ALMERÍA.- El alcalde de Carboneras, Salvador
Hernández (Gicar), ha mostrado este sábado su "respeto" por la decisión
del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), en la que da la
titularidad a la Junta de Andalucía de los terrenos sobre los que se
levanta el hotel de Azata del Sol en El Algarrobico, en el término
municipal de Carboneras, ante lo que ha destacado que "es una pieza más
del puzzle del culebrón de El Algarrobico".
Así lo ha manifestado este sábado el primer edil,
cuando ha asegurado que, desde el Ayuntamiento, "se encuentran a la
espera del resto de decisiones judiciales para ver qué actuaciones
llevan a cabo".
No obstante, Hernández ha señalado que, al margen de las
"ilegalidades" que se hayan podido acometer en este asunto, "llegados a
este punto, el menor daño que se haría a la sociedad y los ciudadanos
sería abrir el hotel".
"Es una barbaridad que la Junta de Andalucía haya subvencionado la
construcción de este hotel y ahora quiera demolerlo", esto es, "donde
dijo digo, digo Diego", ha asegurado el alcalde de Carboneras, quien ha
apuntado que "es una pieza más del puzzle del culebrón del hotel de El
Algarrobico", que lleva más de siete años paralizados "sin producir
nada", "nada más que daño a la imagen de Andalucía y del pueblo, por la
inseguridad jurídica creada", ha añadido.
De esta manera, Hernández ha insistido en que la construcción del
hotel se inició con un gobierno socialista, tanto en el Consistorio como
en la Administración autonómica, así como que él ostenta la Alcaldía de
Carboneras desde 2011. Es por ello que ha aseverado que "este culebrón
forma parte del pasado socialista".
Estas declaraciones surgen a tenor de la resolución del TSJA, en la que el Alto Tribunal ha dado
validez al derecho de retracto ejercido por la Junta de Andalucía sobre
cinco fincas propiedad de Azata y ha establecido que el suelo es, por
tanto, de titularidad pública. Desestima, así, el recurso que elevó a la
Sala de lo Contencioso-Administrativo el Ayuntamiento de Carboneras a
la espera de resolver otros dos en el mismo sentido interpuestos por
Azata SL y por Azata del Sol, constructora del hotel.
Las fincas fueron adquiridas por parte de la Administración
autonómica por 2,3 millones de euros a la promotora en septiembre de
2006 con el objetivo, según indicó el entonces presidente del Gobierno
andaluz, Manuel Chaves, de restaurar la zona para devolverla al estado
anterior a su construcción y de hacer "desaparecer" el establecimiento
de una veintena de plantas y 411 habitaciones. Contra esta decisión aún
cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo (TS).
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