martes, 8 de octubre de 2019

El Santander involucrado en el mayor escándalo bancario del Reino Unido

LONDRES.- El escándalo de los PPI ha afectado a 2.7 millones de clientes del Santander en Reino Unido, hecho por el que la entidad presidida por Ana Patricia Botín ha tenido que provisionar 1.800 millones de libras para indemnizarlos, según Diario 16.

Payment Protectión Insurance (PPI). Así es como está denominado el mayor escándalo bancario de Reino Unido. Todo viene de la venta de un seguro de protección de pagos vendido junto con préstamos no garantizados, tarjetas de crédito e hipotecas. Se comercializó indiscriminadamente a consumidores que conforme a las cláusulas no podían reclamarlo.
Los bancos que vendieron los PPI recibían una comisión de hasta el 87% de las primas pagadas por el cliente, de forma que, por ejemplo, el banco que vendía una póliza PPI con un coste de 10.000 libras se embolsaba 8.700 de comisión. Los PPI representaban más de una tercera parte de las ganancias de la banca en los años de su comercialización masificada, lo que le hacía un producto muy rentable para las entidades bancarias a costa de sus clientes.
Los reguladores británicos declararon su ilicitud y obligaron a todos los bancos involucrados en el fraude que comercializaron indebidamente a indemnizar a los clientes afectados. La suma de las indemnizaciones superaría los 53.000 millones de libras (59.511 millones de euros). Su venta ha sido calificada por algunos medios ingleses como «estafa». Según el grupo de expertos y el foro de servicios financieros New City Agenda el coste de las indemnizaciones es cinco veces mayor que el de los Juegos Olímpicos celebrados en 2012 en Londres.
El Santander, que es uno de los bancos involucrados en el escándalo, se ha visto obligado a provisionar para indemnizar a sus clientes afectados 1.800 millones de libras y el total podría ascender a más de 2.200 millones. El fraude ha afectado a 2.7 millones de clientes del Santander en Reino Unido.
El escándalo ha vuelto a la actualidad porque, a finales del pasado mes de agosto, finalizó el plazo de los clientes afectados para presentar sus reclamaciones. El sistema informático del banco presidido por Ana Patricia Botín se colapsó el último día ante la avalancha de reclamaciones de sus clientes.
Durante este último plazo el Santander ha sido acusado por los supervisores británicos por haber llevado a cabo actuaciones tratando de reducir la cantidad a pagar a sus clientes afectados, intentando impedir o dificultar sus reclamaciones, eliminando a las compañías profesionales de gestión de reclamaciones de sus comunicaciones con los clientes ante la mayor dificultad para éstos de responder dentro de los límites de tiempo establecidos por el banco. 
Las acusaciones se refieren a no haber enviado recordatorios a los afectados y al envío de información inexacta a los clientes. Ante la actuación del Santander con sus afectados el regulador británico, la Autoridad de Competencia y Mercados (CMA), ha obligado al Santander a nombrar un auditor independiente para que supervise el proceso de reclamación.
Adam Land, director de análisis comercial y financiero de la CMA dijo que «Es inaceptable que algunos bancos no proporcionen recordatorios de PPI, o envíen recordatorios inexactos, ocho años después de que nuestra orden entró en vigor» y añadió que no era la primera violación cometida por el Santander.
En alguno de los casos que han sido denunciados el banco llegaba a hacer creer a los clientes que la contratación del seguro era obligatoria. Durante muchos años en España los bancos comercializaron hipotecas junto con seguros similares al PPI (seguros de vida para amortización de préstamos y los complementarios seguros de protección de pagos de préstamos) y otros como seguros de daños sobre el inmueble hipotecado, con la advertencia de que si no eran contratados con las entidades afines o propias del banco prestamista los préstamos no serían concedidos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario