, como en Túnez y en Egipto, los pueblos reclaman la libertad, el honor y la posibilidad de acceder a una vida decente. Los regímenes denostados han sido, para nuestros pueblos, la causa principal del marasmo y de la descomposición socioeconómica que nos deniegan el derecho a poder ascender en el concierto de las naciones. Pero de ningún modo se trata de revoluciones. Se trata de una reacción espontánea, incoherente y sin orientación precisa, cuyo objetivo es el de expulsar al tirano sin prever ni preocuparse por lo que vendrá después. Una revolución es un acto pensado, maduramente articulado en torno a una hoja de ruta, de una estrategia, y conducido por actores identificados y determinados. 

No vemos a cabecillas titulares designados en las calles de El Cairo, de Túnez o de Adén. Privados de catalizadores eficaces, estos vastos movimientos de protesta van a tener que seguir hasta el final y desbaratar todos los ardides que los Gobiernos amenazados van a multiplicar para cambiar la situación a su favor. Nos hallamos ante la duda sideral, de ahí que se haga imperativo el recurso inmediato a conciencias intelectuales o políticas capaces de encarnar la cólera popular y la saludable alternancia exigida por el pueblo. Sería desastroso seguir sitiando las plazas públicas sin erigir en ellas tribunas y sin hallar para ellas una voz fuerte y creíble que desbanque los discursos falaces y las llamadas a la calma de los regímenes acorralados. 

Como sería desastroso aceptar un compromiso, que, con toda evidencia, no sería sino una trampa inesperada y una tentativa de ganar tiempo para los Mubarak y sus esbirros. Cometimos esa torpeza en Argelia con ocasión de la formidable insurrección de octubre de 1988. Al no contar con guías prevenidos que nos evitaran las trampas de la recuperación y nos precavieran de los fallos de nuestra inadvertencia, aplaudimos la proclamación de la democracia y del multipartidismo para desengañarnos algunos años más tarde bajo el tsunami islamista. No quisiera que esta catástrofe se operara en Túnez y en Egipto.

Esa es la razón por la que resulta de extrema importancia, para esos dos países, escoger a hombres y mujeres aguerridos, vigilantes y dispuestos a erradicar toda traza de los antiguos aparatos represivos del Estado y a impedir las tentativas de instrumentalización y desviación ideológicas que reducirían a cenizas la instauración de una auténtica democracia laica y republicana.

Sin embargo, si el caso tunecino suscita la simpatía de Occidente, el de Egipto le quita el sueño. Porque en Egipto no se trata del porvenir del pueblo egipcio, sino de una nueva configuración de las relaciones de fuerza en la región. Si el régimen de Mubarak se hundiera, la "paz" de Oriente Próximo ya no estaría garantizada. Entendiendo por "paz" la estabilidad de Israel y su impunidad. Estados Unidos va a emplear todo su peso para mantener el régimen, a riesgo de sacrificar a Mubarak. Y los egipcios están viviendo las horas más peligrosas de su historia republicana. O aceptar la "transición" o la guerra civil. 

Personalmente, no soy nada optimista. Cada día que pasa lo hace en beneficio del régimen, que ha elegido la guerra de desgaste. Ya no es la calle la que gestiona el asedio. La economía está parada, la gente no percibe sus salarios y los estómagos empiezan a acusar el hambre. El régimen lo sabe y va a tratar de prolongar las manifestaciones pacíficas para volver a desplegarse, restablecer sus redes de propaganda y de disuasión y sembrar la duda en los ánimos. En el momento en que escribo, Mubarak habría confiado ya el destino de Egipto a los expertos del Pentágono. Esa "transición" que reclama Washington es la trampa mortal que destruirá toda oportunidad de recuperar su honor y su salvación al pueblo egipcio.

Hay dos preguntas que hacerse:
1. ¿Podrían extenderse estos levantamientos a Libia, Argelia, Marruecos y Jordania? Para Libia, la cuestión ni se plantea. Para los libios, Gadafi no es un dictador sino un líder iluminado. Tardaremos en ver sumidas en la cólera a las calles de Trípoli. Respecto a los otros tres países, a pesar de la corrupción generalizada, el desempleo, el empobrecimiento galopante y la falta de perspectivas para la juventud y los nuevos diplomados, no habrá insurrecciones en ellos. Los Gobiernos actuales prometerán la introducción de vastas y urgentes reformas para satisfacer las reivindicaciones de sus pueblos y seguirán sin comprender que es la alternancia lo que la nación exige. El brazo de hierro será flexible, pero nadie podrá prever la reacción popular a corto plazo. Una cosa es cierta, gracias a lo que ocurre en Túnez y en Egipto, los pueblos saben ya dónde están sus verdaderas fuerzas. Nada será ya como antes.

