En una nota, la asociación determinó que la ocupación en hoteles de menos de dos estrellas fue del 78 por ciento, del 74,83 por ciento en los de tres estrellas y del 77,37 por ciento en los de cuatro estrellas.
Así, durante la feria de Almería se observó un ligero incremento de ocupación en dichos establecimientos hasta alcanzar el 88,50 por ciento en dos estrellas, el 79,57 por ciento en tres estrellas y el 87,37 por ciento en cuatro estrellas para cada categoría, según Ashal.
En comparación con 2008, los hoteles de cuatro estrellas tuvieron una ocupación media del 82 por ciento durante todo el mes de agosto y del 89 por ciento en la última semana, en coincidencia con la feria, lo que significa, según la asociación, un retroceso de cinco y dos puntos porcentuales respectivamente.
La situación se repite en el resto de categorías, dos y tres estrellas, que durante agosto de 2008 estuvieron al 80 por ciento en nivel de ocupación y a un 87 por ciento concretamente durante las fiestas patronales, "una diferencia de más de cuatro puntos", marcan los hosteleros.
Uno de los cambio significativos producidos en 2009, al contrario que en años anteriores, lo marca una mayor ocupación en los hoteles de menor categoría.
Ashal considera que a la caída de la ocupación "hay que añadir la caída de los precios y el menor gasto por cliente", por lo que, como conclusión indica que "se ha producido una caída en la producción total del sector que algunos establecimientos asociados han determinado en un 30 por ciento con respecto a 2008", especialmente en lo que se refiere a gastos en restauración y bares.
Una de las peculiaridades detectadas por los hosteleros en el transcurso del año en cuanto a las pernoctaciones se refiere está en los márgenes de reserva de "ultimísima hora", lo cual, asegura, "imposibilita hacer cualquier tipo de previsión de cara al futuro".
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