lunes, 10 de agosto de 2020

Reino Unido se asegura, tras el 'brexit', el suministro de frutas y verduras con Marruecos




Este diplomático, dinámico y muy presente en las redes sociales, siempre ha tenido a su familia muy presente. Es recurrente que comparta las actividades que realiza junto a sus hijas. La semana que viene cierra esta etapa y se retira a su casa familiar en Francia para que una de sus hijas continúe sus estudios. Enamorado de Marruecos, de su entorno, paisaje y sus puestas de sol, ha sabido adornar todo lo económico y comercial de mucha cultura y educación en estos tres años de máximo representante diplomático del Reino Unido en el país magrebí.

La cooperación bilateral entre Marruecos y Gran Bretaña es dinámica y fuerte, consolidada con un acuerdo post-Brexit firmado el 26 de octubre. Además, no dejará de crecer en el futuro próximo con una excelente inversión en el sector turístico en todo el norte del país, un puente de relaciones con Gibraltar, controlando así ambos lados de El Estrecho; pero al mismo tiempo esas inversiones en Marruecos son la puerta a otros países africanos. De esta manera, los marroquíes cuentan con el apoyo del Reino Unido, que sigue instalando empresas en el Sáhara Occidental, y a las puertas de Ceuta y Melilla.

Con el Brexit, parte de las inversiones de Reino Unido (UK) en la Unión Europa (UE) se dirigen a Marruecos. ¿Podría explicar la naturaleza de ese acuerdo de asociación comercial?
Ya existe un acuerdo significativo en materia agrícola entre UK y Marruecos. Por ejemplo, el 19% del aceite de oliva, el 25% de los tomates, el 60% de las sardinas y el 75% de los frutos rojos que se consumen en UK provienen de Marruecos. La relación comercial entre ambos países es bastante fuerte. El Gobierno británico ha tomado una decisión que tiene que estar ejecutada a final de este año, y eso significa que el Reino Unido tiene que buscar nuevos socios comerciales. Si queremos que el Brexit sea un éxito, estos nuevos socios comerciales tienen que estar bien situados, geográficamente cerca, como Marruecos. Tienen que ofrecer oportunidades comerciales en distintas áreas: agricultura, servicios empresariales, energías renovables, logística, infraestructura… En UK tenemos que estar indagando para encontrar esas oportunidades de inversión. El Brexit quizás nos ayude a detectar opciones que no se habían visto y sea una oportunidad para expandir el país y su capacidad para hacer negocios.

¿Reino Unido mantendrá aranceles 0 a los productos de Marruecos?
Si el Reino Unido hubiera salido de la UE sin un acuerdo, entonces se proponía el debate de que tenía qué hacer el país para asegurarse de que le seguían llegando productos y que permanecía también como un mercado atractivo. Se planteó este arreglo de ofrecer aranceles 0 a una serie de productos, de manera que podría asegurarse de que llegarían de manera muy barata, y la cadena de suministro de UK permanecía intacta. Con este acuerdo de asociación entre UK y Marruecos hay recortes en esas obligaciones aduaneras en una serie de sectores. Por ejemplo, hemos negociado una cuota de tomates que pueden llegar libres de aranceles como parte de ese acuerdo, y son cantidades aproximadamente equivalentes a las que ya estaban siendo importadas hacia UK a través del acuerdo existente con la UE en el pasado.

¿Podría Reino Unido comprar o producir en Marruecos para después exportar?
Claro. Por ejemplo, en Bombardier, una zona franca a las afueras de Casablanca para las industrias aeronáuticas, producen piezas de alas que después se exportan a Belfast donde se ensamblan porque es mucho más barato fabricar aquí, la mano de obra también es más barata. Ese es un modelo que Marruecos apoya cuando hablas con el ministro de Comercio sobre cómo puede el país integrar su economía dentro de la cadena de suministro global a precios más competitivos. Sin embargo, si se pudieran integrar las fábricas de Marruecos en la cadena de suministro nacional de UK y de esa manera poder ofrecer productos de nivel europeo al mercado internacional de una manera más barata, entonces ese sería un modelo que funciona aquí y que podría ayudar a nuestras empresas.

