jueves, 26 de octubre de 2023

Vuelven a prisión los dos acusados de adoctrinar a jóvenes para convertirlos en yihadistas desde Melilla


 MADRID.- El juez de la Audiencia Nacional Joaquín Gadea ha enviado hoy a prisión provisional a los dos detenidos esta semana en Melilla y Madrid, Mustafá Maya Amaya y Deniz Ibryam Redzhen, por adoctrinar presuntamente a jóvenes y reincidir en los postulados yihadistas tras ser condenados hace años por pertenencia o integración en organización terrorista.

La Policía Nacional desplegó el lunes una operación contra el terrorismo yihadista que culminó en el arresto de dos hombres condenados por terrorismo, que estuvo encuadrado en la autodenominada “Brigada Al Andalus”, quienes se encontraban en libertad tras haber cumplir sendas condenas de ocho años de cárcel.

Tras pasar este jueves a disposición judicial por videoconferencia, el magistrado Joaquín Gadea ha decretado para ellos prisión provisional comunicada y sin fianza “por un presunto delito de terrorismo yihadista”.

Ambos están investigados por su presunta participación en labores de adoctrinamiento metodológico, principalmente en jóvenes, utilizando aplicaciones de mensajería, según informa la Dirección General de la Policía, que destaca en un comunicado la continuidad de los dos detenidos “en los postulados yihadistas”.

Tras ser excarcelados, los arrestados habrían retomado sus contactos con personas afines a la yihad para realizar “acciones violentas de manera conjunta o individual” y habrían publicado en redes material yihadista explícito, proveniente del aparato propagandístico de las organizaciones yihadistas.

Maya Amaya, un melillense converso de origen belga, salió en libertad el 11 de marzo de 2022, tras cumplir la condena de ocho años que le impuso la Audiencia Nacional por pertenencia a organización terrorista en calidad de promotor después de llegar a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía por el que confesó que ayudó a enviar combatientes a Siria, Libia o Mali para “hacer la yihad”.

Junto a él fueron condenadas cinco personas por integrar o colaborar con una red dedicada a reclutar combatientes, que tenía ramificaciones en países como Marruecos, Bélgica, Francia, Túnez o Turquía, considerada por la Audiencia “una de las mayores redes de captación y envío de radicales para su incorporación a organizaciones terroristas de corte yihadista”, que realizó “una incesante labor” desde 2012 “nutriendo a otras organizaciones” como el Estado Islámico o Jabhat Al Nusra.

Deniz Ibryam Redzhen, por su parte, también fue detenido en 2014 y, tres años más tarde, el Tribunal Supremo confirmó su condena a ocho años de prisión por integración en organización terrorista.

Fue juzgado junto a otros integrantes de la autodenominada Brigada Al Andalus, localizada e Madrid y que dirigía el expreso de Guantánamo. Lahcen Ikassrien, dedicada a labores de captación y adoctrinamiento de yihadistas.

Tras la comparecencia de ambos este jueves, la Fiscalía ha solicitado para ambos prisión provisional al considerar que podrían haber incurrido en los delitos de enaltecimiento, autoadoctrinamiento, adoctrinamiento sobre terceros y autocapacitación, todos ellos con fines terroristas.

Los motivos que ha alegado el fiscal para justificar su petición riesgo de fuga, ocultación de fuentes de prueba y riesgo de comisión de otros hechos delictivos, han informado fuentes jurídicas.

Objetivos judios en su punto de mira

Mustafá Maya, calificado por la Policía Nacional como “el mayor reclutador yihadista de Europa”, volvió a las andadas tras pasar ocho años en prisión. Tras ser excarcelado, retomó sus contactos con personas afines a la yihad con el objetivo de realizar acciones violentas. 

Antes de que fuese detenido de nuevo el pasado lunes por agentes de la lucha antiterrorista, Maya se valió de sus redes sociales para publicar material yihadista explícito. 

Y en un contexto de escalada de tensión en Oriente Medio, el histórico yihadista hizo un llamamiento para acabar con la vida de los judíos, según explican a La Vanguardia fuentes próximas a la investigación.

Maya, un melillense converso de origen belga y apostado en una silla de ruedas, fue arrestado el lunes por agentes de la Comisaría General de Información. Tan sólo un año y medio después de salir en libertad, el 11 de marzo de 2022, tras cumplir condena por liderar una célula dedicada a reclutar y enviar combatientes a territorios en conflicto para enrolarse en organizaciones terroristas como Estado Islámico o Al Qaeda. 

 La red tenía ramificaciones en Marruecos, Bélgica, Francia, Túnez, Turquía, Libia, Mali, Indonesia y Siria, entre otros países, siendo el ahora nuevamente detenido el máximo responsable de esta red.

Maya tenía un plan que pasaba por usar las redes sociales para enviar el máximo número de mensajes radicales, llegando a crear grupos y canales específicos de carácter terrorista. Maya, según las mismas fuentes policiales, se ha dedicado durante este último tiempo a crear y editar contenido yihadista.

El análisis preeliminar que han hecho los agentes de la Comisaría General de Información de su perfil en Facebook, han constatado que estaba utilizando como metodología el envío de mensajes de manera sistemática a un grupo de personas que había seleccionado previamente con la finalidad de iniciar una relación con ellos.

Los expertos en la lucha antiterrorista han encontrado entre multitud de mensajes con alto contenido violento algunos llamamientos para acabar con la vida de judíos. 

Estos mensajes tienen una relevancia especial dado que se producen en un momento en el que la escalada de tensión en la Franja de Gaza está provocando la llamada a la “yihad global” por parte de organizaciones terrorista como respuesta a la actuación de Israel. 

La Policía también ha encontrado entre el material de uno de los móviles que le incautaron a Maya un discurso de uno de los líderes de Al-Qaeda relacionado con la victoria de los musulmanes. 

El segundo detenido el pasado lunes en Fuenlabrada (Madrid), Deniz Ibryam, también es reincidente. En 2014 fue detenido en el marco de una operación antiterrorista que se saldó con nueve detenidos relacionados con la autodenominaba “Brigada Al-Andalus”, la cual financiaba, captaba, adoctrinaba y enviaba combatientes para su integración en DAESH. 

Varios de sus miembros fallecieron combatiendo en Siria e Irak contra las fuerzas de la coalición en la filas de la citada organización terrorista.

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