jueves, 12 de noviembre de 2009

Expertos almerienses enriquecen el aceite de oliva con ácidos Omega 3 y 6 de plantas terrestres

ALMERÍA.- Un grupo de investigadores de la Universidad de Almería (UAL), pertenecientes al área de Tecnología de los Alimentos, se encuentran desarrollando un proyecto con el que enriquecen el aceite de oliva con triglicéridos estructurados que contienen ácidos grasos Omega-3 y Omega-6, por sus propiedades preventivas ante múltiples patologías derivadas de procesos inflamatorios, cáncer o depresión, entre otros.

En una nota, Andalucía Innova explicó que los ácidos grasos Omega-3 y Omega-6 son denominados esenciales ya que no son producidos en cantidades suficientes por el organismo humano, sino que deben ser incorporados mediante una adecuada alimentación. Asimismo, añadió que se designan ácidos de cadena larga, ya que están constituidos por 20 o 22 átomos de carbono, los cuales se extraen principalmente del aceite de pescado y de ciertos microorganismos.

Según mencionó el investigador responsable del proyecto, Luis Guil Guerrero el pescado supone una fuente de obtención de estos ácidos "no renovable", por lo que propuso como alternativa la utilización de los precursores de dichos ácidos como complementos alimenticios.

El proyecto, considerado de Excelencia por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa en la convocatoria de 2006 e incentivado con 127.000 euros, apunta a que sus precursores más eficientes se diferencian de los ácidos Omega-3 y Omega-6 en el número de carbonos, ya que presentan cadenas de 18 átomos.

Entre ellos, destacan el ácido estearidónico y el gamma-linolénico, los cuales proceden de semillas de algunas plantas terrestres, como por ejemplo, la onagra (Oenothera biennis), la borraja (Borago officinalis) y las viboreras (Echium spp.).

La elección del aceite de oliva, rico en ácido oleico (Omega-9), como excipiente de los precursores Omega-3 y Omega-6 supone equilibrar y complementar los distintos tipos de ácidos grasos y, además, desempeña funciones nutricionales y fisiológicas vitales para la salud.

Otra ventaja obtenida por el uso de ácidos esenciales derivados de plantas terrestres es que se encuentran libres de contaminación, ya que en la grasa procedente del pescado se detectan ciertas concentraciones de metales pesados.

El estudio ya ha producido dos patentes y un gran número de publicaciones en revistas científicas de elevado impacto y apunta al diseño de lípidos estructurados mediante tecnologías limpias y mínimamente invasivas.

"En un aceite es tan importante o más la ubicación de los ácidos grasos esenciales dentro de las moléculas que la cantidad existente de los mismos", indicó Guil, quien añadió que los lípidos estructurados diseñados en la UAL poseen tres moléculas de ácido grasos. El trabajo se ha centrado en asegurar que el ácido graso beneficioso se encuentre en la posición idónea con el fin de asegurar su asimilación por el organismo.

Actualmente, este estudio se encuentran en su última fase donde se está utilizando el aceite de oliva, aportado por la empresa Olivar del Desierto, como "vehículo natural" de los triglicéridos estructurados desarrollados en la UAL.

"Las cantidades diarias recomendadas son tan minúsculas que para su ingesta debe utilizarse un excipiente como vehículo", explicó otro de los investigadores adscritos al proyecto, Miguel Ángel Rincón.

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