Según manifestó la entidad en una nota, el margen de intereses aumentó un 15,9 por ciento, el margen bruto un 10,7 por ciento y el margen de explotación un 18,8 por ciento hasta superar los 345 millones de euros, si bien el resultado neto fue de 68,7 millones, un 47,6 por ciento menos, por las provisiones efectuadas de acuerdo con la política de máxima prudencia y en previsión de futuros ejercicios.
En su presentación del informe de gestión, el consejero delegado, Juan de la Cruz Cárdenas Rodríguez, definió estos resultados como "satisfactorios" para un año que ha estado marcado "por el control y la gestión de la morosidad"; y en el que, pese al escenario adverso, el Grupo Cooperativo Cajamar "incrementó sus recursos propios, mejoró su eficiencia y elevó su solvencia".
Asimismo, el consejero delegado manifestó que para 2010 los objetivos son "continuistas", ya que se pretende consolidar y ampliar el grupo con la incorporación de más entidades como la alicantina Petrer, que tomará su decisión el próximo 16 de abril, y "mantener un modelo de crecimiento basado en la rentabilidad, la solvencia y la calidad de servicio, apoyando a los socios y clientes y prosiguiendo con la concesión de créditos, especialmente a las empresas y familias".
Las intervenciones tanto del presidente de Cajamar Caja Rural, Antonio Pérez Lao (en la imagen), como del consejero delegado ante los delegados asistentes a la asamblea en representación de los 600.000 socios de la entidad han hecho especial referencia a la constitución del Grupo Cooperativo Cajamar, promovido por Caja Campo, Caja Rural de Casinos, Caixa Albalat y la propia Cajamar Caja Rural, y que en 2009 se convirtió en el primer grupo consolidable de crédito cooperativo y primer SIP autorizado en nuestro país por el Banco de España.
Pérez Lao incidió en que las cajas rurales "no pueden permanecer ajenas" sino que "deben anticiparse a la reestructuración del sistema financiero y a las nuevas exigencias del entorno regulatorio, que van a precisar la asignación de mayores recursos humanos y técnicos para dar cumplimiento a la normativa que está por llegar".
En su opinión, la situación obliga a una "reflexión profunda" sobre el modelo de las cajas rurales, a la necesidad de asegurar el futuro concentrando el negocio y las políticas de gestión y de control de riesgos, solvencia y liquidez; todo ello con el aporte de "más valor, más capacidad y más creatividad" a los socios y clientes.
Por otra parte, el presidente de Cajamar Caja Rural anunció hoy la compra del edificio Gobelas, ubicado en Paseo de la Castellana, número 87 de Madrid, en donde en los próximos meses se trasladará la sede institucional y de negocio en Madrid.
La operación se realizó en noviembre del pasado año, aunque ha sido hoy cuando se ha dado a conocer en el transcurso de la Asamblea General que la entidad ha celebrado en Almería. Se trata de un edificio de más de 3.000 metros cuadrados que se encuentra en la zona de negocios de Azca, junto a El Corte Inglés, BBVA y Torre Picasso, y que tiene una gran presencia en el Paseo de la Castellana, en las cercanías del estadio Santiago Bernabeu.
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