ALMERÍA.- La Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de
Andalucía ha encargado la redacción de la primera fase de un plan
destinado a restaurar los suelos contaminados de las parcelas afectadas
por los vertidos de residuos que, durante al menos nueve años, se han
acumulado en varias parcelas de la zona de Las Palmerillas por un
empresario procesado y para el que la Fiscalía pide tres años de prisión
por un delito medioambiental.
A través de la Agencia de Medio
Ambiente y Agua de Andalucía (Amaya), la Administración autonómica ha
dispuesto tras recibir requerimiento judicial que se tramite de urgencia
un proyecto al que destina un presupuesto de 45.286 euros para
restaurar los terrenos sirvieron de acopio y almacenamiento de residuos
de distinto origen y procedencia.
En su resolución, la Junta hace alusión al "evidente riesgo
medioambiental" que supone la existencia de los residuos que durante
años se han acumulado "de forma descontrolada y no autorizada", de modo
que en la misma se da un periodo de tres meses para realizar planificar
la primera parte los trabajos con los que se quiere recuperar
ambientalmente este espacio.
"Se hace constar que, en
ocasiones, se abrían zanjas sin impermeabilizar en el suelo dentro de
las que se arrojaban los residuos. En otras ocasiones, se quemaban o,
simplemente, se acumulaban a la intemperie", expone a la hora del dar
cuenta del requerimiento judicial por el que se dará "especial
prioridad" a la retirada de residuos antes de restaurar los suelos
afectados de cinco fincas que suman cerca de dos hectáreas.
De igual modo, apunta la investigación que efectuó el servicio de
protección de la naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) durante las
visitas a las parcelas, donde tomó muestras líquidas de lixiviados y
aguas residuales vertidas en los terrenos para calcular los daños
ocasionados, que se tasaron en casi 3,6 millones de euros.
"Se trata de una actividad completamente irregular, que carecía de
cualquier tipo de control o autorización exigible", recoge el texto
encaminado a planificar la limpieza de la zona a través de una entidad
"de alta cualificación" que "disponga de medios humanos y técnicos con
el máximo nivel de garantía y especialización" debido a las
características del vertedero.
La Fiscalía acusa al
empresario de 62 años de edad, así como a la propia entidad mercantil,
de haber acumulado de manera "incontrolada" desechos plásticos y
orgánicos procedentes de invernaderos así como otras basuras de carácter
"peligroso", al menos, entre 2013 y 2022; fecha en la que el
Ayuntamiento de Roquetas de Mar accedió como "medida provisional" al
precinto de las instalaciones mediante un expediente sancionador.
El empresario, que participaba con un socio fallecido en 2019,
efectuaba a través de la mercantil destinada a la recogida,
valorización, reciclaje, recuperación, tratamiento e incineración de
toda clase de residuos y desechos, "tanto peligrosos como no
peligrosos", si bien los terrenos mostraban un "acopio incontrolado" de
basuras, sobre todo plásticos procedentes de invernaderos y restos de
cosechas que estaban "en estado de putrefacción".
Las
parcelas, descritas como si de basureros ilegales se trataran, también
contenían en menor medida aunque en cantidades importantes otros
residuos procedentes de la construcción, maderas de enseres domésticos,
neumáticos, carrocerías de vehículos, aceites industriales usados y
aparatos eléctricos y electrónicos, todo ello "sin cumplir las
preceptivas prescripciones necesarias para impedir la contaminación del
suelo y de las aguas superficiales-subterráneas".
En este
sentido, destaca la fiscal que el Seprona halló en su investigación
varias zanjas con "aguas residuales urbanas e industriales" vertidas así
como "lixiviados procedentes de residuos agrícolas en estado de
putrefacción" sin que estuviera garantizada la recogida "eficaz" de los
efluvios, puesto que el terreno estaba sin impermeabilizar.
Los agentes del Seprona de la Comandancia de Almería pudieron
comprobar mediante su inspección en julio de 2021 el estado de al menos
tres parcelas de la empresa en la que encontraron una gran cantidad de
residuos, de modo que si bien muchos se correspondían a restos agrícolas
como plásticos de invernadero o tomates y melones "podridos", también
había neveras, neumáticos y restos de obras en pilas de hasta cuatro
metros de altura.
En la su segunda visita a los terrenos un
año después, en julio de 2022, tomaron muestras de las aguas residuales
vertidas en la zanja abierta en la última parcela así como de lixiviados
de residuos domésticos y agrícolas, que fueron remitidas al Instituto
Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses.
El informe
pericial determinaba, según la Fiscalía, que con base en su "potencial
tóxico" y la "disposición en balsas o zanjas en el suelo", dichos
líquidos podían "dañar sustancialmente las características del suelo"
así como las aguas subterráneas "dependiendo de la cantidad depositada y
de su continuidad".
La empresa, para la que se solicita una
multa de 50 euros diarios durante tres años y una inactividad por el
mismo periodo, no habría podido tampoco acreditar documentalmente "el
origen y destino final de los residuos que gestionaba", toda vez que no
consta tan siquiera la existencia de solicitud de autorización ambiental
integrada (AAI) para llevar a cabo el tratamiento de los residuos, así
como de licencia municipal.
En esta línea, la Fiscalía apunta
que la mercantil habría funcionado durante todo ese tiempo "de forma
clandestina", de modo que con su actividad habría infligido además hasta
cuatro leyes andaluzas relativas al medio ambiente, entre ellas, la de
economía circular, la de prevención y control integrados de la
contaminación y la de protección ambiental de Andalucía.
El
informe pericial realizado por la Unidad Central Operativa de Medio
Ambiente de la Guardia Civil en junio de 2024 constató que el constante
vertido de residuos pudo causar "daños sustanciales en la calidad del
aire y las aguas" así como sobre los ecosistemas cercanos a esta zona,
de modo que los perjuicios al medio ambiente habrían tenido un impacto
económico de unos 3.597.457,35 euros.
Además de los tres años
de prisión, la Fiscalía también solicita para el acusado el abono de una
multa de 20 meses a razón de 12 euros diarios y su inhabilitación
durante tres años para estar al frente de cualquier empresa o entidad
dedicada a la gestión de residuos.
Tanto este como la empresa
deberán responder económicamente no solo a la cantidad en la que se han
tasado los daños sino también a los costes que suponga para la Junta de
Andalucía y el Ayuntamiento de Roquetas de Mar la recuperación del
terreno mediante un plan de restauración y la retirada de los residuos
de la zona.
almeriaconfidencial@gmail.com / 'El poder más peligroso es el del que manda pero no gobierna' (Torrente Ballester) * Newsletter de opinión e influencia, fundado en 2009 sin afán de lucro ni subvencionado con dinero público o privado, por el periodista profesional Francisco Poveda, licenciado en la Universidad Complutense de Madrid desde 1976.
jueves, 25 de septiembre de 2025
La Junta encarga un plan para restaurar los suelos del empresario procesado por acumular residuos durante años
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