jueves, 2 de noviembre de 2023

La confianza en Almería vuelve a niveles prepandemia hasta junio, según el Colegio de Economistas


ALMERÍA.- Los economistas de Almería han recuperado la confianza al término del primer semestre de 2023, impulsada por la mejora de las condiciones económicas en todos los ámbitos, desde el personal hasta el nacional —aunque en este caso con menor intensidad—. 

No obstante, las incertidumbres siguen siendo elevadas y la segunda parte del año se espera algo menos expansiva que la primera, tal y como se refleja en el prestigioso Barómetro de Situación Económica que realiza el Colegio Profesional de Economistas de Almería que coordina el economista David Uclés.

Las presiones inflacionistas van a reducirse, aunque todavía un 42% de las respuestas optan por el aumento de los precios durante los próximos seis meses. La inversión empresarial no va a crecer, según estiman los encuestados, lo que puede llegar a ser un problema en el largo plazo. 

En lo que se refiere al empleo, las previsiones no son demasiado halagüeñas, con una apuesta mayoritaria por el mantenimiento de los niveles actuales, y con el dato de respuestas negativas por encima de las positivas.

Lo anterior contrasta con la puntuación que se da a la situación de los principales sectores económicos. El turismo ha completado su recuperación y se ha vuelto a situar en cabeza, marcando además un nuevo récord en la serie.

 A continuación se posicionan los otros tres sectores más relevantes de la economía almeriense, como son la agricultura, la industria auxiliar de esta y la piedra natural.

En lo que respecta a los factores que limitan la competitividad de la economía, Almería muestra un comportamiento diferencial muy acusado. Aquí el principal limitante es la falta de infraestructuras de comunicaciones, que para el resto de ámbitos se sitúa con puntuaciones mucho menores.

La sequía tiene un enorme potencial de impacto sobre la economía de la provincia de Almería, aunque algo menor que sobre España y Andalucía, tal y como reflejan las opiniones en el último bloque de la encuesta, dedicado siempre a un factor de actualidad. Respecto a las medidas, los economistas almerienses prefieren las relacionadas con la eficiencia y el ahorro.

Ítems del Barómetro

Situación económica personal. La situación de los colegiados ha ido a más durante el primer semestre del año, a tenor de las respuestas ofrecidas. Casi un tercio de los encuestados manifiesta haber mejorado su situación con respecto al periodo anterior (el dato más elevado de la serie), al tiempo que quienes la han empeorado ha retrocedido hasta el 8,9 %.

Situación económica provincial. Tal y como sucede con la personal, también mejoran los resultados del ámbito geográfico más cercano. Así, un 46,7% de los economistas que participaron en el barómetro consideraron que la economía provincial mejoró en la primera mitad del ejercicio, cuestión que también se pone de manifiesto con el análisis de los indicadores económicos reales.

 Las respuestas pesimistas, por su parte, se redujeron hasta el 17,8%, dato que sigue siendo relativamente elevado en relación a la media histórica.

Situación económica andaluza y española. La situación económica andaluza se ve en claro proceso de mejora. Un amplio 53,3% (el segundo dato más elevado de la serie) cree que el primer semestre fue de crecimiento, frente al 15,6% que estimaba caída. 

Los resultados para la economía nacional, aunque marcan la misma tendencia, presentan valores netamente inferiores, hasta el punto de que las respuestas optimistas (26,7%) continúan por debajo de las pesimistas (44,4%). La previsión para el segundo semestre es de clara mejora.

Previsiones de inflación. Aunque el aumento del IPC se situó en la provincia en junio en un escaso 1,9%, la sensación de los economistas encuestados es que la inflación va a seguir siendo protagonista de la economía provincial durante los próximos seis meses, aunque posiblemente con una menor intensidad que la registrada hasta el momento. 

Así, un 42,2% de las respuestas apuntan a la continuidad del rebrote inflacionario, aunque este porcentaje es el menor de los registrados desde que comenzara el doble shock de las materias primas en 2021 y de la energía eléctrica en 2022. 

Por el contrario, solo un 2,2% de los encuestados cree que los precios se reducirán en los próximos meses. Es decir, el descenso paulatino de las respuestas inflacionistas ha ido a alimentar el bando de aquellos que esperan el mantenimiento de los niveles ya alcanzados.

Inversión empresarial esperada. Los resultados continúan en terreno claramente negativo. Aunque es cierto que el porcentaje de colegiados que espera una reducción de la inversión se reduce hasta el 24,4%, los que apuestan por el aumento de la misma no pasan del 13,3%. Este dato mejora el del semestre anterior, pero sigue estando en niveles inusualmente bajos. 

