Los gobiernos árabes han mostrado más conciencia sobre este asunto pero necesitan una mayor cooperación para mejorar la investigación y las políticas, dijeron.
"El cambio climático será crítico para el mundo árabe porque esta región en particular ya sufre por la pobreza, la aridez extendida, la escasez de agua y la marginalización social", dijo Sima Bahous, vicesecretario general de Desarrollo Social de la Liga Árabe.
Un 15 por ciento de la población del mundo árabe tiene ya acceso limitado o ningún acceso al agua potable, dijeron las autoridades con ocasión del lanzamiento el martes en El Cairo del informe del Fondo para la Población de la ONU (UNFPA) sobre cambio climático.
El informe se difundió en todo el mundo el 18 de noviembre, antes de las conversaciones sobre el clima que tendrán lugar en Copenhague en diciembre.
El director regional para los países árabes del UNFPA, Hafedh Chekir, dijo que, dado que el 80 por ciento del consumo de agua en el mundo árabe era para agricultura, la escasez generada por el cambio climático previsiblemente recortaría la producción alimentaria a la mitad en la región.
Henrietta Aswad, asesora regional de comunicación para el UNFPA, dijo que era necesaria una mayor cooperación entre la Liga Árabe, el UNFPA y las entidades no gubernamentales árabes para ayudar a los gobiernos a redactar políticas adecuadas.
"La percepción en la región árabe está mejorando en este punto y los gobiernos son conscientes del impacto del cambio climático", dijo.
"Aún han de realizarse más estudios y datos para una mejor evaluación del impacto real, especialmente sobre los grupos vulnerables en la región", añadió.
El informe del UNFPA no describió políticas específicas para la región, pero dijo que las políticas deberían centrase en las mujeres, niños y ancianos porque sobre esos grupos probablemente recaiga un peso mayor en la adaptación a la escasez de agua y al cambio climático.
Añadió que la carga desproporcionada sobre las mujeres puede crear "un ciclo de privación, pobreza y desigualdad".
Chekir dijo que Egipto, donde más de 77 millones de personas están apiñadas en el valle del Nilo y en el delta, podría ser uno de los países del mundo más afectados por el cambio climático.
Un estudio previo de la ONU dijo que 8 millones de personas podrían verse desplazados por un incremento de un metro en los niveles del mar en el delta, una importante zona de producción agrícola. Egipto es ya el mayor importador del mundo de trigo.
El informe dijo que el crecimiento menor de la población ayudaría a construir la elasticidad social al impacto del cambio climático y ayudaría a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el futuro.
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