ALMERÍA.- Los socios del Grupo TPM, uno de los fabricantes mundiales de plástico agrícola con mayor presencia e inversión en el exterior, ha aprobado este miércoles por unanimidad llevar a cabo una ampliación de capital en la que no participará el socio mayoritario Gumar, que representa en torno al 67 por ciento de la empresa, de forma que se inicia un periodo preferencial para los socios con el que se pueden acceder a la absorción por compra de sus acciones.
Así lo ha trasladado el responsable de FIA-UGT de Almería, Edo Rodríguez, quien tras la protesta de esta mañana junto con otros 230 compañeros de las fábricas Plastimer y Macresur, en Almería, y Torres Film Plastic, en Torrent (Valencia), ha mantenido una reunión con el director del Grupo TPM, Lorenzo Espinosa, quien ha trasladado este situación ante él y el resto de miembros de los comités de empresa de las marcas almerienses.
La decisión, en la que han participado siete de la treintena de socios que tiene la sociedad anónima y que reúnen el suficiente cuorum, conlleva que a partir de este momento son los socios, "preferentemente los de carácter financiero" entre los que se hallan Cajamar y Caja Granada, los que pueden hacerse con el control mayoritario de la empresa, ya que de lo contrario, se presentaría la liquidación de la misma ante un juez.
"Ahora es cuando vamos a empezar a pasarlo mal", ha advertido Rodríguez, quien ha ahondado en la difícil situación que se plantea a los trabajadores, ya que durante las últimas semanas, la principal financiera, que es Cajamar, ha ofrecido apoyo económico sólo en caso de que la sociedad anónima se conforme como cooperativa, algo que para los empleados es "incongruente" dado que la empresa adeuda a sus proveederes 2,2 millones de euros.
Junto a esto, Rodríguez ha indicado además que el Grupo TPM ha anunciado que a partir de este momento se darán "dificultades" para pagar las futuras nóminas de los empleados, de manera que podría ser la del mes de abril la última que cobraran, al menos en su totalidad. "Esperemos que los socios abran sus manos y puedan tirar de la compañía puesto que es rentable", afirma el representante sindical, quien también ha puesto sus esperanzas en el empresariado almeriense dedicado a la industria auxiliar de la agricultura.
Por otro lado, los trabajadores de los centros de producción de la empresa Inversiones Plásticas TPM S.A. de Almería y Valencia han llevado a cabo una concentración ante las puertas del centro de trabajo Plastimer, en señal de protesta por el parón que sufren las fábricas, en defensa del mantenimiento de sus puestos de trabajo y de la viabilidad de la empresa, tras el Sercla de este martes que acabó sin acuerdo.
Durante la misma, el secretario provincial de UGT en Almería, José Ginel, ha manifestado que para ellos, "la solución pasa por la ampliación de capital por parte de los propios accionistas, que la Junta siga colaborando con la ayuda que tiene prevista, siempre y cuando la empresa siga en marcha con su plan de empleabilidad y renueve su maquinaria, y que Cajamar aporte los cuatro o cinco millones necesarios para poner en marcha nuevamente la producción".
Por su parte, el secretario de Acción Sindical de Fiteqa de CCOO Almería, Antonio Burgos, ha declarado que "el campo tiene un problema muy grande, la competencia ya ha subido diez céntimos el plástico y eso repercute en el agricultor. Si siguen haciendo esto a empresas almerienses este campo se va a la ruina y de la agricultura vivimos todos", de forma que ha lamentado que "desaparezca el poco tejido industrial que hay en la provincia".
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