¿Entrarán los productos del Sáhara Occidental en el mercado británico en las mismas condiciones que los de Marruecos? Algunas voces en Reino Unido no están de acuerdo, pero empresas británicas ya están instaladas allí.
El acuerdo de asociación es el mismo que había con la UE, y ese se enmendó después de la decisión de la corte del Tribunal Supremo Europeo. El texto del acuerdo dice exactamente lo mismo. Dejando al margen la política del Sáhara Occidental, lo que me parece importante es que hay gente que vive allí, y que esas personas tienen derecho a tener agua, educación, oportunidades económicas y también una estabilidad política. Y si una empresa británica está proporcionándoles agua fresca, y por lo tanto les está dando un mejor acceso a la sanidad, puede ser bueno independientemente de quien esté a cargo de la política del Sáhara Occidental. Así que cuando hablamos de desarrollo es un derecho humano básico para el Sáhara Occidental y las empresas británicas están encantadas de poder garantizar ese derecho.

¿Y qué hay del turismo internacional que promociona Marruecos en ciudades como Dakhla en el Sáhara Occidental?
La gente que ha estado en Dakhla dice que es muy bonito, yo mismo. Independientemente de la cuestión política, hay mucha gente que vive allí, que necesita unos medios de vida a nivel económico, a nivel de sacar su vida adelante; y no deberíamos permitir que una cuestión política impida esto, o que se impida que los turistas británicos alcancen Dakhla y que se establezca una industria que emplee a gente local y le dé un medio de vida.

En el aspecto político, ¿podría el Reino Unido reconocer el Plan de Autonomía Marroquí para el Sáhara Occidental?
Ahora mismo tenemos un proceso que está teniendo lugar en la Organización de Naciones Unidas, y es un asunto que tiene que ser resuelto por la ONU. Se debe trabajar por una resolución de acuerdo mutuo. La solución tendría que ser justa y duradera. El Reino Unido reconoce los esfuerzos serios y creíbles  por parte de Marruecos. Es algo muy sensible, que va a requerir una negociación en el marco de las Naciones Unidas, y por supuesto nosotros acogemos bien estos primeros pasos y las mesas redondas que había conseguido conformar el Enviado Especial. Reino Unido, como las partes concernientes, deben trabajar por ello, y yo no querría prejuzgar el resultado.

¿Una solución duradera resultaría interesante para las inversiones en la zona?
Bueno, creo que como en todas las partes del mundo. Podemos hablar de los fosfatos del Sáhara Occidental, pero el suelo marroquí ya contiene alrededor del 80% de los fosfatos del mundo. Solo el 1’6% de estos están localizados en el Sáhara Occidental. Hay oportunidades de turismo y de inversión, y creo que las empresas tienen que ver dónde pueden recuperar su retorno en inversión y eso tiene sentido comercial, no es algo que el gobierno británico tenga que dirigir las empresas allí para que lo hagan.

En esa costa, Marruecos y España reclaman las aguas del Océano Atlántico, y al menos una compañía británica ha realizado estudios de los yacimientos.
Bueno, no sé mucho sobre este tema, no sé si se refiere a la refinería en mar abierto. Creo que hay minerales en esa zona. Quizás este no sea el ángulo desde el que me está haciendo la pregunta, pero hay acuerdos internacionales que regulan la minería en el mar. Debemos tener mucho cuidado a la hora de entrar en esas cuestiones. Por supuesto, la demanda de las energías renovables, tener acceso a las baterías de litio, es muy importante pero tenemos que hacerlo de una manera que se respete el medio ambiente. Así que no vayamos a resolver un problema creando otro.

