BRUSELAS.- Los europeos se culparon el lunes unos a otros sobre el origen de un misterioso brote bacteriano que ha causado la muerte de 14 personas y ha dejado a cientos enfermos en todo el continente.
Rusia prohibió las importaciones de algunas hortalizas frescas procedentes de España y Alemania por temor a que pudieran estar contaminadas.
En Austria, las autoridades enviaron inspectores a los supermercados para asegurarse de que las hortalizas españolas que supuestamente estaban contaminadas fueron retiradas de las estanterías, mientras que en Italia los Carabinieri del país fueron puestos en estado de alerta desde el sábado para que detengan las importaciones de alimentos presuntamente contaminados procedentes de España, Holanda y otros países europeos.
Pia Ahrenkilde Hansen, una portavoz de la Unión Europea, dijo que las autoridades alemanas han identificado pepinos procedentes de las ciudades españolas de Almería y Málaga como las posibles fuentes de contaminación, y que un tercer lote sospechoso, exportado por Holanda o Dinamarca a Alemania, también está siendo investigado.
En Alemania, que ha registrado la mayoría de las infecciones y las 14 muertes, las autoridades dijeron que por lo menos algunos pepinos españoles estaban contaminados con E. coli enterohemorrágica (ECEH), pero que aún no han podido determinar la fuente exacta.
"Hemos encontrado en los pepinos los así denominados patógenos ECEH, pero eso no quiere decir que sean responsables de todo el brote", dijo Andreas Hensel, presidente del Instituto Federal de Evaluación de Riesgos de Alemania en declaraciones a la televisora ZDF.
Un funcionario de la UE que habló bajo condición de anonimato debido a las regulaciones vigentes, dijo que la cadena de transporte es larga y que los pepinos procedentes de España podrían haberse contaminado en cualquier punto de la ruta.
Las autoridades dijeron el domingo que se han registrado al menos 467 casos de infección intestinal en la ciudad alemana de Hamburgo, entre ellos 91 casos del más grave síndrome urémico hemolítico, pero los funcionarios enfatizaron el lunes que el número de casos nuevos de diarrea estaba disminuyendo.
España, por su parte, pasó a la defensiva, diciendo que no hay pruebas de que el brote de E. coli haya sido causado por hortalizas españolas.
El secretario de Estado de España para Asuntos Europeos, Diego López Garrido, dijo que Madrid podría tomar medidas contra aquellos que acusen sin fundamentos a su nación.
"No se puede atribuir el origen de esta enfermedad a España", dijo López Garrido a los periodistas en Bruselas. "No hay ninguna prueba y por eso vamos a pedir cuentas a aquellos que han acusado a España por este asunto".
Las autoridades austriacas enviaron inspectores a 33 supermercados especializados en productos orgánicos para asegurarse de que las hortalizas españolas sospechosas de contaminación hayan sido retiradas de las estanterías.
La decisión se produjo después de un retiro del mercado y una prohibición a la venta de pepinos, tomates y berenjenas españoles entregados a tiendas en Austria por empresas alemanas.
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