DUBAI.- El ex presidente tunecino Zine al Abidine Ben Alí se encuentra en estado grave en un hospital de Arabia Saudí, país al que huyó el pasado 14 de enero tras ser derrocado en una revuelta popular en su país, según ha informado este jueves una fuente oficial saudí.
"Se encuentra en estado grave", ha indicado la fuente, que pidió no ser identificada. Ben Alí se trasladó a la ciudad de Yedá, en el mar Rojo, tras abandonar el país.
Ayer el periodista francés Nicolas Beau, especialista en temas de Túnez, había asegurado en su blog que Ben Alí ha sufrido un derrame cerebral en su exilio de Arabia Saudí.
El periodista, que cita "fuentes de plena seguridad" en Túnez, indicaba en su artículo que Ben Alí fue trasladado de urgencia a un hospital de Yedá. Según Beau, Ben Alí se encuentra ingresado bajo una identidad falsa en un recinto reservado a los príncipes saudíes y su estado de salud es "muy preocupante", hasta el punto que podría encontrarse en estado de coma.
El ex presidente tunecino, de 74 años, abandonó Túnez el pasado 14 de enero, después de más de dos décadas en el poder, por las protestas antigubernamentales que se prolongaban desde diciembre. Desde su partida, se encuentra exiliado en Arabia Saudí y aún no ha realizado declaraciones públicas.
Ejército egipcio, al margen
El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas ha anunciado que no presentará ningún candidato a las próximas elecciones presidenciales, que están previstas para dentro de seis meses, una vez se hayan aprobado las reformas constitucionales, según ha informado el diario egipcio 'Al Ahram'.
El anuncio del órgano militar que dirige el país árabe implica que Egipto por primera vez en su historia tendrá tras los comicios un jefe de Estado civil.
Mientras tanto, los grupos de activistas que consiguieron movilizar a la población para forzar la renuncia del presidente del país, Hosni Mubarak, el pasado 11 de febrero han convocado para este viernes una manifestación bautizada como "la marcha del millón de hombres", para conmemorar el éxito de la revolución social y garantizar su continuidad hasta que se alcance la democracia.
La manifestación tendrá lugar en la plaza de Tahrir, el epicentro de las manifestaciones que consiguieron poner en jaque a Mubarak tras 18 días. Los activistas se han organizado en un nuevo colectivo, la Coalición de la Revolución de la Juventud (RCJ), que integra a los movimientos 6 de Abril y Libertad y Justicia y a las juventudes de los Hermanos Musulmanes, del Partido Frente Democrático, del movimiento de apoyo a ElBaradei y de la Asamblea Nacional por el Cambio.
El miembro de la RCJ Jaled Abdel Hamid ha anunciado que las manifestaciones continuarán cada viernes en la céntrica plaza cairota hasta que se cumplan todas las exigencias de los manifestantes y ha explicado que las huelgas laborales que está sufriendo el país tienen el objetivo de mantener viva la revolución hasta que logre sus objetivos.
El activista de izquierda y miembro de los Socialistas Revolucionarios Mohamed Waked ha subrayado la importancia de mantener las huelgas y continuar con las manifestaciones. "Las protestas laborales son poderosas porque el Gobierno no puede comprarlas ni oprimirlas. Así que habrá más protestas y aumentará y se extenderán de una empresa a otra y a diferentes sectores", ha afirmado Waked, que ha advertido de que el efecto de las movilizaciones "ahora es económico pero será político pronto".
Tras la caída de Mubarak, los activistas sindicales han estado muy atareados creando un nuevo sindicato independiente que sustituya al actual sindicato progubernamental. Las huelgas, en este contexto, se han extendido en casi todos los sectores, tanto públicos como privados.
El famoso bloguero egipcio Alaa Abdel Fatah ha sido el encargado de coordinar las reuniones de la recientemente constituida 'Coalición de Profesionales', que incluye a organizaciones como Doctores sin Fronteras, el movimiento de profesores universitarios 9 de Marzo y a los profesionales del cine, entre otros colectivos.
"La mayoría de estos movimientos no trabajan juntos pero, cuando ves los documentos y exigencias que tienen, puedes observar un consenso en ciertas cosas como la inmediata liberación de los presos políticos, la cancelación del estado de emergencia y un gobierno de unidad nacional tecnócrata durante al menos nueve meses o un año hasta que se puedan celebrar unas elecciones apropiadamente.
Entre otras iniciativas puestas en marcha por activista destaca la formación de un nuevo partido de izquierda. "Esto tenía que hacerse porque, a veces, en Tahrir podías ver a muchos izquierdistas que no querían unirse al partido legalizado Tagammu. También es muy importante tener una voz de izquierda frente al fuerte liberalismo y el islamismo que surge", ha explicado Elham Aidarous, futuro miembro del partido de izquierdas aún por constituir.
Los activistas también han formado comités locales para proteger la revolcuión en los barrios cairotas de Maadi, Helwan y Boulak con el objetivo de realizar campañas de concienciación en las comunidades que hagan pervivir el espíritu de la revolución y garanticen que se cumplen sus demandas.
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