martes, 18 de junio de 2013

El periodista que se ha ganado el derecho a que le saquen la piel a tiras / Graciano Palomo

Juan Moreno, el periodista Der Spigel que ha escrito un feroz artículo contra su tierra natal Andalucía, ya ha sido colgado -como en tiempos de la Inquisición- en la plaza mayor de Huercal-Overa (Almería) por decir que en ese territorio los políticos ganan elecciones contratando grupos musicales en medio del déficit y la penuria.

Bien. El tal Moreno está en su derecho de decir o escribir lo que le venga en gana pero no le faltan razones para hacerlo.

Precisamente, sus padres emigrantes trabajaron duro en Alemania y estoy seguro (sin conocerle) que a él mismo le inculcaron los valores del trabajo, el esfuerzo y la superación personal y colectiva para beneficiar a su familia, a él y a la sociedad en la que vive.

Creo que Juan Moreno se ha ganado el derecho a que le saquen la piel a tiras (nunca nos gustó por estos lares que nos cantaran las verdades y mucho menos que nos hiciera ver nuestra propia realidad) pero no con muchas razones.

MERKEL

El periodista alemán con nombre español ha escrito verdades como puños. Guste o no. Oigo en los cafés, dice, que se quejan de la canciller Merkel pero nadie sabia quién era esta señora cuando bailoteaban al son de la música subvencionada. ¡Qué verdad! ¡Qué gran verdad!

Se ha olvidado subrayar que si desde cualquier punto de España se puede viajar (gratis) por las autovías a Andalucía ello se debe al canciller Helmut Khol nos dió el dinero para modernizar España. Esta es la verdad. Y la verdad es siempre la verdad.

El gimoteo constante sobre la maldad de la mandataria teutona es de aurora boreal.

¡Oiga, que no fue Merkel la que mintió en sus macrocifras acerca del déficit! Ni fue la señora de Berlín la que eligió a Rodríguez Zapatero, ni la que se gasta lo que no tiene en Cataluña, Andalucía o Valencia.

Lo siento, pero lleva toda la razón Moreno. ¡Ya está bien!

NEGRO

Luego pone el acento en que en España todo dios paga en negro, desde el jardinero al fontanero. Sólo un pero: no todos, yo entre ellos.

Pero la denuncia está justificada. ¿Acaso no ven los comportamientos de Bárcenas, Pepiño, Urdangarín, etc, etc, etc...?

En Alemania, por ejemplo, Von Guttemberg, ministro de Defensa y delfín de la canciller tuvo que dimitir y perder su carrera política porque había plagiado unos folios de su tesis doctoral. O también la misma amiga de Angela Merkel, ministra de Educación, que tuvo que seguir el mismo camino por la misma falta, ojo, no delito.

¿Puede sorprender que una persona que conoce los dos países ponga el grito en Der Spigel? Desde mi modesto punto de vista NO.

Esto que ha descrito con escándalo Juan Moreno se oye todos los días en cualquier café de España. Entonces, ¿a qué viene tanto rasgarse las vestiduras?

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