MADRID.- La Asociación de Promotores
Constructores (Apce) cree que es "necesaria" la construcción de 120.000
viviendas nuevas para cubrir la demanda actual que existe en España.
La patronal calcula en 115.000 unidades, 15.000 más que en 2018, la
tasa de visados para vivienda nueva a final de año, lo que considera "un
buen dato" para el sector.
No obstante, el presidente de la patronal, Juan Antonio
Gómez-Pintado, ha ligado este lunes el sostenimiento de este ritmo de
entrega anual de viviendas nuevas a una mayor liberalización de suelo
público por parte de las administraciones, una reducción del coste
burocrático y una agilización de la concesión de licencias urbanísticas.
Al respecto de la nueva ley hipotecaria y las nuevas condiciones para
la concesión de hipotecas que entró en vigor a medios de junio,
Gómez-Pintado se ha quejado este lunes en un encuentro informativo del
retraso de 2 y 3 meses que ha producido dicha ley en las escrituras de
viviendas nuevas.
Ha vaticinado que estos retrasos
"van a continuar" y ha apuntado que esta nueva ley favorece solo a las
compraventas de viviendas de segunda mano.
"El
sistema es muy mejorable", ha agregado Gómez-Pintado, quien ha abogado
por "recuperar la normalidad para que las viviendas se entreguen en las
fechas previstas".
Para conseguirlo, se ha mostrado
partidario de no tener que esperar a obtener la licencia de primera
ocupación y poder operar solo con el certificado final de obra
concedido.
El presidente de la patronal ha asegurado
que, por el retraso desde junio, se va a producir un traslado de los
datos a finales de año "para una cifra más fidedigna de lo que ha
acontecido" en las transacciones de viviendas nuevas.
La patronal evaluará y comunicará a cierre del ejercicio sus
conclusiones del impacto económico que han producido los citados
retrasos.
Las críticas de la Apce se han dirigido también contra la ley de contratos de financiación.
El máximo representante de esta asociación ha opinado que esta ley "no
está pensada para la entrega de grandes promociones" y ha indicado que
"complica las subrogaciones" de los bancos sobre operaciones de grandes
bloques de viviendas.
Gómez-Pintado ha insistido en
que asistimos a una "conveniente normalización" de los precios de la
vivienda y "no a una caída, con porcentajes de subidas ahora menores".
Ha criticado la actual "escasez de suelo finalista" y ha puesto el foco
del sector al que representa en la "necesaria modernización" desde el
punto de vista de la digitalización y a la "falta de acceso" de los
jóvenes a la vivienda.
Sobre esta última cuestión, ha
apuntado que hasta 2030 se construirán 1,8 millones de nuevas viviendas
para atender a la "demanda disgregada" entre los jóvenes y el fenómeno
migratorio, lo que tendrá, ha dicho, "consecuencias políticas a futuro".
Con respecto a los compradores internacionales y las consecuencias para
el sector de un brexit sin acuerdo, el presidente de la patronal ha
aclarado que el impacto para su sector "será bastante reducido y
comedido".
Ha cifrado la venta de viviendas para
extranjeros a finales de año en 8.500 unidades de un volumen de 530.000
transacciones, unas 4.500 menos en total, y ha considerado que se trata
de un "problema más provincial que general".
Según su
criterio, al aplicación de un brexit duro tendría un impacto en las
"provincias clásicas" de compraventa por parte de los extranjeros, y ha
citado a la Comunidad Valenciana, Baleares y Canarias.
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