El ex jefe de los abogados del Estado de Almería, Demetrio Carmona del Barco, ha quedado
formalmente imputado en el sumario de la "Operación Tres Reyes",
acusado de un presunto delito de extorsión.
Las fuentes consultadas han informado que la declaración de Carmona en presencia de la juez y la secretaria del Juzgado, se prolongó durante una hora y veinte minutos. Carmona, siempre según las mismas fuentes, ha respondido ampliamente a todo cuanto se le ha preguntado, especialmente en hechos o supuestos sustentados en grabaciones telefónicas realizadas por la Guardia Civil.
La mayoría de las preguntas han girado en torno a tres asuntos concretos, que no han sido revelados por estar bajo secreto.
En las declaraciones de esta mañana no estuvo presente la representante del ministerio fiscal, y la instructora no permitió a Carmona salirse del eje central de la investigación. Rechazando en ese contexto que, en ese mismo acto, hiciese entrega de abundante documentación que avalaría, según Carmona, la existencia de una trama criminal organizada, que se habría marcado como objetivo, entre otras cosas, su cese al frente de la Abogacía del Estado de Almería, tras 25 años en el puesto. El día 30 de enero pasado se formalizó oficialmente su caída.
No obstante, la juez admitió que podría presentar dicha documentación, ordenada, en el momento procesal oportuno; esto es cuando se levante el secreto y procedan las partes personadas.
Papeles que entran y salen
Gran parte de esa documentación, asegura el abogado del Estado, no ha sido la primera vez que entra en un despacho institucional.
El día que Carmona y Pepe Abad (el conseguidor amigo del PP, en prisión) visitaron a Amat en la Diputación, ya la llevaba Demetrio en su carpeta. No hizo falta entregársela, cuenta, ya que Amat la rechazó argumentando que hacía años que le conocía, que confiaba plenamente en él y que sabía que todo cuanto le contaba era la verdad. También entraron esos papeles en el despacho del sub delegado del Gobierno, Andrés García Lorca; el mismo que les comentó que trasladaría el asunto a la delegada del Gobierno y a Gabriel Amat. García Lorca solo tomó notas.
Esos papeles estuvieron a punto de llegar a otro despacho, su destino final: el del ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón; entrevista que nunca llegó a materializarse por el estallido de la operación y que se estaría gestando con el apoyo de Gabriel Amat . Los papeles entraron esta mañana en el juzgado, pero deberán esperar para que sean foliados y sellados en la causa con dos presos.
Junto a Carmona también ha quedado imputado, por los mismos motivos, su amigo, abogado y socio Rogelio Vargas y el socio de éste, Ángel Morales. Su declaración ha sido muy breve, no más de diez minutos.
La juez tampoco le ha permitido al abogado del Estado extenderse en su memorial de agravios por el trato recibido tras su detención por parte de los agentes actuantes de la Guardia Civil. Que literalmente le quitaran de las manos un rosario con el que rezaba en la puerta de los calabozos de la Comandancia; fue quizás el momento más humillante de todos.
Carmona confiesa que sale satisfecho tras su declaración ya que cree que hoy ha empezado a demostrarse ante la Justicia que él ha sido objetivo y víctima al mismo tiempo en la Operación Tres Reyes, tras la que se ocultaría una compleja trama que le persigue desde hace años.
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