lunes, 7 de febrero de 2011

La oposición a Mubarak trata de ganar tiempo y que EE UU le obligue a abandonar el poder

EL CAIRO.- Miles de egipcios continúan en la plaza Tahrir (Liberación) de El Cairo por decimocuarta noche consecutiva para exigir la dimisión del presidente, Hosni Mubarak. Hasta el momento la concentración se desarrolla de forma pacífica en una especie de campamento improvisado con decenas de tenderetes. 


 Las imágenes de la cadena Al Yazira muestran a una población en calma pero animada, que a estas horas todavía agita banderas nacionales. Si bien, también puede observarse a un monigote colgado de un árbol, que representa al mandatario.
Los manifestantes aseguran que no desalojaran la zona hasta que Mubarak dimita. Esta es su principal reivindicación, no obstante, exigen también el fin del estado de emergencia, la disolución de la Asamblea Popular, la formación de un Gobierno de transición, un nuevo Parlamento que impulse la reforma constitucional y el enjuiciamiento de represores y corruptos.
Mientras tanto, el Gobierno y la oposición egipcia han alcanzado un acuerdo para la formación de una comisión que estudiará la introducción de reformas en la Constitución en un proceso no respaldado por los jóvenes que mantienen tomada la plaza Tahrir (Liberación) y que continúan exigiendo la dimisión del presidente Hosni Mubarak.
   Destacadas figuras opositoras han explicado que las conversaciones mantenidas con el vicepresidente egipcio, Omar Suleiman, han sido positivas, aunque aún no se ha llegado a un acuerdo integral sobre un programa de reforma política.
   "Rechazamos por principio tanto el diálogo como la negociación antes de la marcha de Mubarak. Estamos abiertos a tratar el futuro, pero sólo después de que se vaya Mubarak", ha explicado uno de los miembros del Movimiento 6 de Abril, uno de los principales grupos tras las protestas masivas desatadas hace trece días, Mohamed Adel.
   Estas conversaciones del vicepresidente con otros grupos opositores obvian "las demandas del pueblo", dijo Adel, cuya organización, no está incluido en las negociaciones iniciadas por Suleiman.
   En las negociaciones sí estaba representado en cambio el grupo islamista ilegalizado Hermanos Musulmanes, hasta ahora marginado y perseguido, aunque tolerado, por el régimen de Mubarak.
   El comunicado resultante de la reunión difundido por el Gobierno no incluye mención alguna a una futura dimisión de Mubarak, sino que insiste en las propuestas de reforma planteadas por el propio presidente egipcio en su discurso del pasado 1 de febrero. Entonces, Mubarak aseguró que no dimitiría hasta que concluyera su mandato, en septiembre.
   El texto promete que el Gobierno iniciará las gestiones para la liberación de los activistas encarcelados y que adoptará medidas para garantizar la libertad de prensa.
   Además, la leyes que establecen el estado de emergencia serán derogadas "conforme a las condiciones de seguridad", lo que da un amplio margen de maniobra al Gobierno en virtud de su interpretación.
   Un portavoz de los Hermanos Musulmanes, Monem Abul Fotú, ha explicado que el grupo ha reiterado su exigencia de enmiendas constitucionales. En concreto, piden la reforma de los artículos que establecen estrictas restricciones a quién puede ser candidato a la Presidencia.
   "Necesitamos que el presidente Mubarak cambie por decreto presidencial los artículos 76 y 77, disuelva el Parlamento, libere a todos los presos políticos que tan bien conoce el Gobierno y ponga fin al estado de emergencia", ha indicado Fotú. "Hasta entonces, los jóvenes seguirán en las calles y, al mismo tiempo, continuarán las negociaciones", dijo.
   Otros grupos opositores también se han mostrado optimistas. "La reunión ha sido positiva en términos generales, pero es sólo el principio. Valoramos el encuentro con Omar Suleiman aparte, tras la reunión general con todas las fuerzas políticas", ha indicado por su parte Mustafa Naggar, coordinador de la Asociación Nacional por el Cambio, el movimiento de Mohamed ElBaradei.
   "Hemos exigido una transformación democrática completa y no reformas parciales. Sin embargo, Suleiman respondió que la 'democracia llega en fases y espero que haya un pacífico periodo de transición y el gobierno civil'", afirmó Naggar.
   Los encuentros con Suleiman comenzaron el sábado a pesar de que tanto los Hermanos Musulmanes como otras formaciones habían prometido no negociar con el Gobierno hasta la marcha de Mubarak.
Sin embargo, el líder de la Asociación Nacional por el Cambio (ANC), Mohamed ElBaradei, ha asegurado que nunca negociará con ningún representante del gobierno del presidente Hosni Mubarak. Al parecer, uno de los participantes en las recientes negociaciones con el vicepresidente Michel Suleiman no es ya miembro de la ANC.
   "Quiero decir... La idea es (...) superar ese régimen, un nuevo régimen", ha afirmado ElBaradei en una entrevista a la cadena estadounidense CNN.
   "Mubarak sigue siendo el símbolo de un régimen desfasado y no daré ninguna legitimidad a este régimen porque la idea es que este régimen en su totalidad no tiene legitimidad. Ha perdido toda credibilidad", apostilló.
   Por otra parte, Abdel Rahman Yusef, identificado como representante de ElBaradei en la reunión con Suleiman en la que se ha pactado la continuidad de Mubarak y la creación de una comisión para estudiar reformas constitucionales, ha desmentido pertenecer a la ANC.
   "Ya no estoy con la campaña de ElBaradei, salí hace varios meses y ahora estoy en el Comité Nacional por el Cambio", otro grupo opositor, ha explicado Yusef en declaraciones al canal en árabe de la BBC.

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