HUELVA.- Al cierre de la campaña fresera tres de las mujeres contratadas en
origen en el marco del programa Gecco para la temporada agrícola en
Huelva volvieron a Marruecos para continuar trabajando en los tres
negocios --pastelería artesanal, confección de alfombras y engorde de
ganado-- de las nueve cooperativas que ya han despegado y se encuentran
en funcionamiento y que han conseguido poner en marcha gracias al plan
de codesarrollo impulsado por la Diputación de Huelva, la empresa
Agromartín y la Fundación Cepaim.
Se trata, según ha indicado
la Diputación en una nota, de negocios que se han puesto en marcha desde
que se inició el programa, que cumple este 2025 su tercera edición, y
que se dirige a favorecer el emprendimiento y la autonomía de las
mujeres, contribuyendo además al desarrollo de sus lugares de origen.
Desde su arranque en 2023 hasta ahora, un total de 20 mujeres han
sido seleccionadas para recibir formación empresarial específica para
iniciar un proyecto y, de las once que se han formado este año, se van a
seleccionar entre seis y once propuestas.
"El carácter
transformador del programa, su carácter innovador, es lo que más nos ha
hecho apostar por él, porque la apuesta se centra en un aspecto muy
importante, en la capacitación de las mujeres que son contratadas en
origen para desarrollar las labores agrícolas en nuestra provincia", ha
explicado la diputada de Bienestar Social, Carmen Díaz Soriano.
La diputada, que ha visitado las instalaciones de la firma agrícola en
el municipio de Lepe, ha considerado "todo un acierto" la alianza
tripartita que está detrás del plan.
"Contamos con la empresa, de donde
nace la idea y que además es el vehículo que nos hace poder desarrollar
el proyecto, y tenemos a Cepaim. Entre la Diputación, con la
coordinación del área de Cooperación Internacional, la Fundación y
Agromartín hay un nexo común, un pilar fundamental para las tres partes,
que son las personas", ha remarcado.
Díaz Soriano ha
destacado el impacto "positivo" del programa en el lugar de origen de
las emprendedoras.
"Las mujeres somos motores del cambio y gracias a
este proyecto estamos favoreciendo la transformación económica y social.
Estas mujeres van a ser referentes para las niñas de sus lugares de
origen", ha manifestado.
Para la responsable de Administración
de Agromartín, Isabel Martín, el origen del plan es un gesto de
"gratitud".
"Nosotros queríamos ver cómo podíamos agradecer su labor a estas mujeres, que dejan todo en su país por venir a España y estar con nosotros, y se nos ocurrió que la mejor forma era ayudarlas a emprender, que tuvieran la oportunidad".
Durante su trabajo en la campaña agrícola
reciben formación aquí, en España, una vez que finalizan su jornada
laboral, y cuando regresan a su país, se les da formación allí mismo y
se les ayuda a ejecutar el plan de negocio", ha explicado.
La
directora de Cepaim en Andalucía, Elena Hernández, ha destacado la
importancia de fomentar y activar la participación de las personas
migrantes tanto en su lugar de trabajo como en Marruecos "para que se
conviertan en agentes claves de desarrollo social y económico".
"Aquí se
pide mano de obra, pero no llegan máquinas, llegan personas, y estas
mujeres vienen con aspiraciones, necesidades e inquietudes, a las que se
da respuesta para que, una vez que retornan a su lugar de origen,
tengan herramientas para transformar su entorno", ha manifestado.
La Fundación Cepaim acompaña a las mujeres contratadas en origen y
seleccionadas por Agromartín para las acciones formativas y su
participación en planes de empresa, en las que se contemplan varios
módulos desde el mismo comienzo --plasmando la idea de negocio sobre
papel--, con el asesoramiento en España.
En Marruecos se cuenta con un
socio local para hacer el acompañamiento y el seguimiento de la
implementación de la idea de negocio aprobada por la comisión conjunta
Diputación de Huelva, Fundación Cepaim y empresa Agromartín.
Para Rhzala El Marzouki, que ha abierto una panadería artesanal,
seguir viniendo a España a trabajar en la campaña tiene una "importante
motivación".
"Tengo a mi hija en una escuela de formación de hostelería y
lo que gano aquí, en Huelva, lo voy a invertir en ella y, en el futuro,
poder formar las dos parte de un negocio en el que tenemos la ilusión
de poder ser un poco más grandes, trabajar para nosotras y, por qué no,
algún día podré tener más beneficios y me quedaré en Marruecos", ha
señalado.
Jemaa El Majdoubi ha constituido en su localidad una
cooperativa que confecciona alfombras. "La zona donde resido es muy
conocida por esta actividad, que he ido aprendiendo de mis abuelas y de
mi madre y precisamente de ahí salió la idea de tener este negocio".
Tras las charlas formativas que ha recibido, ha relatado, que ha aprendido a conocer las fases para ser "una mujer emprendedora".
"Me
siento motivada y sin miedo para afrontar el negocio con ganas y poder
seguir hacia adelante".
Por su parte, Saida El Houti ha
explicado que desde que empezó a venir a la campaña fresera en la
provincia de Huelva tenía pensado iniciar un pequeño proyecto en su
país, ya que vive en una zona rural y tiene un par de vacas, por lo que
su idea era que "lo que ganara en la campaña, lo invertiría en agrandar
el negocio familiar".
"El objetivo de venir yo aquí es invertirlo para que mi marido y mis hijos puedan tener un trabajo en mi país. Tengo muchísimas ganas de seguir, ganas de venir a trabajar a la campaña para poder ahorrar un poco más y poder agrandar el negocio con más ganado", ha explicado.
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