miércoles, 13 de noviembre de 2019

Las inundaciones costeras amenazan a los residentes en la costa de Valencia al Cabo de la Nao


MADRID.- Cerca de 330.000 personas que viven en los primeros 10 kilómetros de costa en España (entre ellas, unos 290.000 españoles y 40.000 extranjeros) están amenazadas de sufrir los efectos de una inundación severa en el litoral cada 10 años, sobre todo en la Comunidad Valenciana y Cataluña.

Así se recoge en el informe 'Población en riesgo de inundación en España en la franja de los primeros 10 kilómetros de costa', elaborado por el Consejo General de los Colegios de Mediadores de Seguros y el Observatorio de Sostenibilidad, y presentado este miércoles en una rueda de prensa en Madrid.
El acto fue conducido por el geógrafo y climatólogo Jonathan Gómez Cantero, y contó con las intervenciones del presidente de la Escuela de Negocios de Seguros Cecas, Javier Barberá; el director del Observatorio de Sostenibilidad, Fernando Prieto, y el director de proyectos del Observatorio de Sostenibilidad, Raúl Estévez.
El informe detalla las ciudades y los pueblos costeros en riesgo sobre láminas de inundación (zonas que quedarían anegadas por el agua) por precipitaciones en periodos de 10, 100 y 500 años, y sobre la superficie artificial. Los periodos de retorno se refieren al tiempo medio de que se produzca una inundación severa con total seguridad.
Barberá destacó que los daños por inundaciones en la costa española serán "cada vez mayores". 
"No podemos evitar lo siniestros, sí podemos paliar sus consecuencias", sentenció.
Estévez presentó los principales datos del informe y destacó que los efectos de las inundaciones “se van a hacer cada vez más intensos”. 
Según el estudio, unas 328.340 personas que viven en los primeros 10 kilómetros de costa española (entre ellas, cerca de 40.000 extranjeros) están afectadas por inundaciones cada 10 años de media, cifra que se eleva a 677.960 en 100 años y 977.208 en 500 años.
En cuanto a las regiones, la Comunidad Valenciana es la más perjudicada por esas catástrofes naturales, cuyos efectos llegarían a 149.512 personas en una década, es decir, casi mitad (un 45,5% del total). Cataluña ocupa el segundo lugar, con 75.457 personas afectadas (un 23,0%).
Por provincias, Valencia ocupa el primer lugar con 126.943 personas expuestas al riesgo de inundaciones cada 10 años, lo que supone un 38,7% del total.
Las superficies artificiales situadas en áreas con riesgo de inundación ascienden a 7.100 hectáreas en una década.
Las áreas con más superficie artificial inundable en un decenio son de Empuriabrava a Santa Margarida (Gerona), con 391,53 hectáreas; la Costa de Marina Alta (Alicante), con 366,40 hectáreas, y Gijón (Asturias), con 286,16 hectáreas. 
El tramo con mayor acumulación de riesgo sobre las áreas urbanizadas costeras se extiende entre el sur de la ciudad de Valencia y el Cabo de la Nao, con más de 1.500 hectáreas.
El riesgo es más elevado en el Mediterráneo y el Atlántico sur, mientras que desciende en las provincias costeras gallegas.
En la costa cálida, la mayor parte de las áreas artificiales en riesgo de inundación se deben a la construcción impulsada por el sector turístico inmobiliario, mientras que las superficies con alto riesgo en la costa norte se sitúan en zonas urbanas históricas más consolidadas y tradicionalmente asentadas en el fondo de valles fluviales.
Para realizar el estudio se ha tenido en cuenta la cartografía sobre ocupación del suelo del Instituto Geográfico Nacional; las láminas de inundación por precipitaciones calculadas en 10, 50, 100 y 500 años, según el Ministerio para la Transición Ecológica (es decir, zonas que deberían inundarse por las máximas lluvias esperables en esos plazos temporales), y las secciones censales de población sobre usos residenciales de la tierra en 2018.
Este trabajo es el de mayor detalle de impacto publicado hasta ahora en España sobre inundaciones y el primero del nuevo Servicio de Documentación de Riesgos Vinculados al Calentamiento Global del Consejo General de los Colegios de Mediadores de Seguros.
Por otro lado, Prieto desgranó las recomendaciones del estudio para reducir el riesgo de exposición a inundaciones, entre ellas impulsar una etiqueta de calificación de edificios según su potencial inundable, como ocurre actualmente para evaluar las casas o los electrodomésticos desde el punto de vista energético.
Otros consejos son informar a la población afectada, la retracción de la superficie urbanizada ilegal o irregularmente y revisar planes urbanísticos aprobados para minimizar el peligro, comprender el impacto del cambio climático en estos fenómenos e implantar soluciones basadas en la naturaleza, sobre todo aguas arriba de los puntos críticos de impacto sobre las áreas urbanas, como la recuperación de las lagunas de inundación, meandros abandonados, aumentar la dimensión de los cauces y renaturalizar los ríos.

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