sábado, 19 de marzo de 2016

Iglesias sugiere la ‘deslealtad’ de Errejón y Pascual / Pablo Sebastián *

Dos mensajes claves en la declaración de Pablo Iglesias sobre la crisis de Podemos: la ‘deslealtad’ de Iñigo Errejón (que sigue desaparecido) y de Sergio Pascual (sustituido por Pablo Echenique), a los que se refirió sin citarlos; y la exigencia a Pedro Sánchez de que rompa su pacto con Albert Rivera si quiere ser el Presidente del Gobierno con el apoyo de Podemos. En el fondo de todo esto figura el intento fallido de Errejón y Pascual de que Podemos apoyara, con su abstención el pasado día 4, la investidura de Sánchez sobre la base del pacto del PSOE C’s.

Según fuentes bien informadas se trataba de un auténtico golpe de mano en Podemos de Errejón contra Iglesias y en favor de Sánchez y en connivencia con el PSOE, El País y sectores del empresariado. Lo que fue descubierto y abortado por Iglesias y su guardia pretoriana horas antes de la votación de investidura y cuando los conspiradores pretendían dar al Grupo Parlamentario de Podemos ‘libertad de voto’ para que se abstuvieran después de ser aleccionados por Pascual.

Está es la versión que circula en sectores cercanos a Iglesias donde se ha subrayado la ausencia de Errejón en la rueda de prensa del viernes cuando de lo que se trataba era de transmitir una imagen de unidad. Lo que anima a pensar que Errejón está en fase de reflexión y también con riesgo de perder el cargo de secretario Político de Podemos si no acata la línea dura de Iglesias contra Sánchez, al que exige la ruptura con C’s. Y si Errejón sale de la secretaría política ello podría facilitar incluso el regreso de Juan Carlos Monedero a la máxima dirección de Podemos.

Ayer mismo el diario El País, que está en campaña contra Iglesias para facilitar la investidura de Sánchez, anunció en su portada que Errejón estaba preparando el ‘contraataque’ para ganarle el pulso a Iglesias. Pues de momento le ha salido mal porque el líder de Podemos reunió a todos los barones regionales que apoyaron su estrategia de oponerse al pacto de Sánchez y Rivera y exigir al PSOE una coalición de gobierno ‘a la valenciana’, es decir con Podemos, IU, las ‘confluencias’ y el apoyo externo por abstención de los nacionalistas secesionistas de ERC y Dil, lo que es tanto como pedir a Sánchez la luna porque el Comité Federal del PSOE nunca consentirá ese acuerdo.

¿Qué va a pasar con Errejón? Puede que el lunes lo sepamos porque sigue desaparecido y además se acaba de enterar que Pablo Echenique, otro de sus adversarios políticos, ha sido promocionado para suceder al destituido Sergio Pascual -íntimo aliado de Errejón- en la secretaría de Organización de Podemos. Con lo que la influencia de Errejón en Podemos se diluye y ya veremos si continuará en el núcleo duro de Iglesias.

De la misma manera que, con todo esto, se diluyen las esperanzas de Pedro Sánchez de lograr la abstención de Podemos para facilitar su investidura bajo el acuerdo PSOE-C’s. Lo que puede ser otro fracaso de Sánchez y un paso más hacia nuevas elecciones. Las que de momento quieren el PP y Podemos y las que teme el PSOE.

En cuanto a Ciudadanos y Albert Rivera su situación es muy delicada porque si no hay investidura de Sánchez su pacto con el PSOE habrá sido un rotundo fracaso, y eso puede que les afecte de cara a nuevas elecciones, porque ya se encargará el PP de subrayar esa alianza. Un PP que imaginamos que está encantado con la tensión creciente entre Sánchez e Iglesias, empeorada más si cabe con el intento del líder del PSOE de que Tsipras presione a Iglesias para que le deje gobernar.

Una casi ruptura total entre Sánchez e Iglesias que beneficia al PP. Un partido con el que el PSOE se ha negado a negociar desde el final de las elecciones del 20-D, hace 100 días. Y que espera volver a ganar al PSOE si hay elecciones anticipadas, entre otras cosas porque Iglesias en ese caso acudirá a las urnas en coalición con IU para intentar que Podemos se convierta en segundo partido nacional y el PSOE pase al tercer lugar. Ayer en una encuesta del Gobierno vasco el PSOE quedaba en cuarta posición en Euskadi, detrás de PNV, Podemos y Bildu, que es el mismo cuarto lugar que el PSOE ocupa en Cataluña y en Madrid. De manera que el reforzamiento de Iglesias en la crisis de Podemos puede poner patas arriba todo el mapa político nacional.


(*) Periodista


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