El estudio concluye que las cuentas a cobrar en España han sufrido un "severo cambio" en su equilibrio dado que, según sus datos, en la actualidad sólo un 19% de las facturas son abonadas en los treinta primeros días tras su emisión.
Los plazos de pago se han extendido, de forma que el 33% de los importes pendientes se abonan a noventa días y un 48% entre los treinta y los noventa días.
Asimismo, el estudio revela que el 90% de las empresas españolas preguntadas admite que recibe los pagos de sus facturas con retraso ante las dificultades financieras que, a su vez, atraviesan sus clientes.
De esta forma, el porcentaje medio de ingresos que las compañías pierden por impagos se ha elevado este año desde el 2,2% hasta el 2,4%.
En consecuencia, el 67% de las empresas que atendieron a la encuesta realizada por la firma espera pérdidas en sus ingresos a consecuencia del retraso en los pagos y los impagos. Asimismo, un 78% teme incluso que ello afecta a su liquidez.
Además, un 82% de los encuestados por Intrum Justicia cree que el riesgo de impago seguirá creciendo. Esta tasa dobla a la del 42% empresas que en 2008 ya temía un alargamiento de los plazos de pago.
Preguntadas por el orden en el que suelen pagar sus facturas, la mayoría de empresas coinciden en señalar que en primer lugar pagan sus impuestos y tasas a la Administración, posteriormente cumplen con la Seguridad Social y después con sus principales proveedores.
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