CARBONERAS.- El ex alcalde de Carboneras, Felipe Cayuela (PP), que fue
desalojado con una moción de censura pocos meses después del inicio del
mandato, ha registrado su petición para pasar al grupo de no adscritos
en el Ayuntamiento que lidera Salvador Hernández (C's) y otros cinco
concejales del PP, tras haber denunciado supuestas "irregularidades" ante
la justicia.
Así lo ha trasladado en un escrito tras
formalizar ante el Consistorio carbonero su petición que se hará
efectiva en el pleno ordinario de finales del mes de julio, de modo que
aún formará parte de las filas del PP en la sesión extraordinaria de
este viernes que prevé, entre otros asuntos, someter a votación la
revisión de la licencia de obras del hotel de El Algarrobico en base a
la resolución judicial que ve "vicios de nulidad" en la misma.
Si bien el PP presentó una instancia para la expulsión de Cayuela en
octubre del pasado año, la misma no llegó a tramitarse hasta el final,
por lo que el ex primer edil formaba parte del grupo municipal del PP. No
obstante, no fue designado para ser dotado de competencias en el
gobierno local, del que quedó apartado.
Es ahora cuando el
concejal ha decidido abandonar las filas del PP "por coherencia y por
convicción" en "los acontecimientos que han tenido lugar en el
Ayuntamiento".
"Lo que inicialmente fueron discrepancias políticas o
administrativas, se han transformado en graves irregularidades que he
tenido la obligación de denunciar", ha aseverado.
En este
sentido, ha dado cuenta de los "numerosos recursos administrativos y
contencioso-administrativos" que ha presentado ante la composición del
gobierno local, lo que se suman a una denuncia ante la Fiscalía "al
apreciar indicios de delitos como la prevaricación o la malversación de
caudales públicos".
"Entre los hechos más graves se encuentra
la utilización de un concejal 'tránsfuga' para acceder a la Alcaldía, su
nombramiento como concejal delegado con sueldo y dedicación exclusiva, y
la emisión de informes jurídicos por parte de un abogado externo, con
el aval de un funcionario que no tenía competencia legal para ello, e
incluso que se encontraba jubilado desde hacía meses", ha enumerado.
Estas acusaciones, según Cayuela, se han desarrollado "en un clima
cada vez más irrespirable, marcado por la opacidad en la gestión, la
aprobación de presupuestos con deficiencias legales y contrataciones
irregulares".
Según considera, sus cinco ex compañeros de
partido "han aceptado sin reparos estas prácticas, integrándose
plenamente en un gobierno que ha renunciado al respeto por la
legalidad", sentido en el que se ha visto en la "obligación ética y
jurídica" de "denunciar las irregularidades que observo y de actuar con
responsabilidad, sin dejarme condicionar por lealtades partidistas".
Con ello, ha anunciado que continuará con su labor fiscalizadora como
concejal no adscrito "con la misma firmeza, independencia y coherencia
que me han guiado siempre".

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