ANTEQUERA.- La Consejería de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía ha publicado
el volumen 'Los monumentos megalíticos de Antequera (Málaga): una
propuesta biográfica', de Coronada Mora García. El libro ofrece una
"novedosa y atractiva" aproximación a las tres grandes construcciones
megalíticas antequeranas: Menga, Viera y El Romeral, al trazar la
biografía de estos bienes, reconocidos como Patrimonio Mundial de la
Unesco desde 2016, estableciendo vínculos entre sus etapas
constructivas, sus usos y las interpretaciones sociales que se hicieron
de ellos a lo largo del tiempo.
"Los dólmenes de Menga y Viera
y el tholos de El Romeral conforman uno de los conjuntos megalíticos
más extraordinarios de Europa. Su investigación, desde perspectivas
científicas innovadoras, permite incrementar nuestro conocimiento,
ofreciendo herramientas, datos y propuestas para orientar nuestras
acciones de salvaguarda, preservación y difusión", ha señalado al
respecto de este trabajo la consejera de Cultura y Deporte, Patricia del
Pozo, en una nota.
En este sentido, Del Pozo ha resaltado la
importancia de los avances refrendados en este trabajo "que han
contribuido notablemente a completar el discurso de la exposición
permanente del Conjunto Arqueológico de los Dólmenes de Antequera".
El volumen, que cuenta con un amplio despliegue documental y gráfico
-tanto de imágenes históricas, como de ortofotos, alzados, planimetrías,
cuadros de datos, esquemas y bibliografía- parte de la tesis doctoral
homónima, defendida por esta investigadora de origen onubense en la
Universidad de Sevilla.
A pesar de los múltiples trabajos de
investigación llevados a cabo desde mediados del siglo XIX en los
dólmenes de Menga --cuya primera excavación se produjo en 1842- 47--,
Viera --descubierto en 1903--, y el tholos de El Romeral --descubierto
en 1904--, así como de las importantes campañas para la puesta en valor,
restauración e intervención arqueológica del monumento, impulsadas en
los últimos 80 años, lo cierto es que este conjunto megalítico aún
adolecía de la falta de un trabajo que tuviera como objeto de estudio
trazar su biografía integral, desde su génesis por los pobladores
neolíticos hasta nuestro presente.
Este es el hueco que ha
venido a cubrir esta publicación que, de manera sistemática, da
respuesta a preguntas tan significativas como qué se transforma y qué se
mantiene en el conjunto megalítico, cuándo tienen lugar estos procesos,
cómo y por qué se materializaron los cambios y las permanencias de sus
estructuras y, sobre todo, a qué creencias y prácticas se deben.
A lo
largo de sus casi seis mil años de historia, relacionando sus
estructuras con las creencias, tradiciones y memorias colectivas creadas
en torno a ellos, la doctora en Arqueología, Coronada Mora García, ha
identificado hasta once etapas biográficas en los megalitos de Menga,
Viera y el Romeral.
Etapas a las que, según ha detallado la
Junta, suma un estadio previo, o cero, caracterizado por la ocupación
neolítica inicial del espacio, concentrada en las elevaciones del
terreno entre los siglos V y el IV milenio ANE (Antes de Nuestra Era).
La primera de las etapas referenciadas por la investigadora alude a
los 1.500 años que transcurren entre la erección y los primeros usos de
estos monumentos dentro del Neolítico Final y la Edad de Cobre --desde
mediados del siglo IV hasta finales del milenio III ANE--, demostrando
que las arquitecturas megalíticas no permanecieron estáticas, sino que
fueron transformadas al mismo ritmo que lo hacían las creencias de las
distintas generaciones.
Por su parte, la última etapa
biografiada por la doctora correspondiente a los siglos XIX y XX, Mora
García, refleja el incremento paulatino del número de actuaciones
arqueológicas, restauraciones y puesta en valor de los monumentos y su
entorno, al convertirse en un foco de atracción para investigadores
internacionales especializados en la Prehistoria, y hasta 1985, fecha en
la que, una vez transferidas las materias de Patrimonio Histórico a la
Junta de Andalucía, se multiplicaron las intervenciones para su
salvaguarda, investigación y difusión.
Entre ambos grandes
momentos, siguiendo el "novedoso" trabajo de esta historiadora, se
despliegan nueve etapas biográficas, en las que se sucedieron distintas
fases constructivas de los colosales monumentos pétreos, así como
diversos usos funerarios y rituales, funciones de carácter sagrado, su
conversión en fuentes de suministro de material lítico, y sus primeras
referencias escritas (en las que figuran mencionadas como cuevas de
refugio de los primeros pobladores), entre otros usos y
transformaciones.
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