viernes, 28 de febrero de 2020

Preocupación en la comunidad portuaria malagueña por el impacto de la marcha de Maersk

MÁLAGA.- La marcha de Maersk del puerto de Málaga, la principal naviera de portacontenedores del mundo, con destino a Tánger ha supuesto un auténtico mazazo para la comunidad portuaria. Tras permanecer desde mediados de enero sin actividad y con la única entrada de un buque fletado por esta compañía el pasado 8 de febrero, las cábalas que venían haciéndose sobre este abandono finalmente han salido a la luz; una circunstancia que afectará muy significativamente a toda la comunidad portuaria malacitana, tal como adelantó Málaga Hoy.

Pese a que la empresa concesionaria del muelle número nueve, Noatum, confía en la que decisión sea momentánea, muchos de los trabajadores portuarios consultados por Málaga Hoy recordaron ayer la “espantada” que esta compañía ya realizó en 2013 y que mantuvo a la terminal malagueña sin los atraques de los barcos de esta compañía. 
José María Pérez, vicepresidente de la Asociación de Consignatarios de Buques y Empresas Portuarias de Málaga, calificó como de muy “preocupante” la marcha de Maersk, aludiendo además a la “incertidumbre” que ya se ha creado al respecto del tráfico de buques portacontenedores en aguas malagueñas. 
Igualmente, el también director de la casa consignataria Bergé-Condeminas Málaga destacó “la muy significativa problemática” que la marcha de la naviera danesa generará en la estiba. 
Pese a ello, el presidente del Puerto, Carlos Rubio, no se mostró particularmente preocupado, poniendo en valor la existencia de un contrato con Málaga con una vigencia de dos años. De acuerdo con su testimonio, el abandono temporal de las instalaciones “responde a una ralentización fruto de la entrada en funcionamiento de Tanger Med 2, que ha provocado un desvío de algunas líneas y una recolocación de todo”.
“Pero estaba previsto y lo más importante es que al tener contrato en vigor lo normal es que a lo largo de este año se recuperen las escalas; con eso más las otras líneas que vienen trabajando con Málaga, al final del año más o menos terminaremos bien, esa es la expectativa que tenemos”, añadió. 
Sobre la relación con Maerks, señaló que la empresa paga por las Teus que tiene comprometidos, con independencia de que estos lleguen o no a Málaga. En cuanto al futuro, Rubio dijo estar convencido de que la relación con la empresa se prolongará más allá de la vigencia actual del contrato, aunque asumiendo que los volúmenes “no serán los mismos en el futuro; es lógico, porque Tanger Med 2 nos va a afectar a todos; estoy convencido de que seguirá trabajado con Málaga pasados esos dos años”.
En la actualidad más de cien trabajadores se dedican en el puerto de Málaga a las labores de carga y descarga de barcos. Por ello, Eduardo García, presidente del comité de empresa de los estibadores malagueños, calificó como de “muy negativa” la decisión de Maersk. “Diferenciados nuestros trabajos en operativas con coches, graneles y contenedores, la marcha a Tánger-Med 2 de los buques de la naviera danesa supondrá para nosotros un descenso del 50% de nuestro salario”. 
Además, García añadió que “esta triste circunstancia a muy corto plazo desembocará en jubilaciones anticipadas y en la puesta en marcha de un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE)”.
Preocupado igualmente por esta marcha, Juan Rivera, gerente de Sepumasa, la empresa de amarradores del puerto malagueño, aludió a que esta segunda marcha de Maersk no les será tan dura como la que se vivió en 2013
 “Si en aquella ocasión perdimos un 30% de facturación, ahora, al tener nuestro trabajo más diversificado, la marcha de esta compañía solo nos supondrá una disminución de entre un 10 y un 12%, algo que intentaremos asumir por el momento siempre que no haya más sorpresas de tráficos habituales que dejen de venir”.
En esta misma tónica pesimista, RUSA Málaga, la empresa de remolcadores, afronta la decisión de Maersk con una muy significativa pérdida en el número de sus actuaciones. Responsables de esta empresa de origen santanderino posicionada en aguas malagueñas desde 2002 cuantificaron que la marcha de la naviera danesa les supondrá una disminución de 150 maniobras al año; entre un 40 y un 50% menos del total de las operativas que ejecutan en los trabajos de atraque y desatraque de barcos.
Pese a ello, en la mente de la gran mayoría de la comunidad portuaria está que Maersk regresará a Málaga, aunque lo hará puntualmente en sus función de sus necesidades (una circunstancia inquietante a la hora de que se puedan posicionar de una forma habitual otras navieras dedicadas al negocio de los contenedores).

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