MADRID.- España aspira a convertirse en el primer socio comercial de Marruecos y ve factible conseguir este objetivo en un futuro próximo, lo que supondría desbancar a Francia en este plano, aunque el país vecino seguiría siendo el primer inversor en el reino alauí, señalan fuentes diplomáticas.
La ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Trinidad Jiménez, ha recordado este viernes que España es el segundo cliente, proveedor e inversor de Marruecos y quiere convertirse "en ese primer país en la intensidad de la relación económica".
La balanza comercial entre ambos países arroja en la actualidad un saldo favorable para España. Tras un mal 2009 en que los intercambios comerciales descendieron hasta los 5.400 millones de euros, el año pasado recuperaron la senda de ejercicios anteriores al alcanzar los 6.200 millones de euros, tendencia que España pretende consolidar en 2011.
En la presentación de los ministros marroquíes de Economía y Finanzas, Economía y Finanzas, Salaheddine Mezouar, y Asuntos Económicos y Generales, Nizar Baraka, en un desayuno informativo, Jiménez ha considerado que se abren oportunidades de negocio para las empresas españolas en los campos de las energías renovables, el turismo, las industrias agroalimentarias y la pesca, junto con las infraestructuras.
La mayoría de las compañías presentes en Marruecos son pymes, después de que las grandes empresas hayan reducido su presencia en el país vecino tras algunos litigios por los que tuvieron que pagar elevadas multas.
"Queremos que las grandes empresas sigan interesándose por Marruecos, como ya lo están haciendo muchas pequeñas y medianas empresas, que ya están presentes" en el reino alauí, ha dicho la ministra.
En su intervención, el ministro Baraka ha enumerado los puntos fuertes que presenta Marruecos en el plano económico. Ha destacado que el país está creciendo a un ritmo de un 5 por ciento al año y tiene acuerdos de libre cambio con 70 países, de modo que aquel que invierta en Marruecos podrá exportar a un mercado de 1.000 millones de consumidores.
Ha indicado que el país se ha marcado como objetivo que el 42 por ciento de su electricidad proceda de energías renovables (eólica y solar) en 2020, frente al 4 por ciento actual.
Marruecos también se ha propuesto aumentar en 400 el número de kilómetros de autopistas de aquí a 2015 y unir Tánger con Casablanca con un tren de alta velocidad que estará operativo en el mismo año, aunque este proyecto ya se lo ha adjudicado Francia.
Baraka también ha destacado el acuerdo con los sindicatos alcanzado recientemente que garantizará la paz social los próximos "tres años".
El ministro también ha destacado el proceso de reformas democráticas en el que está inmerso el país sin que, en su opinión, haya un riesgo de inestabilidad y ha considerado que si se habla de primavera árabe para referirse a la ola de cambios en el norte de Africa y Oriente Medio, debería hablarse de "verano" en el caso de Marruecos, por las reformas emprendidas hace años.
Su compañero Salaheddine Mezouar ha subrayado que el plan de descentralización que prepara el reino podría aumentar la tasa de crecimiento del país en uno o dos puntos.
Los dos ministros marroquíes han visitado España como parte de una amplia delegación del Gobierno de su país que busca demostrar que en Marruecos sigue y seguirá existiendo un clima propicio para las inversiones, a pesar de las protestas ciudadanas registradas en el país en demanda de más democracia y libertad.
Su desembarco en Madrid coincidió con el atentado perpetrado ayer contra un café del centro de Marrakech, que se saldó con la muerte de 15 personas, en su mayoría extranjeros.
La delegación, que visitó recientemente Francia, tiene previsto desplazarse en un futuro a Italia y EEUU.
Durante su estancia en España han sido recibidos por el Rey, la vicepresidenta económica, Elena Salgado, y los titulares de Industria, Miguel Sebastián, y Exteriores, Trinidad Jiménez, y se han reunido con empresarios españoles.
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