Obviamente, el mayor porcentaje de respuestas se encuentra ahora en los que piensan que no cambiará sustancialmente el nivel de inversión (62,2%). Como siempre se ha señalado, esta variable es de suma importancia pues puede limitar la competitividad e las empresas.

Previsiones de empleo. El optimismo que se deja notar en otros apartados no alcanza ni a la inversión empresarial ni al empleo. Aunque es cierto que aumenta el porcentaje de respuestas expansivas en este último apartado, hasta el 17,8%, aún se encuentra por debajo del correspondiente a las respuestas contractivas (24,4%).

 La mayoría de las opiniones se encuentran en el punto medio, es decir: en el mantenimiento de los niveles actuales (57,8%). Nuevamente encontramos con respuestas que no se corresponden con los datos que muestran los indicadores, que han sido positivos durante los últimos meses. Da la impresión que las incertidumbres continúan pesando demasiado como para dejar volar las expectativas.

Situación de los sectores. Tal y como ponen de manifiesto la mayoría de los indicadores del turismo, a escala nacional, regional y provincial, este sector va camino de batir el récord de 2019, tanto en lo que se refiere a viajeros alojados y pernoctaciones, como en lo relativo a ingresos y beneficios, tras haber sido el último en iniciar su recuperación tras la pandemia. 

Los colegiados parecen estar de acuerdo con esta apreciación y aúpan al sector turístico provincial a la primera  posición del ranking, marcando además su máximo en la serie histórica. A continuación se sitúan, muy  cerca unos de otros, los otros tres sectores más relevantes de la economía almeriense: la agricultura, su industria auxiliar y la piedra natural. 

En un segundo nivel se encuentran la construcción y el transporte. La primera se vio muy afectada por el impacto de los precios de las materias primas, pero ahora se está beneficiando del buen momento que atraviesa la inversión vinculada al sector público y a los fondos Next Generation, de los que supone en torno al 40% del gasto previsto. 

Finalmente, el comercio menor se mantiene en niveles similares a los de pasados semestres, sin haber terminado de recuperarse aún de la pandemia.

Factores de competitividad. Los encuestados tenían que señalar los factores que consideran más limitantes para cada uno de los ámbitos geográficos. Con la nueva redacción se pone de manifiesto que el factor más limitante para la economía provincial, y de manera diferencial con el resto de ámbitos, es la falta de infraestructuras de comunicaciones. En Almería alcanza el 84,4% de las respuestas. 

A continuación se sitúan las dificultades de financiación (73,3%), que son el principal limitante para Andalucía y España. Una situación que se ha visto empeorada por el aumento de los tipos de interés provocada por la batalla del BCE contra la inflación. El tercer factor limitante sería la escasez de personal cualificado, lo que podría indicar cierto desajuste entre las necesidades de las empresas y las cualidades ofrecidas por los trabajadores.

El impacto de la sequía. Para el tema de actualidad de este semestre se ha optado por la sequía, que no solo está afectando a España y que se está dejando notar de manera importante en muchos sectores, principalmente los agrícolas y ganaderos, pero también en otros como la industria o, incluso, el turismo, ya que hay poblaciones con restricciones ya este pasado verano. 

La mayoría de los encuestados está de acuerdo con que la sequía tendrá un impacto relevante sobre los territorios, aunque sorpresivamente en Almería parece que el impacto será menos intenso que en resto de ámbitos. 

Puede que el recurso a las aguas subterráneas y la existencia de grandes desaladoras en el litoral mitiguen la sensación de urgencia. No obstante, el 69% de los economistas que respondieron consideran que la economía de la provincia no está preparada para superar una sequía prolongada. 

Entre el 31,1% que responde que sí que seríamos capaces de superarla, solo un 7,1% pone el límite en un año; así que la sequía actual (que va por el segundo) ya sería un problema.

Medidas de eficiencia y oferta antes que sacrificar el consumo. Hay un elevado nivel de acuerdo en que sí son necesarias, incluso considerando que viviremos episodios de sequía más intensos y frecuentes. En lo que respecta a las medidas concretas, los colegiados optan por aquellas que ponen el acento en la eficiencia en el uso de las disponibilidades actuales, como la depuración y reutilización, o el ahorro. 

En un segundo escalón se encontrarían medidas que podríamos calificar como de oferta, ya que su objetivo es aumentar la disponibilidad de agua, tales como la construcción de nuevos pantanos y desaladoras. Las dirigidas a restringir la demanda, limitando las actividades que la originan, obtienen un claro rechazo. 

Así, la reducción de la superficie de regadío o la ganadería, de la industria, o del turismo y otras actividades obtienen puntuaciones muy bajas y todas en zona de rechazo, si bien, los valores relativos a regadío y ganadería son algo más elevados que el resto.

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