2. ¿Van a cambiar algo estos levantamientos? En Yemen, nada concluyente. Al régimen le bastaría con hacer algunas concesiones para dispersar a las multitudes. Las alianzas tribales están demasiado corrompidas como para renunciar a sus conquistas en beneficio de sus comunidades. Túnez podría arreglárselas. Tiene bazas reales de salir bien parado de la transición, pero los excluidos del aparato del poder no renunciarán a su parte del pastel. En cuanto a Egipto, se velan las armas, o, por seguir con la tradición musulmana, es "la noche de la duda". Se juega todo a una carta. Y todo lleva a creer que se va a armar una buena. Los envites geoestratégicos son de tal calibre que gustosamente aceptarían el sacrificio de algunas decenas de miles de muertos.

(*) Yasmina Khadra es escritor argelino.

Clara Aguilera apuesta por los productos de IV gama como "línea a seguir" para acercarse a los consumidores

ALMERÍA.- La consejera de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, Clara Aguilera, se ha mostrado  favorable al valor añadido que supone la confección de productos de IV gama después de visitar el centro de la empresa Primaflor, de Cuevas del Almanzora, donde ha conocido las nuevas presentaciones comerciales de este tipo de productos entre los que se encuentran las verduras envasadas listas para ser cocinadas en el microondas.

"Ésta es sin duda la línea a seguir, ya que éste es el tipo de producto que demandan los consumidores", ha comentado la consejera.
   Aguilera previamente ha estado en las instalaciones ubicadas en Pulpí de la misma firma, "un claro referente" de la apuesta del sector hortofrutícola por la incorporación de los últimos avances tecnológicos a las tareas de cultivo y que "contribuye a la difusión del éxito de los agricultores de Pulpí por todo el mundo", según ha destacado.
   Primaflor y la Consejería, mediante el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa), han trabajado conjuntamente en la puesta en marcha del cultivo de fresa en invernadero con la tecnología New Growing System (NGS), desarrollada por una empresa almeriense, con el objetivo de lograr una producción de máxima calidad que pueda salir al mercado antes de la temporada tradicional.
   La apuesta de Primaflor por la comercialización de productos transformados comenzó en 2002 y desde entonces ha ido en aumento hasta alcanzar las 7.000 toneladas de hortalizas foliáceas de cuarta gama comercializadas. Sin embargo, esta producción no supone aún un alto porcentaje de su facturación cuya mayoría procede de la venta de 45 referencias de hortalizas frescas entre las que se encuentran, por ejemplo, lechugas, escarolas, apio, tomates e incluso verduras chinas como kai choi y pac choi.  
   Esta empresa cuenta actualmente con 13 socios y 2.637 hectáreas de cultivo que producen una media de 200 millones de kilos de alimentos cuyo valor ascendió en 2009 a más de 79 millones de euros. Primaflor se encuentra a la cabeza del mercado europeo en cuanto a producción y comercialización de lechuga, la principal línea de negocio de esta empresa.

La Junta impulsa la comercialización de cítricos, caprino y frutos secos en varias comarcas del interior almeriense

ALMERÍA.- La consejera de Agricultura y Pesca de la Junta, Clara Aguilera, ha suscrito un protocolo de colaboración con los ayuntamientos almerienses de Lubrín, Chirivel y Bentarique que supondrá una inversión de más de 4,2 millones de euros con el fin de mejorar las instalaciones e infraestructuras de las industrias agroalimentarias y reforzar las labores sociales, económicas y medioambientales de las actividades agrarias y ganaderas que se llevan a cabo en la zona, impulsando así el desarrollo social y sostenible del territorio. 

