RABAT.- Islamistas y miembros de la extrema izquierda están tratando de extender el malestar en Marruecos bajo el disfraz de protestas democráticas, dijo el ministro de Comunicaciones el lunes después de que la víspera la policía reaccionara violentamente a las manifestaciones prohibidas en todo el país.
Jalid Naciri, que es también portavoz gubernamental, habló después de que la policía antidisturbios hiriera a docenas de activistas del Movimiento 20 de febrero, que desafiaron la prohibición en la capital, Rabat, y en ciudades importantes como Casablanca.
"No quieren una reforma democrática", dijo. "Las autoridades tuvieron que tratar con personas que usan el Movimiento 20 de febrero para servir a la agenda de tres grupos. Su objetivo es matar la democracia. El Movimiento 20 de febrero tiene que ser prudente".
La violencia pareció mostrar una línea gubernamental más dura contra el movimiento de protesta, que se ha vuelto más desafiante desde que las manifestaciones empezaron en febrero pero que aún tiene que atraer un apoyo público masivo.
Las protestas eran en respuesta a la llamada del Movimiento 20 de febrero, una red inconexa liderada por jóvenes de varias ideologías, en su mayoría islamistas e izquierdistas. Mucho están afiliados a partidos políticos autorizados.
Apoyado principalmente en Internet, el grupo está presionando al rey Mohamed VI para que establezca una monarquía parlamentaria y garantice la plena independencia judicial, entre otras cosas.
"Del centenar de protestas que tuvieron lugar en Marruecos el domingo, hemos registrado problemas en cinco ciudades: Rabat, Casablanca, Tánger, Fes y Oujda. Las demás transcurrieron pacíficamente", añadió Naciri.
Naciri no detalló los problemas, que dijo que estuvieron causados por miembros del grupo islamista prohibido Justicia y Caridad, por el partido de izquierdas Acercamiento Democrático y por el grupo Salafista Yihadí, que ha sido objeto de drásticas medidas de seguridad gubernamental desde los atentados suicidas en Casablanca en 2003.
En respuesta a las protestas, el soberano anunció en marzo que iba a modificar la Constitución para ampliar los derechos democráticos y más independencia de los jueces. Una comisión tiene previsto anunciar un borrador el mes próximo.
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