Durante su intervención en el Fórum Europa, Mezouar instó a los inversores españoles a aprovechar las nuevas facilidades que va a dar Marruecos en el sector inmobiliario donde ha anunciado una licitación sobre 4.000 hectáreas para construir viviendas que facilitará un precio del suelo "muy bajo".
En esta línea, defendió que las constructoras españolas tienen "una oportunidad" en el sector inmobiliario marroquí debido a la crisis por las que atraviesa la construcción de viviendas en España. Además, animó a los empresarios españoles a invertir en varias industrias como la del automóvil, la alimentación o la logística.
Respecto al sector de las energías renovables, apuntó que, además de la inversión pública de 15.000 millones de dólares, buscan aportaciones de empresas privadas. "En este momento que las empresas españolas buscan alternativas de inversión y crecimiento, España debe tener esto en cuenta", agregó.
En este sentido, destacó que la inversión española actual en Marruecos está "diversificada" en sectores como la industria, el comercio, los servicios, la obra pública o el turismo. Además, ya se han comenzado a realizar inversiones en el sector inmobiliario y cada vez hay más interés en las energías renovables, donde confirmó que está prevista una ley que garantice el diferencial entre el coste económico y el precio de venta.
Asimismo, Mezouar recalcó que Marruecos es "un país en desarrollo" que tiene "una visión estratégica y una visibilidad que ofrece alternativas al inversor español". Además, mostró su satisfacción por el hecho que las inversiones ya no sólo provengan de grandes empresas españolas, sino también de las pymes.
Preguntado por si el Gobierno marroquí tiene previsto modernizar los códigos de inversión para dar más seguridad a los inversores extranjeros, especialmente en lo relativo a la fiscalidad, Mezouar defendió que la ley fiscal es "muy clara y está muy bien estructurada", y resaltó que desde hace dos años el Ejecutivo marroquí está tomando medidas dirigidas a reducir la presión fiscal, abrir la contribución fiscal a todas las actividades de la economía y adaptarla a la situación actual.
Por otra parte, recalcó el futuro económico de Marruecos pasa por una relación estratégica entre el país y España que, a pesar de "las turbulencias que pueden existir y existen", tiene que avanzar para que sea "sólida y fuerte". Así, agregó que España es "el segundo partner" de Marruecos, posición que debería "consolidarse y fortalecerse".
En este sentido, instó a ambos países a aprender el uno del otro y a aprovechar las ventajas que cada uno ofrece. Mezouar añadió además que Marruecos "no quiere ser un problema para Europa", ya que es consciente de que su futuro depende de ella.
Mezouar recalcó que los inversores y exportadores se han dado cuenta que Marruecos "no es como pensaban" aunque reconoció que aún persisten déficits económicos, pero sobre todo sociales, en los que el Gobierno marroquí ya está trabajando".
Por otra parte, Mezouar destacó la transformación política que ha experimentado el país en los últimos diez años, lo que le ha permitido superar algunos de los déficits económicos y sociales con los que empezó en siglo. Así, subrayó que Marruecos lo ha logrado "con sus propios medios", pero también con la ayuda de España y la Unión Europea.
En este sentido, remarcó que el crecimiento de la economía supera actualmente el 5%, la inflación es inferior al 2%, el déficit por cuenta corriente cerrará 2009 en el 4% y la deuda pública bajó hasta el 48% en 2008. De cara a 2010, "un año difícil" según Mezouar, el Ejecutivo va a seguir manteniendo la inversión pública, que ha crecido un 20% en 2009.
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