   Estos convenios se enmarcan dentro de los proyectos piloto 'FARO' de aplicación experimental de la Ley 45/2007 de Desarrollo Sostenible del Medio Rural por la que el Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino y la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía desarrollarán un total de 48 proyectos en toda Andalucía, que sirven para testar la ley antes de su aplicación a través de los planes de zona, actualmente en elaboración.
   En concreto, en Chirivel se construirá de un centro para la recepción de almendra y cereal, su transformación y venta directa, y la creación de sinergias con el sector turístico, dado a que se ubicará en las proximidades de la A-92, al pie del Parque Natural de Sierra María-Los Vélez. El presupuesto de este centro es de 2.525.763 euros y una estimación de creación de empleo directo de una docena de puestos de trabajo.
   Por su parte, Bentarique contará con una nueva instalación para procesar frutas y cítricos ecológicos, como la comercialización de naranjas, acometer la producción de zumos, mermeladas y confituras de diversas frutas, de licores de naranja, mandarina e hierbas aromáticas, así como para la formación práctica en un taller de empleo. Esta instalación cuenta con un presupuesto total de 855.264 euros.
   Por último, en Lubrín se creará el centro de transformación tecnológico del caprino, que trabajará en el análisis de las características nutritivas de la leche de cabra, el desarrollo de productos como postres lácteos y la investigación de mercados, formación y asesoramiento, que tendrá un presupuesto global de 823.284 euros.

Martín Soler de nuevo en apuros tras una denuncia ante la Policía de presuntos pagos irregulares

ALMERÍA.- Entre 2009 y 2010, la Consejería de Innovación Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía a cuyo frente estaba el almeriense Martín Soler, habría repartido de modo presuntamente irregular más de 120 millones de euros entre empresas, sin seguir los cauces legales, según ha denunciado ante la Policía el ex director general de Trabajo Javier Guerrero, y ha recogido el diario El País.

Guerrero, que ha estado en la Consejería desde 1999 hasta 2008, ha explicado que "Consistía en una transferencia de financiación al Instituto de Fomento de Andalucía (IFA), que luego se transformó en la Agencia de Innovación y Desarrollo (IDEA) que desde el año 2000 hasta la fecha ha dispuesto de 647 millones". El desglose de las cifras detalla que tras el cese de Guerrero, también en 2009 y 2010 se destinaron 70 y 52,4 millones respectivamente a este fondo, aunque el fondo de 2010, se ha gestionado directamente desde la Consejería sin ser transferida a IDEA, y que corresponden a los años de Soler, quien no la dejó hasta el 22 de marzo de 2010.
Junto a esto, el ex alto cargo ha revelado que estarían involucradas algunas empresas como la pública Egmasa, cuya máxima responsabilidad en Almería recae Joaquín Jiménez, número tres de la lista del PSOE a la Alcaldía de la capital almeriense que encabeza el presidente de la Diputación Juan Carlos Usero. En este caso, y siempre según la versión del denunciante, el dinero se habría justifiaco "con el tema de los incendios, que había que darle salida a la gente mayor y tener un cuerpo de incendios apto”.
La policía judicial se dirige a la juez instructora del caso, Mercedes Alaya, para que solicite "los convenios de todo tipo" suscritos desde 2000 por Empleo con el IFA, así como los convenios entre Empleo y empresas cuyo pago se ha canalizado directamente a través del IFA o IDEA. Además, le pide a la magistrada los informes emitidos por la intervención y el gabinete jurídico de la Junta para cada convenio suscrito.
Guerro explicó ante los policías que "era un fondo de reptiles para crisis, con procedimiento distinto, una masa económica para crisis que tenían que afrontar con empresas que necesitaban respirar", quien reconoció que él mismo dispuso de ese dinero "sin haberse tramitado procedimiento administrativo previo y sin competencia para ello", según establece la Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común. Afirma además que "Se ha prescindido total y absolutamente del procedimiento legalmente establecido para ello", añade el escrito, que se refiere al periodo en el que fueron consejeros de Empleo José Antonio Viera, actual secretario general del PSOE en Sevilla y Antonio Fernández, director del Consejo Regulador del vino de Jerez.
Fuentes de la Consejería de Empleo han rechazado hacer declaraciones sobre la comparecencia de Guerrero ante la policía y que implica de lleno la gestión de su departamento.

La empresa municipal Desarrollos Urbanísticos de El Ejido funcionó como un "Elsur" urbanístico paralelo

ALMERÍA.- Desarrollos Urbanísticos de El Ejido (DUE) es una empresa constituida por el Ayuntamiento de El Ejido que, según su objeto social es “planificación, gestión y ejecución” de los temas relacionados con el desarrollo urbanístico del municipio, ya fuera por encargo del pleno o por el mismo alcalde, Juan Enciso. 

