lunes, 28 de febrero de 2011

Holcim Carboneras dice que mejorará sus sistemas energéticos para evitar 30.000 toneladas de C02 al año

ALMERÍA.- La planta de Holcim de Carboneras (Almería) va a ejecutar un proyecto de mejora del rendimiento energético con el que, además de optimizar su consumo de energía térmica en 4.763,56 toneladas de equivalentes de petróleo al años, reducirá previsiblemente las emisiones de dióxido de carbono en unas 29.624 toneladas al año.

   Así lo han trasladado fuentes de la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia de la Junta de Andalucía, desde la que se ha concedido un incentivo, a través de la Agencia Andaluza de la Energía, de 370.805 euros al grupo Holcim. La iniciativa por parte de la empresa cuenta con una inversión global de 2.442.000 euros y el tipo de ayuda concedida consiste en un incentivo directo a fondo perdido que responde al 56 por ciento de la inversión incentivable.
   La intención por parte de Holcim es llevar a cabo una actuación de mejora del actual sistema de control del proceso realizado en las instalaciones incorporando un innovador sistema de supervisión de los equipos que aúna las ventajas de las redes neuronales y de la inteligencia artificial, lo que va a permitir optimizar el consumo energético del centro.
   Así, el apoyo por parte del Gobierno andaluz viene a sumarse a otros dos incentivos concedidos a la empresa durante el pasado 2010. El primero de ellos, con una subvención concedida de 298.701 euros, se destina también a la planta de Carboneras con la finalidad de mejorar el rendimiento energético en la molienda del cemento mediante la sustitución de un molino por otros modelos más eficientes. El segundo de los incentivos, de 61.366 euros, se ha destinado a un proyecto de Holcim en Gádor para la valorización energética de residuos plásticos.
   Estas ayudas, que vienen a respaldar actuaciones en empresas generadoras de empleo y riqueza en la Comunidad Autónoma andaluz, se conceden a través de la Orden de 4 de febrero de 2009 y su modificación de 7 de diciembre de 2010, instrumento a través del cual la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia articula las subvenciones regladas para el impulso de los proyectos de aprovechamiento de energías renovables, ahorro y eficiencia energética y mejora de las infraestructuras energéticas en Andalucía.

Palomares: Aprendamos de las malas experiencias


MADRID.-  Han pasado los americanos por Palomares al parecer en visita de cortesía, pues no han hecho sino saludar amablemente y despedirse. Se han ido sin aclarar, ni ellos ni su contraparte española, qué harán, quién lo hará, cómo lo harán, cuándo lo harán o ni siquiera si lo harán. O sea que el trabalenguas sirve para dejar claro que todo sigue igual de momento en las 41 hectáreas manchadas de plutonio que el accidente de tres aviones cargados con bombas nucleares dejó en tierra almeriense en 1966, publica hoy 'Cuarto Poder'.

El solo anuncio de la venida de la misión americana hace meses que desató la fiebre de la búsqueda de uso para esos terrenos que seguirán contaminados por el plutonio de las bombas, a no ser que alguna vez el descontaminador apareciera para hacer su trabajo. Esa búsqueda desembocó en una propuesta que revela la disyuntiva de desarrollo sostenible en que nos encontramos: o no hemos aprendido nada, o estamos dispuestos a aprenderlo.
Se ha contado colateralmente y como sin darle importancia lo que quieren las fuerzas vivas del municipio de Cuevas de Almanzora que se haga en la pedanía de Palomares para cuando, hipotéticamente, se limpie el solar patrio y quede apto para la ocupación humana. En un alarde de imaginación, a los que gobiernan el pueblo de la bombas atómicas no se les ha ocurrido otra cosa que un parque temático para ocupar el terreno ahora contaminado.
Vamos a no engañarnos: No proponen un parque temático al estilo del que a muchos se nos viene a la cabeza cuando oímos las dos palabrejas juntas como talismán y garantía de negocio futuro. No, no se trata de un macrorrecinto de atracciones como los que ya han fracasado suficiente y fehacientemente toda España ––Isla Mágica (Sevilla), Port Aventura (Tarragona), Terra Mítica (Benidorm)––, rodeado de grandes construcciones turísticas y, si puede ser, algún que otro campo de golf.
Por una vez, y que sirva de precedente, se quiere hacer algo diferente y de mejor uso. Parque de las Civilizaciones quieren llamarle y así ha sido presentado. Nada que ver, todo hay que decirlo, con la famosa Alianza, cuya reanimación se pretende ahora.
El planteamiento del Parque de Civilizaciones no es ultranovedoso ––recordemos el modesto Dinópolis, en Teruel––, pero sí es innovador y especialmente lo es en la zona sureste española donde tan pocas neuronas se han gastado en proyectos sostenibles y de futuro y, por el contrario, se va desde hace años al cortoplacismo fácil de desarrollos urbanísticos de ladrillo, golf, mucho gasto de agua y ocupación extensiva del territorio. Ahí, muy cerca de Palomares, en la misma provincia de Almería, sigue paralizado sin que nadie se atreva a derribarlo el hotel de El Algarrobico.
Ojalá que el Parque de las Civilizaciones Mediterráneas y sus Tecnologías sea más acorde con las intenciones expresadas por sus creadores que con su rimbombante apelativo, y podamos decir que hemos aprendido a no repetir malas experiencias.