miércoles, 10 de julio de 2013

García-Abadillo: "Javier Arenas compartió con Bárcenas bastantes más cosas que partidos de pádel en Marbella"


Los calores estivales no dan tregua al partido del registrador de la propiedad que creíamos metido a gobernante. Luis Bárcenas sigue siendo, el 8 de julio de 2013, el protagonista casi absoluto de los  espacios de opinión de la prensa española. Hay excepciones, por supuesto, que ofrecen una curiosa coincidencia. Los articulistas de La Razón, como era de esperar, evitan todo lo referido al ex tesorero del PP, al igual que los de una La Gaceta que parece que está acercándose al Ejecutivo. Y, lo más llamativo, los columnistas de El País prefieren hacer como que no se ha publicado nada sobre el Señor de las Peinetas durante los últimos días. De hecho, y sorprendentemente, por primera vez aparece en el diario de PRISA una columna en la que se critica al PSOE por el sucio asunto de los ERE.

Pasamos ahora a El Mundo. Aquel al que le molesta que le señalen como el portavoz de Bárcenas, Raúl del Pozo, firma en la contraportada del diario de Unidad Editorial El pisotón.
Éramos uno, dos, hasta cinco los que habíamos oído decir a Bárcenas que durante 20 años las empresas más grandes del país (aún no han sido llamadas a declarar) endiñaron inmensas cantidades de viruta en negrísimo para sobresueldos y gastos electorales. Hemos visto recibís, facturas de trajes, dantes y tomantes, chóferes y artistas, áulicos y mordidas, astillas y sobres, y nos han convencido de que el que más trincaba era el tesorero, porque era el único que cobraba en blanco.
Ahí mete el elogio a su director:
Sabíamos que un enorme flujo de jurdó en B ha comprado hasta el hisopo de las bodas y bautizos, pero el que ha conseguido que lo contara, rompiendo el off the record, a los que nos sometía el tesorero, ha sido Pedro J. Le ha hecho cantar antes de que se lo llevaran a la Sierra de la Cuerda Larga.
Concluye:
Bárcenas es ya casi quien en los pasillos interminables, recibe cartas pidiéndole que dé a la carraca una celda de 10 metros sin puerta para el jiñadero. Hasta ahora sus dos enemigos son María Dolores de Cospedal y Alberto Ruiz-Gallardón. De la Cospedal dijo en 2009: «es una retrasada mental», puso a parir a Trillo: «Si hay cojones que me cesen», decía. No hubo cojones, pero lo encerraron en una jaula mientras cantaban las cigarras de Rascafría. ¿Qué espera para decirle a Ruz lo mismo que ha contado a cinco periodistas?
Del Pozo ha demostrado hasta ahora contar con una línea directa a los pensamientos más íntimos de Bárcenas, así que él mismo debe de tener la respuesta a la pregunta con la que cierra su columna. Eso sí, tal como lo plantea, recordando que lo publicado fue algo que el ex tesorero del PP contó a cinco periodistas, da la impresión de que el columnista sufre ciertos celos ante el éxito del director de su periódico.
El vicerrector del diario de Unidad Editorial, Casimiro García-Abadillo publica un largo artículo con el título de Bárcenas: la hora de la verdad. Destaca el papel de Javier Arenas en todo este asunto:
Arenas quiso asumir dentro del PP el papel de gestor del caso Bárcenas, dada su proximidad con el ex tesorero, con quien compartió bastantes más cosas que partidos de pádel en Marbella.
El ahora vicesecretario general para asuntos territoriales estuvo presente en las reuniones clave en las que se adoptaron decisiones sobre el futuro del ex tesorero. Entre otras cosas, Arenas favoreció que a Bárcenas el PP le pagara un elevado sueldo, sin que tuviera que justificar por qué, tras su dimisión en 2010 al ser imputado en Gürtel y en plena refriega con la secretaria general, María Dolores de Cospedal.
Desde que se publicaron los papeles de Bárcenas, las relaciones con Arenas se han enfriado. El sevillano trata de poner distancia con un hombre del que ahora nadie quiere saber nada en los despachos de la planta noble de Génova.
Añade:
Bárcenas ha cometido sus principales errores por exceso de confianza. Movió dinero de sus cuentas corrientes estando ya bajo la lupa de la Audiencia Nacional y esa fue la razón que llevó al juez Ruz a decidir que le enviaría a prisión provisional sin fianza. A su iniciativa luego se adhirió la Fiscalía.
Una persona que le conoce bien explica así ese comportamiento: «Luis no tiene complejo de culpa, porque cree que no ha hecho nada malo. Se ve a sí mismo como un instrumento del PP que siempre ha cumplido con su cometido. Reconoce que tiene un problema con Hacienda, pero nada más, de ahí que intentara la regularización. No entiende por qué algunos en el PP y en el Gobierno quieren machacarle».
Señala:
Tanto Bárcenas como Lapuerta saben mucho sobre la financiación inconfesable del PP, a la que la pasada semana apuntó un informe remitido por la Agencia Tributaria a la Audiencia Nacional.
Concluye:
La verdad, finalmente, se abrirá paso: por confesión o fruto de la investigación.
Cerramos en ABC. Ignacio Camacho publica La industria de la conspiración, sobre la reacción de los partidos políticos ante los escándalos de corrupción que les salpican. Eso sí, presta especial atención al caso del Señor de las Peinetas.
Dice de Bárcenas:
Su estrategia ofrece un punto débil: tiene explicaciones para todo menos para el origen de su propio dinero, que es lo que lo mantiene en prisión. Su objetivo no es derribar al Gobierno sino aliviarse penas y para eso carece de aliados porque el periodismo lo va a utilizar como carne de cañón. Si le da un ataque de locuacidad puede atarse una piedra al cuello y si se limita a amagar lo van a echar a los leones quienes ahora le jalean para que se arranque por carceleras.
Añade:
En el PP cunde el pánico porque Rajoy sigue haciendo la estatua. La mayoría de los dirigentes se agarran a la jaculatoria de que lo que no diga Bárcenas al juez será sólo verdura de las eras pero en el fondo saben que para incendiar el rastrojal basta con que utilice a cierta prensa como mechero.
Concluye:
Ayer, bajo la canícula, el presidente se retrató charlando con Aznar ante una inocente mesita de jardín y parecía por la rigidez que estaban los dos sentados sobre una santabárbara. Con mayoría absoluta, me dijo al teléfono una voz nostálgica de liderazgo, al del bigote no le duraría esta crisis ni hasta la luna de agosto. Pero el poder lo tiene un hombre que desayuna diazepán político.

No hay comentarios:

Publicar un comentario