Pues bien, según se deduce del informe de la Intervención General del Estado incluido en el sumario de la Operación Poniente y de la Agencia Tributaria, y a los que ha tenido acceso Noticias de Almería, ésta mercantil pública estaba copiando en su funcionamiento el sistema que ahora investiga la juez Monserrat Peña en la empresa mixta de servicios urbanos Elsur, eje del entramado de presunta corrupción por el que ya hay 64 personas imputadas, entre las que figuran el alcalde ejidense, su interventor José Alemán, y un buen número de empresarios.

DUE está presidida también por Enciso, como ocurre en Elsur, y también presiden otra empresa de capital mixto de nombre similar, Ejido Desarrollos Urbanos SL, en la que el capital municipal es el 30%.

Según se desprende de estos informes, el mayor beneficiado de todo lo que pasaba por DUE no era otro que el propio alcalde de El Ejido y su entorno.

Uno de los ejemplos es que DUE no hace los trabajos para los que fue creada, ya que los subcontrata a otras empresas, que resultan ser las vinculadas a la trama de Elsur, como son Policlínica del Poniente, Clabert o Colaboradora de Gestión y Recaudación.

Clabert subcontrata a su vez los trabajos a otros por un precio inferior quedándose con la diferencia, y llegando al caso de subcontratar a su propia gerente; es decir, que ésta cobra como empleada, pero a la vez es titular de la consultora a la que Clabert ha subcontradado el trabajo encargado por DUE.

Clabert Gestión tiene como administrador a Ambrosio Cuevas, que a su vez es representante de Gestora Ejidense, en la que están Enciso y Aguilera (del alcalde ejidense y su esposa Francisca Aguilera), Jardines del Poniente (de Juan Antonio Galán), Sillar y Raíz y ACG Consultoría, con Multigestión Nuevo Ejido como apoderado, empresas todas ellas investigadas por la juez que instruye el sumario relacionado con las subcontratas de Elsur.

Es por tanto una persona vinculada al alcalde quien se beneficia directamente de esta subcontratación de unos trabajos que el propio Enciso no exige que lo haga la empresa pública constituida a tal fin. Y además el resto de servicios que precisa DUE de un modo más o menos justificado acaban recayendo en empresas vinculadas a la trama investigada como son las ya mencionadas.

El informe de la Intervención General del Estado concluye que “como sociedad 100% del sector público, DUE está sometida en su activida contractual a los principios de publicidad y concurrencia, principios evidentemente incumplidos”. Además añade que el Ayuntamiento costea la estructura de una empresa que no presta servicios si no que los encarga a terceros a veces en dos niveles de subcontratación, además afirma que los precios son "recargados".

Por otro lado, DUE compró el 20 de octubre de 2005 a Faneas 4 locales y 7 plazas de garaje por 971.300 euros, y ese mismo día le compró también cinco inmuebles valorados en 1.616.107 euros,
y ese mismo año a Gosan Plaza un local por 75.000 euros, si bien en el registro Mercantil aparece valorado en 124.800 euros.

Faneas resulta ser una empresa que tiene como administrador y principal socio, a Miguel Santaella Rodríguez, y es socia en la mercantil Ensap Plaza de Enciso y Aguilera SL, cuyo accionariado como ya se ha indicado lo forman el alcalde Enciso y su esposa Francisca Aguilera.

Según este documento de la Intervención, los beneficios que ha podido obtener el socio de la mujer del alcalde han sido importantes ya que DUE compró inmuebles a Faneas y Gosan Plaza, que “han pasado poco tiempo por intermediarios pero han aumentado fuertemente el precio pagado por DUE”.

Abundando en este tema, la Agencia Tributaria por su parte elabora otro informe con el que llega prácticamente a la misma conclusión, la de que se utilizaron sociedades interpuestas para acabar beneficiando al alcalde ejidense.

Detalla por ejemplo que en su declaración del Impuesto sobre Sociedades del año 2005 Enciso y Aguilera SL no determina quienes son sus socios pero resultan serlo Francisca Aguilera Callejón y Juan Enciso Ruiz, y se constituye el mismo día que Ensap Plaza.