Subiendo al norte, Gibraltar-Marruecos, ¿qué tipo de planes de desarrollo existe en esta alianza a ambas partes del Estrecho?
Hay una oportunidad enorme de comercio, sobre todo a nivel de energías renovables entre Marruecos y Gibraltar. Sería genial ver esa línea de electricidad entre ambos. Tenemos también una vinculación entre el ejército de Marruecos y el de UK, ha habido algunos ejercicios de formación conjunta. Creo que hay muchas oportunidades en ese área. Gibraltar es también un lugar de finanzas y del sector de servicios. Así que creo que hay muchas oportunidades en ese binomio de Marruecos y Gibraltar, y creo que se deben aprovechar. Lamentablemente no estaré para verlo, pero me parece que son unas oportunidades tanto mercantiles como de comercio muy interesantes. Mi primer ministro es muy fan de los puentes, y este es un puente simbólico de la unión de varios pueblos.

El turismo es otra de las oportunidades que Marruecos ofrece a UK en el norte, de Ceuta a Melilla.
Sí, a los turistas británicos les encanta Marruecos, que tiene el segundo número de pernoctaciones más grande y llevan viniendo aquí generaciones. Con el tema de la Covid_19, me he dado cuenta del número significativo de británicos que viven aquí, al menos parte del año. Las energías renovables, la agricultura, la agrotecnología, la logística, la infraestructura y la educación son sectores que son muy interesantes para el futuro en el norte de Marruecos. Antes de irme a Nador, no entendí por qué se estaban dedicando tantos esfuerzos a esa zona, pero cuando fui, me di cuenta que hay un potencial de turismo y necesitamos ese tipo de inversión en el norte porque es una zona con pocos privilegios. Por ejemplo, Alhucemas es preciosa, es una bahía súper bonita con esas montañas detrás, pero para tener turistas en la zona, necesitas inversiones para arrastrarlos allí, infraestructura y personal. Estamos hablando de unos 500 kilómetros de costa mediterránea,, así que entiendo porque se quiere invertir en esa área y se quiere traer empresas como las nuestras para esta región.

Con el post-Brexit, ¿UK mira más hacia Marruecos y África que a Europa?
El Brexit puede significarlo todo, que UK se está abriendo a nuevos mercados dejando atrás otros más antiguos, y que es una oportunidad para revisar la mirada que tenía sobre cuáles deben ser los socios comerciales, con quién tenemos que trabajar, dónde vamos a invertir nuestro tiempo y esfuerzo, y qué países deben disfrutar de un acuerdo de comercio. Esa debe ser la perspectiva post-Brexit, y, por supuesto, esto incluye a África. Es un continente joven. Si vemos el potencial de desarrollo es enorme. Se lo debemos a África pero también nos lo debemos a nosotros mismos, el sacar lo más posible de ese potencial.

Boris Johnson ya dijo: “África es el futuro y UK tiene un enorme y activo papel en ese futuro”. ¿Es Marruecos la entrada de UK al mercado africano?
Sí, por supuesto, he tenido una llamada esta mañana con otros cinco países clave para UK en África, y Marruecos es uno de ellos. Es interesante porque es el único socio no histórico en UK. Tenemos socios más tradicionales y más obvios, como Nigeria, Egipto, Kenia, Uganda y Sudáfrica. El caso de Marruecos es muy distinto porque es parte de los países francófonos, tiene una buena diversificación económica, tiene buenas oportunidades para la economía, pero además tiene también una estrategia de desarrollo en África propia. Nosotros apoyamos a África, y Marruecos le puede dar a UK acceso a nuevos mercados en el continente. Trabajando con consultores marroquíes y colaboraciones con empresas de este país podemos ofrecer asistencia al desarrollo de determinados mercados y generar más empleo en el continente. Hay muchas cosas que Marruecos ofrece a UK en África. Creo que Marruecos hace muy bien en postularse como la puerta al continente africano. Las oficinas de Tánger Med están ofreciendo rutas de exportación por todo el continente. El puerto empezó solo hace diez años y ahora es el número 30 de todo el mundo.

¿El Brexit conduce también la mirada de UK hacia la Commonwealth, la Mancomunidad de Naciones?
Realmente es algo importante para el gobierno británico, es parte de nuestra historia y es parte de nuestro futuro. El Brexit nos da el ímpetu para volver a salir ahí fuera y trabajar más cercanamente no solo con países como Marruecos, sino también con nuestros socios que sí son parte de la Commonwealth en África. Y más allá, con Australia, Canadá, Nueva Zelanda, que están en la Commowealth y que deberíamos ampliar nuestras relaciones con ellos.

