ALMERÍA.- La compañía Distribuidora Uribe S.A. y la
mercantil Supermercados Super Olé, junto con otras tres empresas más del
Grupo Uribe, han entrado en concurso voluntario de acreedores después
de dar cuenta al Juzgado de lo Mercantil de Almería del estado de
"insolvencia" en la que se encuentran las empresas para las que se ha
solicitado la tramitación acumulada del concurso, lo que afecta a más de
300 trabajadores e implica a 784 acreedores.
Los socios del grupo de empresas familiares aluden dicha situación
al estado de la economía en general y "a la de los supermercados en
particular" dado que "a la fuerte crisis del sector" se añade "una
crisis particular" dado que la cadena "no puede llegar a los márgenes
comerciales, incluso por debajo de coste, de las grandes superficies de
la competencia en el sector de la alimentación".
Así, declara pérdidas en el ejercicio de 2011 "que se están
consolidando en el presente ejercicio, con deudas sociales y fiscales
abultadas", por lo que además ha tenido que presentar varios expedientes
de regulación de empleo (ERE) en las empresas del grupo. Con el
concurso voluntario, también se ha presentado un plan de viabilidad y ha
pedido el cierre de algunos centros de almacenaje, la contratación
externa de la distribución y el cierre y la enajenación de algunos
supermercados, que gestiona en régimen de alquiler.
Los socios afirman en su solicitud que Distribuidora Uribe tiene
vinculación con las mercantiles Inmobiliaria Uribe, Gestión Inmobiliaria
Uribe, Supermercados Super Olé y Super Olé Levante, que también han
entrado en concurso. En este sentido, afirma ser cabecera de grupo de
otras empresas como Cash Uribe Norte, Cash Uribe Poniente, Mini Store y
Super Cash Uribe; todas ellas afectadas por el proceso y por lo que se
procede a la acumulación de concurso.
No obstante, el juez señala que no procede la consolidación de
masas, sin perjuicio de lo que resulte de la tramitación del
procedimiento concursal, ni tampoco el nombramiento de un administrador
concursal único para los cinco concursos acumulados, pese a estimar que,
en caso de que se realizara la petición para que así resultara, lo
acordará el propio juez "en la medida en que ello resulte posible",
según avance el procedimiento. En cualquier caso, aclara que este
extremo no se ha solicitado por los socios, quienes manifiestan que "la
actividad está separada".
El Grupo Uribe está dedicado a través de sus diferentes empresas a
la explotación de una cartera de supermercados en Murcia y Almería así
como a la distribución de productos que explotan sus filiales.
Igualmente, sus empresas de corte inmobiliario están relacionadas con la
tenencia de inmuebles para alquilar a los supermercados, reconocido
como "verdadero objeto social del grupo".
En el caso de Supermercados Super Olé, el juez aprecia que existe
una situación de desbalance derivado de un activo de 6,2 millones de
euros --que no incluye bienes inmuebles-- y un pasivo de 6.218.803
euros. No obstante, afirma que los datos aportados en la demanda sobre
márgenes comerciales "no son del todo ciertos" porque a consumo de
camaderías, en el año 2010, de 22 millones de euros le corresponden unas
ventas de casi 30 millones. Así, estima que con cinco millones de
gastos de personal "la sociedad podría estar dando beneficios", salvo
por la existencia de una partida de tres millones correspondiente a
externacionalización de servicios.
Igualmente, aprecia cómo en 2011 los márgenes comerciales "se
estrechan" pero vuelve a reflejarse dicha partida de
externacionalización de servicios "que la sociedad habrá de explicar" ya
que es la que "hace que la sociedad se encuentre ya en fondos propios
negativos". Asimismo, apunta que los ratios de liquidez son
"notoriamente bajos" de forma que, con un pasivo a corto plazo de más de
seis millones de euros "es difícil que se paguen con fondos líquidos de
menos de 100.000 euros". A esto se añaden deudas de 738.000 euros con
la Administración tributaria y deudas sociales por encima del millón de
euros.
Se impone también la entrada en concurso de Super Olé Levante, que
gestiona los establecimientos de Murcia, tras establecer que, aunque
existe "cierta confusión" con los datos aportados por los que "parece
que no hay situación de desbalance" y que los márgenes comerciales "no
son del todo ciertos"; sí se registran pérdidas que superan los 44.000
euros en 2011 y un pasivo corriente de 1,5 millones.
En cuanto a Distribuidora Uribe, constituída en 1983, se observa
un cierto desbalance en sus cuentas --con un activo de 16.185.000 euros y
un pasivo de 16.185.354 euros--. Según el juez, la sociedad "no se
sostiene desde el punto de vista financiero" puesto que "en todas las
cuentas anuales los gastos de aprovisionamiento son superiores a las
ventas".
Inmobiliaria Uribe, que al igual que Gestión Inmobiliaria Uribe
carece de empleados, presenta una situación de desbalance en sus cuentas
pese a que las cuentas dan a conocer una situación de beneficio salvo
en el primer trimestre de este año. No obstante, aprecia que la
situación de la concursada matriz --Distribuidora Uribe-- y de las
empresas de supermercados "incidirá negativamente" en la marcha del
negocio inmobiliario, que "arrastará".
Para Gestión Inmobiliaria Uribe, las cuentas anuales presentan una
situación de beneficio empresarial salvo en el ejercicio 2011 y 2012,
de forma que en este último ya ha entrado en causa de disolución. Tanto
esta empresa como la anterior resultan ser "fiadoras" de los
supermercados.
La memoria de la presentación del concurso especifica que
Distribuidora Uribe es la continuadora del padre de los socios actuales,
que se dedicó a la distribución en tiendas de salazones. Después abrió
una primera tienda en Albox. En consecuencia, la cabecera es
aún distribuidora al por mayor que domina a otras distribuidoras, que no
han solicitado la declaración de concurso.
El problema está claro, el negocio inmobiliario, el de la codicia y el enriquecimiento rápido, ha contaminado y lastrado al negocio alimentario y, en este caso, lo ha hecho naufragar. Son los daños colaterales de la burbuja inmobiliaria. Lo de siempre, zapatero a tus zapatos. Ahora ya no valen excusas.
ResponderEliminar