martes, 18 de noviembre de 2025

BBVA Research prevé que Andalucía crezca un 3,2% en 2025 y un 2,3% en 2026 con el turismo como motor

 SEVILLA.- El servicio de estudios de BBVA ha estimado que el incremento del PIB de Andalucía en 2025 podría situarse en el 3,2%, por encima del avance previsto para el conjunto de España (3,0%). La solidez del empleo, el dinamismo del consumo privado y el buen comportamiento de las exportaciones de servicios, con el turismo como motor, estarían sosteniendo la actividad. Para 2026, BBVA Research prevé una moderación del crecimiento hasta el 2,3%.

Con este perfil, a finales de 2026 el nivel de PIB podría situarse 12 puntos por encima de 2019, y la tasa de paro reducirse hasta una media del 15% en 2025 y del 14% en 2026, y entre 2024 y 2026 podrían crearse alrededor de 180.000 empleos, según ha informado la entidad bancaria en una nota de prensa.

Según el informe 'Situación Andalucía. Segundo semestre de 2025' de BBVA Research, presentado este martes por el economista jefe de BBVA Research para España, Miguel Cardoso, junto al director territorial Sur de BBVA, Francisco Javier Jerez, la economía andaluza mantiene un avance sólido, "claramente por encima del promedio de la eurozona".

De cara a los próximos trimestres, la menor inflación, la mejora de las rentas salariales, la caída de los tipos de interés, el buen comportamiento del empleo en el sector de la construcción, la inversión apoyada por fondos europeos, el aumento del gasto en defensa y unos presupuestos autonómicos que apoyarán el avance de la demanda interna podrían seguir impulsando el crecimiento.

Entre los riesgos, tal y como ha señalado la citada nota de prensa, han destacado la incertidumbre de política económica y arancelaria, así como posibles efectos de la apreciación del euro sobre la competitividad exterior.

A esto hay que añadir la falta de recuperación de la industria, el cuello de botella que supone la falta de vivienda a precio asequible en ciertas ciudades, la escasez de mano de obra en algunas profesiones o el bajo crecimiento de la productividad.

Este año, el avance de la afiliación regional se sitúa por encima del promedio nacional. Las áreas urbanas de Málaga y Sevilla lideran el aumento del empleo, mientras que la agricultura sigue mostrando un comportamiento más débil.

El dinamismo del sector público, las actividades profesionales y el comercio está compensando la moderación del empleo agrícola e industrial. En conjunto, el crecimiento del mercado laboral regional podría resultar en mantener un crecimiento medio trimestral en torno al 0,6% entre julio y diciembre, similar al observado en el primer semestre de este año.

Además, el sector servicios "mantiene el tirón, aunque con menor intensidad que en 2024". Tras crecer un 24% el año pasado, el gasto con tarjetas de extranjeros en TPV de BBVA en Andalucía se modera, pero todavía avanza un 10,4% en el acumulado hasta octubre, frente al 6,5% en España.

En turismo nacional, el gasto presencial de clientes de BBVA no residentes en la región se desacelera levemente del 6,3% en 2024 al 5,1% en lo que va de 2025. El consumo de los hogares andaluces también crece, apoyado en la mejora de las rentas salariales reales. El gasto total con tarjeta aumentó un 11,2% en 2024 y avanza un 8,9% en lo que va de 2025, con especial protagonismo de las compras en grandes superficies, ocio, restauración y hogar.

Por el contrario, la industria andaluza se mantiene por debajo de los niveles de 2019. Los bienes intermedios y la energía muestran un comportamiento más débil, mientras que los bienes de equipo son el único segmento con algo de dinamismo. Las exportaciones de bienes registran un descenso del 1,5% interanual en el acumulado hasta agosto, lastradas por la caída de la demanda externa y por menores ventas en energía y bienes de equipo.

En cambio, la construcción aporta señales positivas: los visados de vivienda nueva crecen un 10,9% interanual en los ocho primeros meses de 2025 y los créditos hipotecarios aumentan un 35% en el año, anticipando una mejora de la inversión residencial en 2026.

Entre los factores que apoyarán el crecimiento se encuentran la caída en los precios del petróleo y el avance de las energías renovables, que mejoran la competitividad y el poder adquisitivo de los hogares.

La inflación media anual se mantendría en torno al 2%, en línea con el objetivo del Banco Central Europeo. Además, los salarios pactados en convenio crecerán por encima del 3%, reforzando el consumo privado.

La reducción de los tipos de interés permitirá que sectores intensivos en financiación, como la construcción y el inmobiliario, mantengan su dinamismo. En este contexto, los visados de obra no residencial repuntan y la afiliación en el sector aumenta alrededor del 1,5% intertrimestral en los primeros meses del año.

La economía andaluza también muestra una mayor capacidad de crecimiento del sector servicios, apoyada en el avance de la inmigración y los aumentos de la productividad por hora trabajada. El peso del turismo y las actividades empresariales vinculadas a la digitalización y la energía están impulsando la inversión y el empleo de mayor valor añadido, ha incidido la entidad bancaria.

La política fiscal también apoyará al crecimiento Hasta septiembre de 2025 se han licitado y concedido en Andalucía 6.690 millones de euros ligados al Plan de Recuperación (3,1% del PIB regional de 2024). La Junta de Andalucía prevé para 2026 un aumento del gasto público por encima del PIB nominal, reforzando plantillas en sanidad y educación, y manteniendo rebajas fiscales.

Este margen presupuestario, junto con una deuda moderada, permite a la comunidad afrontar con solidez los retos de la transición digital y energética.

Según BBVA Research, la ejecución de los fondos europeos podría acelerarse hasta completar el 100% de las inversiones financiadas con transferencias antes de agosto de 2026 en el escenario más favorable. Esto impulsaría el crecimiento a medio plazo y contribuiría a una mejora estructural de la productividad y el empleo en la región.

Por otro lado, aunque Andalucía se encuentra en una senda de expansión, todavía afronta algunos desafíos. La apreciación del euro podría afectar a la competitividad exterior, mientras que el repunte de los precios de la electricidad desde abril añadiría tres décimas a la inflación y restaría una décima al crecimiento del PIB en 2025.

Además, la recuperación del sector del automóvil sigue siendo lenta y el mercado de la vivienda mantiene tensiones por falta de oferta, especialmente en áreas urbanas. La escasez de mano de obra en algunos sectores, como la construcción y determinados servicios, limita la productividad y eleva los costes laborales.

El sector agrario, "clave para la comunidad", ha logrado estabilizarse tras superar los peores efectos de la sequía, y el valor añadido agrario recuperó niveles previos en 2024 y los 'stocks' de aceite de oliva se han normalizado tras una campaña de 1,4 millones de toneladas, aunque los precios más bajos limitan los avances de la rentabilidad de los productores.

Andalucía encara los próximos años con una economía más equilibrada, un crecimiento sostenido y una base sólida para seguir reduciendo las brechas en empleo y renta per cápita. Con una inflación contenida, una financiación más favorable y una correcta ejecución de los fondos europeos, la región tiene capacidad para seguir avanzando hacia un desarrollo más sostenible e inclusivo, ha informado BBVA.

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