viernes, 31 de julio de 2009

Chaves impone su criterio: las fusiones de cajas de distinta autonomía, sólo entre socialistas

MADRID.- El vicepresidente tercero del Gobierno para la Cooperación Territorial, presidente del PSOE y ex presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, ha asumido un gran protagonismo en la configuración del nuevo mapa financiero en España, especialmente en lo que se refiere a las cajas de ahorros, según publica hoy el digital 'Capital Madrid'.

Desde la Junta de Andalucía promovió, hasta el día que fue reclamado por Zapatero para desbloquear la cuestión autonómica, la caja única bajo el liderazgo de Braulio Medel y Unicaja. Ahora desde La Moncloa y Ferraz, Chaves ha logrado imponer su criterio sobre el mapa de cajas.

José Antonio Griñán, su sucesor en la Junta de Andalucía; Guillermo Fernández Vara, en la Junta de Extremadura; y José María Barreda, en la Junta de Castilla La Mancha, han aceptado un principio impuesto por Chaves: sólo se aceptarán fusiones entre cajas de diferentes comunidades autónomas si se trata de autonomías gobernadas por el PSOE.

Esta tesis tiene una segunda derivada: solamente se aceptará que una caja perteneciente a una autonomía gobernada por el PSOE participe en una fusión con entidades de ahorro de zonas no socialistas si lleva la voz cantante en el proceso.

Traducido al román paladino, Chaves, omnipresente siempre en Andalucía esté donde esté y ocupe el cargo que ocupe, da la bendición (o al menos el "nihil obstat") a la compleja operación alternativa a la única caja andaluza. Frente al tridente Unicaja-CajaSur-Caja Jaén, la opción CajaSol (Andalucía), Caja de Badajoz y Caja de Extremadura, que previamente se fusionarían entre sí en septiembre cuando acabe el proceso de renovación de órganos de gobierno y el relevo en la presidencia, y Caja Guadalajara (Castilla La Mancha). Esta entidad o CajaSol, todavía en solitario, tratarían de optar por Caja Castilla La Mancha una vez finalice la intervención del Banco de España.

Al mismo tiempo, esos presidentes de comunidades autónomas se conjuran para impedir, como hizo Griñán en su momento, intentos como el de CajaSur de echarse en manos de CajaMurcia (de la Región de Murcia y, por tanto, gobernada por el enemigo) antes de dejarse engullir por Unicaja.

El rotundo veto de la Junta de Andalucía y la negativa del Vaticano a poner dinero del óbolo de San Pedro para contribuir al saneamiento de la caja controlada por el Cabildo de la Catedral de Córdoba, junto a la negativa de las otras dos entidades de ahorro de la Iglesia (la aragonesa CAI y CajaCírculo de Burgos) a protagonizar una fusión virtual, torcieron la resistencia de los canónigos de CajaSur.

El mensaje es claro: las cajas de ahorros de comunidades autónomas socialistas sólo participarán en procesos de fusión suprarregionales si van a llevar la voz cantante. Esto hace más sencillo el dibujo del nuevo mapa de las cajas de ahorros en España.

Pero al mismo tiempo complica algunos movimientos. Por ejemplo, el futuro de las cajas gallegas, en manos del PP, donde Caixanova no quiere una fusión con Caixa Galicia, a la que tampoco le convence la operación. Pero Castilla León (también PP) parece caminar hacia la caja única, lo que dificulta la expansión territorial.

Un panorama similar sucede en la Comunidad Valenciana, donde Bancaja y CAM no quieren saber nada de fusionarse entre ellas. Pero CajaMurcia tampoco quiere ser engullida por alguna de sus vecinas.

Y Cataluña ha preferido la opción de arreglar el problema entre ellas, sin dejar resquicio a que se cuele en alguna de las operaciones en marcha alguna foránea. En el País Vasco, BBK parece abordar primero el rescate de alguna caja en dificultades fuera para tener más argumentos de cara a encabezar la integración de las tres entidades de ahorro vascas.

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