De Ensap Plaza, la sociedad Enciso y Aguilera SL es el titular del 50% de su capital y Faneas SL del 48,38%. Faneas pertenece en casi su totalidad a Miguel Santaella Rodríguez.

Parte del beneficio obtenido es distribuido por Ensap Plaza SL -de la que la mitad es de Enciso- a sus socios en el mismo año 2005.

La compradora final de lo vendido por Ensap Plaza SL no es Faneas sino la sociedad Desarrollo Urbanístico de El Ejido SL sociedad del Ayuntamiento de El Ejido, por lo que alcalde era conocedor en su calidad de presidente de DUE, de lo que se vendía y lo que se compraba y a qué precio.
“De la información de Base de Datos se observan coincidiencias en las fincas, fechas, importes e incluso fedatario utilizado entre la venta de Ensap Plaza a Faneas y la venta de Faneas a DUE lo cual parece ser indicativo de que Faneas oculta a Ensap Plaza, participada indirectamente por Enciso y su espoa como vendedora de las fincas a la sociedad municipal DUE”.

Las razones de Diego Asensio / Rafael M. Martos

Que cuando no se sabe si Zapatero va a ser o no candidato a la presidencia por tercera vez, y cuando no se sabe si la pugna por la sucesión está Carme Chacón y Blanco, o si hay que contar con Bono, o ya está hablado con Rubalcaba, llegue el secretario general del PSOE de Almería, Diego Asensio, y se retrate colocando todos los huevos en la cesta del cántabro, es algo que hay que entender en clave interna. En clave interna y con mala leche.

Fundamentado en que el enemigo de mi enemigo es mi amigo, Asensio ha visto la oportunidad de hacerle un desaire a Pepegriñán dos días antes de que viviera a Almería. Así no es de extrañar que al presidente andaluz se le notara fuera de lugar -que no fuera de sí- incluso ante el micrófono, con una voz apagada, con un discurso lento, sin hilo... unido a unos gestos flojos en relación al "hecho histórico" que suponía inaugurar unas farolas y unos bancos en el PITA.

No estaba rodeado de amigos precisamente, y la cara de Martín Soler lo decía todo, especialmente fastidiado por considerar que ese era "su proyecto", y que era "él" el llamado a cubrir todas y cada una de las inauguraciones (¿cuantas van ya?), no ya como delegado de la Junta de Andalucía, o como consejero... él ya soñaba en inaugurar a título de presidente. Pero no, ahí estaba Pepegriñán, el que le dejó fuera de juego, recibiendo los aplausos.

Qué distinto un día antes con el vicepresidente Rubalcaba, con una sonrisa de esas que hacía mucho que no aparecían en el rostro de Soler. O quizá si tuvo tiempo de probarla al ver la portada con Diego apoyando a Rubalcaba de modo explícito.

Hace un mes fue Rubalcaba quien vino desde Madrid -que jartura de Madrí- a tirarle de las orejas a Griñán y los suyos. Las encuestas no sólo no van bien para el PSOE andaluz, van fatal, y mientras Javier Arenas recorre Andalucía sin parar y visita desde el pueblo más pequeño a la ciudad más grande, Griñán está atrincherado en su despacho.

Desde Madrid achucha Chaves, y desde Andalucía achuchan los secretario generales provinciales, y Griñán está preso de sus circunstancias. El apoyo de Asensio a Rubalcaba -que podrá tornarse en el apoyo a quien haya que apoyar pero que garantice la permanencia salarial- no ha sido otra cosa que un dejarle claro a Pepegriñán que ellos están con quien le ha venido a reñir.

La nueva legitimidad árabe / José María Ridao (*)

Las revueltas populares que comenzaron con el gesto desesperado de Mohamed Buazizi, el humilde vendedor de fruta tunecino que se inmoló en protesta por la brutalidad de la policía, han logrado en breves semanas lo que las bombas y los atentados de los yihadistas no consiguieron en largos años de barbarie: un cambio radical en el panorama político árabe, con el dictador de Túnez derribado, el de Egipto convertido en un cadáver político y unas apresuradas reformas democráticas emprendidas por Gobiernos que, hasta la víspera, se declaraban cínicamente comprometidos en transiciones que, sin embargo, no avanzaban jamás en el reconocimiento de las libertades.

