CARBONERAS.- El proceso de desmantelamiento de la central térmica Litoral de Endesa
situada en Carboneras se encuentra ya al 74 por ciento tras la
demolición este jueves de la segunda y última caldera de esta
instalación, que fue desactivada en diciembre de 2021.
La
voladura ha acabado con la última de las estructuras metálicas elevadas
de la planta con una altura de más de 80 metros. Se trata de la caldera
del Grupo 1, que entró en funcionamiento en 1985 y con una potencia de
577 megavatios, según ha precisado la compañía en una nota.
"Tras la paulatina demolición a lo largo del pasado año de la otra
caldera y la propia chimenea de la central, la voladura de hoy supone no
solo un hito técnico, sino un cambio en el horizonte de Carboneras", ha
comentado la responsable de los proyectos de desmantelamiento térmicos
de Endesa, Beatriz Muñiz.
El desmontaje de la central "está
siendo posible gracias a la mano de obra especializada, más de la mitad
almeriense, que trabaja con precisión generando residuo cero", según ha
comentado Muñiz. En concreto, en la actuación se emplea a cerca de 170
personas de las que más de la mitad son trabajadores locales.
La voladura de las calderas ha sido uno de los procesos "más complejos"
del proceso de desmantelamiento de la central térmica Litoral, al
tratarse de un elemento principalmente metálico "muy diferente al de la
demolición de estructuras de hormigón".
Por este motivo, la
voladura de cada uno de estos elementos requiere un análisis exhaustivo
previo. Esto ha permitido el estudio de su estructura, de 13.500
toneladas, de las vibraciones que provocaría su caída, de la secuencia
de demolición, de la dirección de caída, las medidas mitigadoras
necesarias, así como la puesta en seguridad de todos los elementos y
estructuras circundantes.
Para
su demolición se han tenido que realizar 68 perforaciones en zapatas de
la cimentación y 72 debilitaciones en estructuras, y se han utilizado
260 detonadores y 175 kilos de explosivo y 158 cargas de cortes
lineales, lo que ha necesitado un radio de seguridad de 400 metros, ya
que se trata de una estructura de 80,54 metros de alto, con 35,3 metros
de ancho frontal y con 43 pilares.
Por la complejidad de la
infraestructura el empleo de explosivos es el procedimiento más seguro,
ya que permite que una vez la caldera está en el suelo se pueda cortar
con seguridad y preparar para el transporte con maquinaria pesada, lo
que evita tener que hacer trabajos con operarios en altura maximizando
así la seguridad del proceso.
A día de hoy se han producido
alrededor de 76.000 toneladas de residuos que serán gestionados de
acuerdo con la normativa medioambiental, revalorizándose en un 91,5%, es
decir que se obtiene la catalogación de "residuo cero".
Este
"residuo cero" viene acompañado de las donaciones que se han hecho
también a diferentes entidades públicas y privadas de Almería y de toda
España. En total se han donado más de 1.000 elementos que ahora mismo
están viviendo una segunda vida fuera de la que fue su casa durante 40
años.
Tras esta última voladura de la caldera del Grupo 1,
solo queda en pie la nave de tolvas y la cinta que un día transportó el
carbón, para cuya demolición "se analizará el método de ejecución más
oportuno".
El desmantelamiento de
la central térmica Litoral se está llevando a cabo de la mano de la UTE
Lecalde, formada por la empresa almeriense Caldererías Indálicas y la
empresa vizcaína Lezama Demoliciones, especialista en desmantelamientos
industriales.
El equipo humano que está desarrollando los
trabajos de desmantelamiento, actualmente unas 170 personas, procede en
su mayoría de antiguas empresas contratistas o de residentes de
Carboneras y su entorno, alcanzando el 53% de mano de obra local, una de
las premisas de Endesa a la hora de diseñar el proceso de
desmantelamiento de la instalación.
Por ese motivo se han
promovido cursos de formación en Prevención de Riesgos Laborales en
trabajos de desmantelamiento, de la que se han beneficiado 143 personas
de la zona con el fin de promover la contratación local de personal
especializado.
Además, con el objetivo de fomentar la
empleabilidad en la zona, Endesa está desarrollando cursos de formación
relacionados con la construcción y operación y mantenimiento de
instalaciones renovables, un sector en auge por el que la propia
compañía apuesta.
En este sentido se han impartido 1.256 horas
de formación, formando a más de 300 personas del entorno de Carboneras
--25 por ciento mujeres-- y se prevé realizar nuevos cursos de
formación, el último, en operación y mantenimiento de instalaciones
renovables culminará el próximo 29 de marzo.
La Central Térmica Litoral fue construida en el marco del Plan
Acelerado de Centrales de Carbón redactado en 1979 para cubrir las
necesidades de incremento de potencia eléctrica debido al desarrollo
económico que experimentaba España.
La infraestructura se ubica en
1.788.547 metros cuadrados en el término municipal de Carboneras y
estaba compuesta por dos grupos de generación que sumaban 1.159
megavatios de potencia. Cada uno de estos grupos estaba formado por
caldera, turbina y alternador como equipos fundamentales.
La
instalación ha llegado a producir durante su vida útil más de 180.000
GWh, es decir, el consumo energético de Andalucía durante 4 años y medio
y llegó a ser todo un referente cuando, en 2014, se realizaron mejoras
medioambientales que la pusieron a la vanguardia de esta tecnología a
nivel mundial.
La central cuenta con una Terminal Portuaria,
con acceso para el tráfico marítimo en el Mediterráneo y norte de
África, que comenzó su actividad en 1985, tras una inversión de unos 123
millones de euros para su construcción, destinada a la descarga de
carbón para la Central Térmica Litoral.
En el año 2014, y
gracias a un acuerdo con la Autoridad Portuaria de Almería, se llevó a
cabo la inversión para dotar a la Terminal Portuaria de un sistema que
permite cargar buques de entre 10.000 y 15.000 toneladas de capacidad
con destino a otras centrales del grupo Enel en el Mediterráneo, lo que
supuso un incremento de las operaciones de manejo de combustible a
desarrollar en el parque de almacenamiento.
Estas
características y su situación geográfica la convierten en un enclave
único para recibir barcos de gran calado que procedan de cualquier punto
del mundo. Desde su construcción se han manipulado un total de
79.480.191 toneladas de graneles sólidos.
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