domingo, 8 de diciembre de 2019

Se calcula que en España hay 31.000 personas sin hogar y 8.000 "duermen de manera estable en las calles

MADRID.- Cientos de madrileños se han puesto este sábado en la piel de una persona sin hogar para dormir a la intemperie dentro de la primera "Gran dormida mundial" que se ha celebrado en Madrid y ha tenido lugar también en otras 50 ciudades del mundo, entre ellas Nueva York, Chicago, Londres, Edimburgo, Nueva Delhi, Brisbane, Dublín, Manchester, Bruselas, Oslo y Santiago de Chile, con la que se ha buscado concienciar a los ciudadanos de las dificultades de los sintecho.  

El objetivo de# este evento es recaudar 50 millones de dólares (45,4 millones de euros) para ayudar a los sintecho y los refugiados. La iniciativa ha recaudado hasta el momento cerca de 60.000 euros. Esta iniciativa, que ha tenido lugar por primera vez en España impulsada por HOGAR SÍ, destinará todo lo recaudado a proyectos para personas en situación de sinhogarismo y personas desplazadas y refugiadas. Para seguir contribuyendo a la causa y hacer posible erradicar esta situación, la web lanochesinhogar.org permanecerá activa hasta principios del próximo año.
"Vamos a vivir una mínima parte de lo que sienten en su día a día las personas sin hogar", ha explicado María, una joven estudiante de 21 años que "viene concienciada" desde casa, ya que los domingos por la mañana ayuda a los indigentes.
Unas 2.000 personas cargadas con esterillas, sacos de dormir o dobles capas de ropa se han sumado en Madrid a este proyecto, que en España ha organizado la Fundación Hogar Sí bajo el lema 'La noche sin hogar' en Matadero Madrid, y que ha contado con la actuación solidaria de artistas como Andrés Suárez, Marlon, Marlango, Despistaos, Maika Makovski, Depedro, Neuman, La La Love You, Isma Romero o Soledad Vélez. 
Precisamente, uno de ellos, Depedro, ha hecho un llamamiento a la sociedad: "Que mire a su alrededor para ver las necesidades de las personas que tenemos cerca". "Es muy duro darte cuenta de que necesitamos hablar de un derecho fundamental, tener un techo para dar calor a tu familia", ha recalcado.
Desde Alicante ha llegado el matrimonio formado por Javier y Alicia. "Menos luces de Navidad y consumismo", ha clamado esta pareja como propuesta para solucionar "problemas básicos" como el que este sábado se ha querido visibilizar.
Alicia contrasta el caso de España con el de Escocia, un país que empezó hace 20 años a tomar medidas para combatir este problema social con un reparto mas equitativo de la riqueza.
Jesús, un portero de un edificio céntrico de la capital, comparte esa opinión y considera "penoso" que en nuestro país todavía haya gente que no tiene hogar. "No es justo y es una desgracia", ha enfatizado con su saco de dormir a la espalda.
Se trata de que los participantes "sepan cómo se vive en la calle y puedan concienciar a sus familias y amigos para crear una comunidad" que reclame el acceso a una vivienda digna en todo el mundo, según ha explicado Juan Manuel Caballol, coordinador del programa Habitat de esta ONG.
Según las previsiones, la mitad del dinero recaudado en esta acción se destinará a programas dirigidos a personas sin hogar, como el "Vivienda primero" (Housing First, en inglés), mientras que el otro 50% será para ayudar a los refugiados. 

Aumentan los sintecho en España

Caballol calcula que en España hay 31.000 personas sin hogar y 8.000 "duermen de manera estable en las calles" y no acude a los "sitios en los que pregunta el Instituto Nacional de Estadística (INE)".
Los últimos datos del INE indican que las personas sintecho acogidas en centros han aumentado casi un 10% en dos años y ya son 18.000.
El responsable de Hogar sí, que destaca que el sinhogarismo ha aumentado en toda Europa "excepto en los países que toman decisiones correctas", cifra en un 5% el crecimiento de los sintecho en España.
Sin embargo, por el momento no relaciona este aumento con la crisis económica, pero sí vaticina que su efecto se notará "en un futuro cercano".
Insiste en que el proceso para convertirse en una persona sinhogar requiere un período largo de tiempo y niega haya un "perfil concreto".
"Le puede pasar casi a cualquiera en cuanto a edad, género o condición social", afirma Caballol, que añade: "Hay cosas que nos protegen de quedarnos sin hogar", entre ellas, la economía personal de cada uno y la red de relaciones que "en un momento de dificultad pueden ayudar".
En este sentido, recuerda que, en los casos de desahucio, cuando los afectados han tenido una red familiar y una casa en la que refugiarse, "han podido aguantar el embate de la crisis", mientras que a los que les faltan estas redes "son los que han caído en la calle".
Según sus datos, los sintecho —un 20% mujeres, frente al 80% de hombres— tienen normalmente una esperanza de vida 20 años menor que la población en general.

Sistema de integración exitoso

Así, frente al tradicional "sistema en escalera" -que ofrece techo temporal y comida y "que, lejos de solucionar el problema, lo cronifica"-, Hogar Sí apuesta por el sistema "Vivienda primero", que desarrolla en España desde 2014, tras ser probado con éxito a nivel internacional.
En este sistema que facilita un hogar a los sintecho, el 95% de los participantes permanece dos años después, según las evaluaciones realizadas, "reduce la victimización y el sufrimientode delitos de odio desciende casi a cero".
Además, José Manuel Caballol destaca la "significativa recuperación de las relaciones familiares y la mejora la salud, principalmente relacionada con problemas de sueño y depresión", que experimentan los sintecho con este programa.
Disponer de un hogar les permite "tener un proyecto sobre su propia vida y decidir sobre ella", explica el responsable del programa.
Los beneficiarios son visitados semanalmente por un equipo de profesionales que les ayudan en los objetivos que se han propuesto y, en el caso de que tengan adicciones, no se les sugieren que las abandonen. Simplemente se "espera pacientemente y se les confronta con las consecuencias que ese problema puede tener para ellos, para que tomen la decisión", concluye Caballol.
Un problema complicado pero del que se puede salir, como explica Diego, uno de los asistentes al evento de Madrid, que abandonó las calles gracias a la ayuda de una entidad.
"Es muy duro y un problema muy grande. No he dormido en la calle por gusto. Necesitas alguien que te comprenda y te ayude", ha dicho con su saco de dormir sobre la espalda.

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