GÉRGAL.- La noche de este lunes fue excepcionalmente oscura. Mientras todo el
país se quedaba a oscuras por un apagón eléctrico sin precedentes, en lo
alto de la Sierra de los Filabres, el Observatorio Astronómico de Calar
Alto, en el término municipal de Gérgal, logró mantener su
actividad con normalidad gracias a su sistema autónomo de energía.
El centro cuenta con un grupo electrógeno con capacidad suficiente
para mantener la actividad en caso de emergencia. "Tenemos un generador,
un grupo, y podemos aguantar varios días sin luz, no tuvimos ningún
problema", ha explicado el astrónomo de soporte Marco Azzaro.
Azzaro ha asegurado que la caída del suministro
"apenas" ha tenido consecuencias en el funcionamiento del centro.
"Lo
único que pasó con el apagón fue que perdimos, ya por la tarde, internet
y la conexión telefónica, pero la red interna funcionaba y todos
nuestros aparatos respondieron bien", ha señalado.
"Trabajamos
normal esa noche, e incluso con más facilidad, porque la verdad es que
se nota muchísimo cuando las ciudades están apagadas", ha afirmado.
Según ha explicado, las condiciones han sido "mucho mejores de lo
habitual", con un cielo sin luna, sin contaminación lumínica ni paso de
aviones, y con "buena climatología".
"El cielo estaba muy
oscuro y las imágenes salieron bastante bien. El fondo era más limpio y
la diferencia se notaba claramente", ha destacado. Aunque no se ha
detectado ningún fenómeno inesperado, Azzaro ha incidido en que la
observación ha resultado "especialmente espectacular" por la gran
ausencia de luz artificial.
El Centro Astronómico Hispano en Andalucía (CAHA), conocido como el
Observatorio de Calar Alto, fundado en 1973 y gestionado por el
Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y la Junta de
Andalucía, es el mayor complejo de astronomía óptica de Europa
continental.
Desde sus instalaciones, ubicadas a más de 2.100
metros de altitud en la Sierra de los Filabres, se desarrollan
investigaciones en campos como la búsqueda de exoplanetas, el estudio de
galaxias o la observación de fenómenos transitorios.
En los
últimos años ha registrado varios bólidos y bolas de fuego en cielos de
toda la Península. Además, participa en proyectos internacionales como
Carmenes o Califa, y mantiene una línea activa de divulgación científica
mediante visitas públicas y contenidos en redes sociales.
En
paralelo a su labor investigadora, el observatorio también desarrolla
actividades de divulgación. Durante todo el año organiza visitas guiadas
y jornadas de puertas abiertas, que acercan la astronomía a la
ciudadanía y fomentan vocaciones científicas.

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