Al acto, que estará presidido por el presidente del TSJA, Augusto Méndez de Lugo, asistirán los vocales territoriales para Andalucía del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Pío Aguirre, Inmaculada Montalbán y Manuel Torres-Vela y la consejera de Justicia y Administración Pública, Begoña Álvarez.
María Lourdes Molina, que fue designada por acuerdo del órgano de gobierno de los jueces el 29 de septiembre, avanzó tras su nombrtamiento que su mandato estará marcado por el objetivo de dar una "nueva imagen" a la Justicia para que se "acerque a los justiciables y a los usuarios" que reclaman su servicio como "punto tanto de partida como final" de lo que estimó un cambio "necesario" en el sistema.
Abogó, en esta línea, por establecer un "contacto muy directo" entre la Administración de Justicia y los ciudadanos que, a su juicio, pasa por implementar un "trato exquisito" en el personal de cara al público y por garantizar que "tengan cumplida información sin la mínima traba sobre sus asuntos particulares o el ejercicio de sus derechos".
Pese a asegurar que algunos de los proyectos que figuran en su 'hoja de ruta', para la que aseguró espera contar con la colaboración de las instituciones implicadas, suponen la aplicación de los reglamentos aprobados sobre la materia, reconoció lo complicado pero "no imposible" del reto que se ha planteado, en el que incluye la creación de una oficina de atención al ciudadano.
Trasladó en esta línea su apuesta por la especialización de los órdenes jurisdiccionales para un mejor funcionamiento del sistema, por lo que avanzó que pretende que esta premisa se refleje en la actual organización de la Audiencia Provincial que --ahondó-- "precisa más secciones" de las tres con las que cuenta en la actualidad y también la incorporación de magistrados ante "el mucho trabajo acumulado".
Otro de los objetivos marcados, según reveló, es "potenciar" los que tildó como "puntos negros" del sistema, aquellos juzgados ubicados en partidos judiciales muy concretos que, en la actualidad, se encuentran colapsados con un mayor aporte de órganos y personal o, por otro lado, "no resultan atractivos para los jueces" como es el caso de El Ejido, donde la presencia de magistrados "aportaría mayor estabilidad a la plantilla".
En el ámbito personal, Molina se refirió a la elección de la Audiencia Provincial de Almería, para cuya presidencia presentó candidatura también en 2003, como un "muy interesante reto" a la hora comenzar una nueva etapa profesional al tiempo que definió la provincia como un "campo abierto" para iniciar "mi cometido de dar una nueva imagen a la Justicia".
ya es hora de que llegue alguien de fuera, con aire fresco, a descontaminar el espeso ambiente que se ha generado en los últimos años entre el poder político y el judicial en Almería, donde aparecen políticos y jueces abrazándose públicamente (sin ser hermanos, que se sepa; raras invitaciones entre éstos cuando andan inmersos en procesos judiciales que les afectan.
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