ALMERÍA.- El pasado 9 de octubre, el salón de plenos del Ayuntamiento de Vélez-Blanco fue el escenario de una reunión extraordinaria de la Junta Rectora del Parque Natural Sierra María-Los Vélez. Este órgano consultivo y colaborador se reúne de manera ordinaria dos veces al año, pero esta sesión fue convocada de forma excepcional por su presidente, Joaquín Rodríguez Navarro, en respuesta a la inquietud manifestada por el alcalde de Chirivel y la población en redes sociales sobre el decaimiento forestal visible en algunos montes de la comarca.
Durante la reunión, se destacó que el secado estival de amplias zonas forestales en Los Vélez no es un fenómeno nuevo; se han registrado casos similares durante al menos la última década. Además, este problema no es exclusivo del Parque Natural Sierra María-Los Vélez, ya que en toda la cuenca mediterránea se observan fenómenos de decaimiento forestal provocados por la falta de agua.
Se presentó un informe por parte de los servicios técnicos del Parque sobre la situación climática que ha llevado al secado estival, que no muerte, de arbolado y matorral en superficies cada vez más amplias año tras año.
Según explicó el director conservador, Jaime de Lara, “desde la Consejería de Sostenibilidad venimos haciendo un seguimiento de este fenómeno, y se ha comprobado que estas afecciones estacionales se corrigen naturalmente cuando se recupera la humedad del suelo. Tanto los encinares con hojas secas como la mayoría de los pinos deberían recuperar su verdor original, siempre que las precipitaciones de este otoño y la primavera próxima retomen sus valores medios habituales”.
Las encinas afectadas, por lo tanto, no estarían muertas. “Así ha venido ocurriendo en años anteriores. Sí que es verdad que algunos árboles con menor vitalidad, lo que suele estar relacionado con la menor calidad o profundidad del suelo, podrían no sobrevivir, lo cual es un fenómeno natural.
Sin embargo, tras la mortalidad de ciertos ejemplares, se observa una regeneración natural o sustituciones espontáneas por otras especies del entorno, como el pino carrasco que reemplaza al pino salgareño o a la encina. También puede haber sustituciones de arbolado por matorral. Pero hay evidencias en sequías anteriores de la capacidad de regeneración natural como para asegurar que la supervivencia de los ecosistemas en su conjunto no está en peligro”, concluye de Lara.
En la exposición técnica realizada durante la Junta Rectora se informó asimismo de que no se han encontrado evidencias de que las masas forestales estén afectadas por patógenos o plagas, destacándose que “la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente realiza un seguimiento continuo mediante diversos planes específicos, como el Plan de Lucha Integrada contra la Procesionaria, Plan de Lucha Integrada contra los Perforadores de coníferas y la Red de Seguimiento de Daños en Masas Forestales de Andalucía. En los últimos años no hemos registrado incidencias significativas relacionadas con plagas y enfermedades”.
Se concluye pues que el déficit hídrico acumulado esta década, con especial intensidad en los últimos cuatro años, parece ser la causa principal del decaimiento observado en las masas forestales de encinar y del pinar. La falta de agua en el suelo está afectando también a otras especies como jaras, sabinas, enebros o gayubas.
La “resiliencia”, concepto ampliamente popularizado tras la pandemia del COVID, aplicada a la selvicultura y la ecología se entiende como la capacidad de un ecosistema para recuperarse después de una perturbación. En este sentido, se informó sobre las formas de ayudar a nuestras masas forestales a incrementar su capacidad de recuperación.
Durante la reunión de la Junta Rectora se puso de manifiesto que la gestión forestal sostenible que desde la Junta de Andalucía se viene haciendo en la amplia superficie forestal pública del Parque Natural (mediante claras, clareos, resalveos, cortas de regeneración, tratamientos selvícolas preventivos) contribuye de manera decisiva a que las masas forestales resistan mejor los envites de los cada vez más intensos y prolongados periodos de sequía.
Para el delegado de Sostenibilidad y Medio Ambiente en Almería, Manuel de la Torre, “el esfuerzo de la Consejería en esta materia es intenso y constante, habiendo destinado más de un millón de euros a tratamientos selvícolas en montes públicos del Parque Natural en los dos últimos años y tenemos actualmente en ejecución otro proyecto con un presupuesto de 573.000 euros”.
El director del Parque puntualiza que “también con los aprovechamientos de madera bien gestionados conseguimos la reducción de la densidad y favorecemos la regeneración natural de nuestras masas forestales”.
La planificación y la gestión forestal sostenible garantiza la persistencia de las masas forestales y que ofrezcan el máximo rendimiento sostenido en los servicios que la sociedad demanda de estas: biodiversidad, protección del suelo, regulación del régimen hidrológico, mejora de la calidad del aire, incremento de la fijación de CO2, obtención de beneficios directos o tangibles (madera, pastos, setas, caza, aromáticas…), uso recreativo, etc.
A la sesión extraordinaria acudieron representantes de los cuatro ayuntamientos del Parque Natural, con sus respectivos alcaldes a la cabeza, Diputación Provincial, varias delegaciones territoriales de la Junta de Andalucía, CSIC, Grupo Ecologista Cóndor, Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Universidad, CCOO, UGT, grupo parlamentario del Partido Popular, así como los tres expertos designados por la Junta Rectora.
Tras la exposición técnica, los asistentes manifestaron en el turno de ruegos y preguntas su satisfacción por la información recibida, acordándose la conveniencia de difundir los datos expuestos tanto entre la población local como en el ámbito de los sectores representados en la Junta Rectora.
La Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente continuará su trabajo de control y seguimiento de la situación de la masa forestal del Parque Natural e informará sobre su evolución en las próximas reuniones de la Junta Rectora.
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