Esta formidable sacudida política llevada a cabo sin un solo disparo por parte de los manifestantes, sin una sola acción que pudiera empañar su causa, exige corregir la diplomacia hacia la región de las principales potencias mundiales, incluido Israel. Como también exige mandar al lugar que merece esa infame literatura de expertos y seudoexpertos que, tras los atentados del 11 de septiembre, colocaron bajo sospecha a millones de personas con el razonamiento, a la vez siniestro y estúpido, de que, por ser árabes, tenían que ser musulmanes; y de que, por ser musulmanes, tenían que ser islamistas; y de que, por ser islamistas, tenían que ser, cómo no, terroristas. 

¡Tanta perspicacia intelectual para descubrir enemigos emboscados de Occidente entre hombres y mujeres que solo aspiraban a lo mismo que aspiran los hombres y mujeres de cualquier parte del mundo, al pan y a la libertad, y tanta ceguera para no ver que, en realidad, se trataba de víctimas de unos dictadores con los que Occidente había concluido el negocio de sostenerlos a cambio de protección contra un enemigo que esa literatura agigantaba!

Cuando, tras la huida del tunecino Ben Ali y de la defenestración de Mubarak, que caerá o no como caen de la higuera los higos secos, se vuelve a agitar el fantasma de los islamistas y de su posible ganancia en el río de la revuelta, lo único que se está haciendo es salvar la cara de aquel repulsivo negocio, cuando no prorrogar por miedo o por interés la vigencia de su cláusula principal. Pero no solo porque si, llegado el caso, los islamistas triunfasen en unas elecciones democráticas no se podría cuestionar su triunfo sin cuestionar al mismo tiempo la democracia, sino porque la hipótesis misma de la victoria de los islamistas es, sin duda, prematura, y, tal vez, equivocada.

Si los islamistas hubieran tenido capacidad para sacar tantos hombres y mujeres a las calles como las protestas de Túnez y Egipto -que podrían repetirse contra otras dictaduras de la región-, no habrían esperado a la inmolación del humilde vendedor de fruta Mohamed Bouazizi para convocarlas. Como tampoco los yihadistas hubieran construido el núcleo de su estrategia en torno a las bombas y los asesinatos; si lo han hecho es porque saben que forman una exigua minoría fanática, y que ni en sus más aventurados sueños serían capaces de movilizar a las multitudes que han derrocado a Ben Ali, y que amenazan con hacerlo con Mubarak, al grito de libertad y elecciones libres.

El bochornoso titubeo de la Unión Europea ante las revueltas, así como la impúdica posición de Israel, que no ha dudado en considerar sinónimos la estabilidad y la seguridad de la región con el mantenimiento de sus feroces dictaduras, demuestran que, ni en un caso ni en otro, han comprendido la auténtica dimensión de lo que está sucediendo. Sí la han comprendido, en cambio, las dictaduras vecinas de Túnez y Egipto que se sienten amenazadas, y que por eso se aferran al mantenimiento del statu quo, que por eso invocan el repulsivo negocio que concluyeron con Occidente, llegando así, por el camino opuesto, a la misma conclusión que Israel y a las mismas razones por las que la Unión Europea ha titubeado. 

Porque lo que está sucediendo es que las revueltas están colocando, por fin, en manos de los ciudadanos árabes la soberanía que les usurparon las élites del anticolonialismo, después de haberlo hecho las del colonialismo. Aquellas se limitaron a copiar los métodos de gobierno que estas aplicaban en los territorios sometidos, y que nada tenían que ver con los vigentes en las metrópolis. Con la independencia, las poblaciones que ahora se han levantado cambiaron de tiranos pero no se libraron de la tiranía, con el agravante de que la guerra fría, primero, y la guerra contra el terror, a continuación, establecieron el juego maniqueo en el que ha fraguado, hasta esclerotizarse, la situación política que está saltando por los aires.

Una nueva legitimidad está surgiendo en la región, una legitimidad que solo cabe calificar de revolucionaria. El momento crítico de traducirla en medidas políticas ha sonado en Túnez y Egipto, y puede que siga sonado en la región a lo largo de los próximos días y semanas. En estos dos países se ha empezado a abrir paso, poco a poco, un proceso constituyente que las principales potencias mundiales, incluido Israel, no pueden ignorar, y menos entorpecer, sin arruinar la primera gran esperanza que ha ofrecido el siglo XXI, iniciado bajo el signo de funestos presagios.

(*) Diplomático