MADRID.- El gobernador del Banco de España,
Pablo Hernández de Cos, ha considerado hoy que el actual contexto de
"menor dinamismo económico" hace "más probable" que se prolongue el
período de bajos tipos de interés, con lo que la rentabilidad de la
banca se verá sometida a una presión a la baja "adicional".
En su intervención en unas jornadas financieras organizadas por KPMG y
Expansión, De Cos ha explicado que, en este entorno macroeconómico, los
bancos deben "perseverar" en mejorar la calidad de sus balances, elevar
sus niveles de eficiencia y solvencia y redoblar sus esfuerzos para
mejorar su reputación.
"La revisión a la baja de las perspectivas económicas
globales es el principal argumento que justifica un cierto deterioro del
balance de los riesgos para la estabilidad del sistema financiero
español", ha dicho.
Según las últimas previsiones,
revisadas a la baja recientemente por la entidad, la economía española
crecerá un 2 % en 2019; un 1,7 % en 2020 y un 1,6 % en 2019.
Y "este menor dinamismo económico puede tener implicaciones negativas
tanto para las valoraciones de los activos financieros y reales como
para las rentas de los agentes, incrementando sus niveles de
endeudamiento".
De Cos cree, asimismo, que en España,
las políticas económicas deben centrarse en reducir las
vulnerabilidades que todavía se mantienen en nuestra economía, como el
endeudamiento público y exterior, y en incrementar el crecimiento de
medio y largo plazo a través de la implementación de las reformas
estructurales adecuadas.
Y en este contexto, ha
añadido, "sería deseable que, tras las elecciones, se conformara un
Gobierno estable que redujera la incertidumbre sobre el curso futuro de
las políticas económicas, diera un nuevo impulso a las reformas
estructurales y retomara el proceso de consolidación fiscal".
En cuanto a la política macroprudencial, ha considerado que debería
enfocarse en reducir la potencial generación de riesgos que puedan
afectar a la estabilidad financiera y en la acumulación de colchones que
puedan utilizarse en eventuales escenarios macroeconómicos más
adversos.
También ha abierto la puerta a la
posibilidad de que se active el colchón anticíclico (CCA) -que es una
reserva de capital que las entidades deben acumular en periodos de
bonanza para reforzar su solvencia- en 2021.
De
momento, el Banco de España ha decidido mantenerlo en el 0 % durante el
cuarto trimestre de 2019, pero, en el caso de que se confirmen las
previsiones sobre el escenario central de la economía española, a
principios de 2021 "diversos indicadores de referencia superarían los
umbrales de activación".
En cualquier caso, De Cos ha
recordado que si se activa este instrumento macroprudencial, las
entidades de crédito afectadas contarían con un plazo de doce meses para
cumplir con el requerimiento.
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