jueves, 5 de marzo de 2020

Los fallecidos por el coronavirus no pueden ser sometidos a tanatoplastias ni estar expuesto su cadáver

MADRID.- Un documento oficial del Ministerio de Sanidad, con fecha del pasado 2 de marzo, especifica el protocolo a seguir y, por tanto, qué hay que hacer y qué no desde el mismo momento que una persona con coronavirus fallece, en principio, en una sala de aislamiento. Para empezar, nada de tanatoplastias

Por ejemplo, los familiares y amigos que quieran despedirse lo podrán hacer pero sin tocar el cadáver ni las superficies o enseres que pudieran estar contaminados y siempre, como el personal sanitario que estuviera atendiendo al enfermo, con el equipo de protección individual puesto (mascarillas, guantes, bata impermeable...).
El cadáver se ha de llevar cuanto antes al depósito con personal también debidamente protegido. Allí, como se hace en el resto de ocasiones, el cadáver se introduce en una bolsa sanitaria que será «estanca y biodegradable». Si el cierre es de cremallera, se sellará con pegamento. El objetivo es que la bolsa sea totalmente estanca.
El transporte al tanatorio también se deberá hacer con medidas de precaución, informando a las personas que lleven el cadáver y desinfectando después el vehículo y al cadáver no se le podrá hacer ninguna intervención de tanatoplastia, es decir, los familiares aunque lo pidan no podrán hacer que se «arregle» al cadáver para el momento del velatorio que, por otra parte, se hará siempre con el ataúd cerrado y el cadáver dentro de una bolsa impermeable y sellada.
Ni el féretro debe ser especial ni se debe optar por la incineración preferentemente ya que el cadáver también puede ser enterrado. Si se opta por la incineración, las cenizas pueden ser manipuladas «sin que supongan ningún riesgo».
El protocolo explicita también que, en principio, no es recomendable hacer autopsia a las personas que hayan muerto por el Covid-19 aunque la infección no estuviera totalmente confirmada. Aún así, si se hiciera, el ministerio establece unas medidas especiales para reducir al mínimo la posibilidad de contagio de los profesionales con equipos de protección y solo realizando ciertas técnicas para biopsiar los órganos.
El director del Centro de Emergencias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, ratificó que no está prohibido hacer autopsias a los fallecidos por coronavirus o incluso a las personas sospechosas de serlo pero que el manejo se debía de hacer siguiendo el protocolo. «Los profesionales sanitarios conocen este protocolo y cómo hacerlo y son muy precavidos», aseguró.

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