WASHINGTON.- Las autoridades de EE.UU. advirtieron hoy del posible efecto dominó en otros países del mundo árabe ante la rebelión política que atraviesa Egipto, mientras crecen las expectativas sobre una posible inminente dimisión del presidente egipcio, Hosni Mubarak.
La crisis de Egipto, desatada el pasado 25 de enero, fue un tema dominante en una audiencia del Comité Selecto de Inteligencia de la Cámara de Representantes, donde los máximos responsables de Inteligencia del Gobierno de Washington analizaron el panorama de las amenazas contra los intereses de EE.UU. en el mundo.
La audiencia se realizó mientras decenas de miles de manifestantes se congregaban en la Plaza Tahrir, a la espera de las palabras del mandatario egipcio.
Durante la sesión abierta de la audiencia, el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Leon Panetta, señaló que, con base en informes de prensa, "hay una gran probabilidad de que Mubarak renuncie esta noche", aunque dijo que no podía ofrecer nada más específico.
Consideró, sin embargo, que lo más probable es que Mubarak deje el poder en manos del vicepresidente Omar Suleimán, quien deberá asumir la tarea de dirigir las ansiadas reformas en el país.
"Si hay una transición ordenada y si Egipto, como ha instado la Administración (del presidente de EE.UU., Barack Obama), tiene un acercamiento con todos los elementos de oposición para elaborar un cronograma para las reformas políticas que esperemos conduzcan a elecciones libres y abiertas (...) eso podría tener un efecto positivo en el área", observó Panetta.
Panetta se mostró dispuesto a discutir en una sesión cerrada, que comenzó poco después, el impacto de la crisis en la estabilidad de Arabia Saudí, Siria y Jordania y otros países de la región.
Pero adelantó que hay varios países en el mundo árabe que afrontan las mismas preocupaciones sobre "la falta de libertades, falta de reformas políticas, la falta de verdaderas elecciones libres y abiertas, estancamiento económico, y el impacto que esto tiene en el desempleo, particularmente entre los jóvenes".
"Hay un número de países que podrían verse afectados de la misma manera" que en Egipto, advirtió Panetta, al referirse a los detonantes de la crisis social.
Acompañado por el director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), Robert Mueller, y el director nacional de Inteligencia, James Clapper, Panetta había indicado previamente que la CIA ha desplegado un grupo de trabajo de 35 personas para determinar la situación en Oriente Medio a raíz de los últimos sucesos.
Tanto Clapper como Mueller aseguraron que el Gobierno de EE.UU. no tiene absolutamente ninguna relación con Los Hermanos Musulmanes, el principal grupo de oposición en Egipto, que despierta temores entre miembros del Congreso por su ideología extremista.
Clapper dijo que en el caso de Egipto, Los Hermanos Musulmanes conforman un grupo heterogéneo que "ha evitado la violencia y ha tachado a Al Qaeda como una perversión del Islam".
Según Clapper, el grupo no tiene una agenda que persiga la violencia, al menos a nivel internacional.
Sin embargo, Mueller reconoció que "elementos" de los Hermanos Musulmanes dentro y fuera de EE.UU. "han apoyado el terrorismo", pero no dio más detalles en la sesión abierta.
Los congresistas tenían previsto seguir tratando el asunto de los Hermanos Musulmanes, así como el impacto de un cambio en Egipto en la seguridad de Israel, en la sesión a puerta cerrada.
Poco antes de que Mubarak haga declaraciones a la televisión nacional en Egipto, el presidente de EE.UU., Barack Obama, afirmó que el mundo es testigo de "un momento de transformación que se lleva a cabo porque el pueblo egipcio pide un cambio".
Asimismo, Obama reiteró que Washington hará todo lo posible por apoyar una "transición ordenada" hacia la democracia en Egipto.
Clapper dijo que lo que ocurre en Egipto, y en todo Oriente Medio, es "verdaderamente un evento tectónico", y que, a su juicio, existe "una gran oportunidad de tener allí una alternativa a Al Qaeda y sus franquicias, y lo que ésta promueve".
ElBaradei advierte: "Egipto explotará"
El líder opositor egipcio Mohamed ElBaradei, una de las caras más visibles de las protestas contra el régimen de Hosni Mubarak, ha advertido en su Twitter de que, tras el discurso del presidente, "Egipto explotará" y ha declarado que el Ejército "debe salvar al país ahora".
Tras un día entero de especulaciones acerca de la posible salida de Mubarak, el presidente egipcio se dirigió este jueves a la nación y confirmó que, aunque no se presentará a la reelección, permanecerá en el cargo hasta que el pueblo elija a un sucesor. Como concesiones, concretó una reforma constitucional y anunció la cesión de poderes a su 'número dos', el vicepresidente Omar Suleiman.
Sin embargo, los miles de manifestantes que llevan días congregados en la plaza Tahrir de la capital, han recibido el discurso con peticiones de dimisión y han emprendido marchas hacia otros puntos de la ciudad, como la televisión estatal o el palacio presidencial.
Hosni Mubarak anunció que ha delegado algunos poderes a su vicepresidente Omar Suleimán y la reforma de algunos artículos de la Constitución para facilitar un mayor número de candidaturas presidenciales.
Sin embargo, el mandataroi egipcio insistió en que se mantendrá en el poder hasta las elecciones del próximo septiembre, pese a las exigencias de los manifestantes que se concentran contra él en El Cairo.
"Me aferraré a proteger la Constitución y los intereses del pueblo hasta que se entregue el poder y la responsabilidad a quien elijan los electores en septiembre próximo", afirmó.
"Eso es lo que yo juré", afirmó Mubarak, quien se comprometió a un "traspaso pacífico" del poder.
Decenas de miles de manifestantes concentrados en la plaza Tahrir recibieron hoy con rabia y tristeza el discurso, retransmitido por una gran pantalla colocada en ese lugar de El Cairo, epicentro de la revuelta popular que comenzó el pasado 25 de enero.
Obama había indicado hoy que lo que se vive en Egipto es "la historia que se desarrolla ante nuestros ojos" y reiteró su llamamiento a una transición "genuina y ordenada".
"Seguimos muy de cerca" los acontecimientos en Egipto, había apuntado entonces Obama, quien agregó: "Tendremos más cosas que decir a medida que se vayan desarrollando".
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