¿Cómo ve esta alianza entre España y Francia que está avanzando en la zona del Sahel?
El Sahel es una parte muy inestable del mundo con gobiernos débiles y grupos extremistas que recortan oportunidades. De hecho hay un fenómeno de inmigración muy importante que lleva al tráfico de personas humanas. Creo que colectivamente tenemos no solamente una responsabilidad sino también interés en que se aporte estabilidad en la región del Sahel. UK no está totalmente ausente, tiene helicópteros allí y varios cientos militares, como mínimo 200; y hemos estado enviando ayuda humanitaria a más de 1,5 millones de personas y nuestras fuerzas armadas. Es una región en la que Marruecos tiene un papel muy importante que jugar. Si miramos la geografía, no hace falta ser un genio para darse cuenta de que una zona inestable cerca de una de tus fronteras es algo que va a tener un impacto en tu estabilidad doméstica, así que hemos pensado mucho sobre qué podíamos hacer, y estamos en contacto estrecho con los españoles y los franceses.

¿Qué le parece la situación de Libia y la estrategia allí de Francia y España?
Creo que Marruecos tiene ahí un papel que jugar. Estoy seguro que sirvió de ayuda en las negociaciones. Es un país que puede hablar a las distintas partes de este conflicto. Y, por supuesto, nosotros apoyamos totalmente el esfuerzo de las Naciones Unidas en esta zona. Tiene que ponerse fin a la crisis que hay en Libia, y tenemos que encontrar una solución política, pero es muy importante que todos los países respeten y implementen el embargo armamentístico de las Naciones Unidas.

La actividad frenética de cerrar acuerdos ha continuado incluso durante el confinamiento por la Covid_19, en material de sanidad y educación.
Exacto. Una de las cosas que nos ha enseñado la Covid es que la educación es fundamental. Y que si uno se organiza bien con el tema educacional prepara al país para el futuro. Hemos sido capaces de desarrollar el colegio británico, implantar la educación a distancia, dar acceso digital a la biblioteca, trabajar con el British Council, y firmar un acuerdo entre la universidad de Mohamed VI y la Universidad de Coventry que establecería una facultad de enfermería conjunta . También tenemos ahora acuerdos en el sector privado entre un laboratorio de investigación de UK y uno marroquí para aumentar esa cooperación en el sector sanitario. Esto me lleva al discurso de Su Majestad del año pasado en el que destacó la educación y la sanidad como prioridades, y creo que los resultados actuales demuestran el enfoque y también el hecho que estos dos países tienen mucho potencial para trabajar juntos.

El jueves deja Marruecos después de tres años como embajador y hasta el último momento está manteniendo reuniones… ¿Cuál es la evaluación de este periodo que finaliza?
Yo diría que Marruecos era un socio perdido para el Reino Unido. No estábamos realmente presentes entre los primeros puestos en los ámbitos cultural y comercial. Simplemente, hacíamos una lectura de esas relaciones en términos de seguridad. Esto me pareció una relación que tenía una naturaleza inestable, así que trabajé duro para que se ampliara y fortaleciera también en lo cultural. No teníamos colegios británicos y ahora tenemos cuatro, teníamos un socio universitario y ahora tenemos dos, con otros dos que están de camino. Entonces teníamos 650.00 turistas y antes de la Covid_19 ascendían a 750.000. Durante estos tres años en el sector de intercambios culturales y deportivos, tuvimos visitas de equipos de polo, remos y de fútbol, chefs y expertos en vino, expertos académicos, vino la orquesta nacional de Gales, el London Community Gospel Choir, recibimos la visita por lo menos de 12 ministros y por supuesto tuvimos el viaje real del año pasado.. Yo creo que UK ahora tiene un perfil más alto, y la profundidad y la amplitud de la oferta británica está mucho más reconocida que hace tres años. Hemos cambiado de manera significativa las relaciones bilaterales, pero hay muchísimo potencial, muchísimas oportunidades, y a mí me gustaría pensar que esto solamente es el principio de este viaje.


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