miércoles, 23 de febrero de 2011

El plan para Palomares se centra en limpiar el suelo contaminado

MOJÁCAR.- La delegación mixta integrada por funcionarios de EEUU y España que esta visitando este miércoles las tres zonas contaminada por radioactividad en Palomares (Cuevas del Almanzora, Almería) y en Villaricos ha trasladado que la decisión sobre qué hacer y cómo almacenar los residuos de plutonio y americio "no se está tomando en estos momentos" y han precisado que los técnicos de ambos países se centran en la actualidad en rehabilitar el suelo y reducir los 50.000 metros cúbicos de tierra contaminada a tan sólo 6.000 metros cúbicos.

   Así lo han asegurado en declaraciones a los periodistas el director general del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), Cayetano López, y el agregado de prensa de la Embajada de EEUU en España, Jeffrey Galvin, quien ha asegurado que la intención de su gobierno es "seguir colaborando" para "tratar de llevarlo a una solución aceptable" por parte de las autoridades españolas aunque ha declinado detallar cuál será esa solución ya que "no son decisiones que estamos tomando en estos momentos".
   Por su parte, López ha explicado que la presencia en Palomares de expertos en remediación de suelos contaminados estadounidenses significa un paso más en el desarrollo de la segunda fase de un proceso "muy largo" que comenzó con la "caracterización" detallada del terreno en 2008, que continúa con un plan de limpieza que contempla la rehabilitación y para el que van a contar con "la experiencia" de los expertos estadounidenses, y tras el cual --ha añadido-- habrá que "discutir por supuesto con las autoridades norteamericanas sobre los residuos y el almacenaje".
   Antes de dirigirse junto a la delegación española integrada por una docena de personas y la estadounidense encabezada por el director de la Oficina de Salud, Seguridad y Protección del Departamento de Energía, Glenn Podonsky, hasta la 'zona cero' de Palomares que abarca unas 41 hectáreas de terreno, ha señalado no existe "riesgo" al estar la zona "acotada" y el "acceso limitado".
"Solo existiría peligro si se remueve la tierra ya que la contaminación está en el subsuelo aunque está vallado y protegido", ha resaltado el máximo responsable del Ciemat.
   En la comparecencia previa a la reunión de trabajo de segunda jornada de una agenda que se prolongará hasta este viernes, Galvin ha destacado que la decisión acerca de cuál va a ser el destino final de los residuos que se generen de la limpieza del suelo es "política" y se adoptará "entre gobiernos", un extremo que también ha recalcado López al reiterar que el plan se haya en su "segunda fase".
"No son decisiones que estemos tomando en estos momentos. EEUU va a seguir colaborando en este asunto para llevarlo a una solución aceptable para España", ha asegurado el portavoz de la Embajada.
   La citada segunda fase contempla una planta, aún piloto, para el tratamiento de la tierra donde se han detectado diferentes niveles de contaminación y a través de la cual se pretende compactar para reducir su volumen de 50.000 a 6.000 metros cúbicos. Entre las actividades programadas, esta la visita a la citada planta por parte de los miembros de la delegación, según ha explicado el director general del Ciemat, quien ha valorado la "experiencia y los conocimientos" que aportarán los expertos estadounidenses en este ámbito y que, ha ahondado, "necesitamos" pese a tener "datos suficientes" para abordar el plan de rehabilitación.
   La visita de la delegación estadounidense ha incluido un recorrido por las zonas que se conocen como una y dos, ubicadas en el núcleo urbano de Palomares, y una tercera localizada en la vecina Villaricos, donde los niveles de radioactividad son sensiblemente inferiores. De las cuatro bombas que cayeron del bombardero de la US Air Force, dos se fragmentaron y ardieron liberando al exterior parte del plutonio que contenían.
   El Gobierno español ha expresado su deseo de que las autoridades norteamericanas acepten llevarse la tierra contaminada que queda en la zona, ya que en territorio español se carece de infraestructuras para enterrar ese tipo de residuos.
   La actividad técnica que se está desarrollando estos días es la continuación de la colaboración entre los dos Gobiernos durante los últimos 40 años y fue asunto de discusión durante la visita a Madrid del vicepresidente Joe Biden en mayo de 2010 y durante el encuentro mantenido en Washington, en julio de ese mismo año entre delegaciones de ambos países. También la ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Trinidad Jiménez, abordó la cuestión recientemente con su colega estadounidense, Hillary Clinton, en Washington.
   Organizaciones ecologistas urgió en enero la puesta en marcha de un plan de limpieza en lo que ha calificó como "una carrera contra el tiempo" y advirtieron que la citada situación "empeora y empeorará" si no se ejecutaban las operaciones para lograr la descontaminación de 51.000 metros cúbicos de suelo, que se prolongarían un máximo de dos años con un presupuesto de alrededor de 25 millones de euros, según el diseño del Ciemat.
   En 2006, este organismo recibió el encargo para implementar un Plan de Investigación Medioambiental de vigilancia radiológica tras la expropiación del terreno y la firma de convenio entre el Gobierno español y el Departamento de Energía de Estados Unidos. El mismo órgano realizó la supervisión continua de las personas y del medio ambiente en toda la zona mediante exámenes médicos y dosimetría interna por bioeliminación de la población y controles de muestras ambientales de todo tipo, que han arrojado valores en un rango de normalidad y que no suponen riesgo radiológico significativo.

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