domingo, 21 de marzo de 2010

Hasta aquí hemos llegado / Pepe Fernández *

Una organización poderosa de presuntos delincuentes, incrustada desde arriba en las instituciones del Sistema, con la complacencia o complicidad de sus ocupantes, confirman el escándalo y calado político/social de la Operación Poniente. La Justicia se está empleando a fondo desde hace dos años largos porque, “hasta aquí podíamos llegar”.

“Cuando al final todo se sepa, se entenderá por qué nunca, en este caso, hubo posibilidades de marcha atrás en la investigación”, he oído decir en fuentes conocedoras del caso, cuando en El Ejido hablaban de “archivo” y amenazaban a opositores.

En el Parlamento, ya se han pedido esta semana comisiones de investigación y, poco a poco, se va levantando un nada casual bloqueo informativo, para que la opinión pública conozca solo parte de “la verdad”. Las otras verdades que vengan de camino, permanecen ocultas, merced a un férreo control del secreto de las actuaciones. Dicen que ya van cerca de 40 los imputados en la Causa, con cuatro presos, no descartándose que la nómina se pueda ampliar de forma muy notable “y con sorpresas” mientras crece el volumen del sumario, por los folios aportados.

El primer efecto que ha conseguido el conocimiento, por la opinión publica andaluza, de parte del sumario de la Operación Poniente, es que la inmensa mayoría sienta una enorme vergüenza, asco y náuseas como ciudadanos libres en un Estado de Derecho. Todo ello, junto una profunda tristeza, al comprobar como dejamos de pelear por la democracia, debilitándose lentamente por muchas y diversas amenazas, siendo la corrupción institucionalizada la que más daño está haciendo a nuestro Sistema de gobierno y convivencia.

En este nuevo caso destapado en Almería, la debilidad constitucional llega a extremos anoréxicos cuando aparecen in situ, danzando como “primadonnas”, artistas invitados, desde un Sr Fiscal de la Audiencia de Almería, a dos consejeros de la Junta de Andalucía, juntos o revueltos, de la manera más incomprensible, relacionándose con una banda de presuntos delincuentes económicos, políticos y sociales. ¿Y sin darse cuenta del percal?. ¿O algunos sí se daban cuenta porque sacaban rédito político?

Sin olvidar que también aparecen abogados, (algunos del Estado), catedráticos, jueces tocables e intocables, periodistas trincones - y no trincones- , funcionarios corrompidos o a punto de, cargos públicos prevaricando, funcionarios de banca al servicio exclusivo de la trama, bordeando las leyes tributarias. Por no hablar del punto exótico internacional, con inesperadas inversiones en paraísos caribeños cuando aquí decían que no podían pagar las nóminas de los trabajadores de las subcontratas de Elsur.

Hasta aparece un ex ministro socialista de Interior, Pepe Barrionuevo, al que se le lee/oye comprometiéndose a labores de intermediación directa ante Isidoro Álvarez, presidente de El Corte Inglés, con el objeto de conseguir la obra de los mármoles de la fachada de la nueva tienda ejidense para Tino Consentino. Obra que, finalmente, no le adjudicaron.

Recuérdese que sobre los imputados pesan las más graves acusaciones del Código Penal. Y, al tiempo que estalla el sumario y la primavera, se empieza a detectar la recuperación de una sensación que parecía olvidada para mucha gente, la de confiar en la acción de la Justicia, al menos en los funcionarios que han llevado (y llevan) esta investigación en Andalucía, en la trastienda de la Sala de máquinas del Poder.

-Un tsunami desde el Mar de Alborán.

Sin exageración, el tsunami político judicial que se detectó a mediados de la década por el Mar de Alborán, camino de las costas de la antigua Portus Magnum, amenazaba en 2006 con dejar el Sistema como un erial, intuyéndose ya entonces un compendio de maldades y debilidades humanas con las que haría maravillas el recordado y admirado maestro, Manolo Vázquez Montalbán.

El mundo no está en peligro por las malas personas, sino por aquellas que permiten la maldad, dejó dicho Einstein, adelantándose a lo que estamos empezando a adivinar en este cuento de terror. Una historia protagonizada por un monstruo bicéfalo, que ha nacido y crecido al amparo de ambiciones políticas partidistas y personales, en lucha por el poder y el dinero durante una larga y trculenta década.

Tranquiliza, por tanto, confirmar que no estamos ante un ajuste de cuentas entre partidos. Por eso están prudentes, excepto los de IU. Estamos ante la actuación de los poderes del Estado, independientes, para defender a la sociedad de la delincuencia organizada. Y quien quiera ver conspiraciones, señal de que algo tiene que ocultar.

Sirvan tan solo unos ejemplos sacados a voleo de la lectura de cuanto se ha publicado, situaciones que dan idea de qué estamos hablando. Convendrá recordar una obviedad: las personas citadas en las charlas, por el hecho de ser mencionadas, no significa necesariamente que responda a la realidad los hechos que se le atribuyen. Eso ya se verá al final del proceso.

En las conversaciones grabadas por orden judicial, solo a cuatro, de los imputados en la Operación Poniente, aparecen situaciones tan inquietantes, desde el punto de vista político, como las que se describen a continuación.

-Una filtración que, Martín Soler, creía periodística.

El Secretario General del PSOE en Almería, Diego Asensio, alerta, casi cuatro meses antes al cerebro de la trama, Pepe Alemán, de que va a ser detenido en octubre por la Justicia, como así sucedió. Aquel aviso, según conversaciones posteriores, le supusieron una bronca a "Dieguito" ante sus superiores Martín y Luis Pizarro, del propio Juan Enciso, por encargo de Alemán, molesto con los rumores circulantes sobre “supuestas” pesquisas de la Fiscalía.

Eso sucede en un almuerzo celebrado en Sevilla, a principios de septiembre, junto al Parlamento, organizado por Alemán y Diego Asensio y al que acuden Soler, Enciso y Pizarro para planificar el curso político. Por otro lado, una indiscreción del delegado del Gobierno de la Junta, Miguel Corpas, en un reservado del Restaurante Sevilla, ante Soler y una docena larga de comensales abortó la fecha elegida para la primera intervención judicial, poniendo en riesgo de fuga, en esos cruciales momentos, a alguno de los observados.

Además del periodista que suscribe, que tomaba un puntual café, invitado por Soler que había ese día inaugurado el PITA, oyó la indiscreción de Corpas el doctor Gómez Angulo quien, llamaría después a Alemán poniéndole al corriente de todo. La conversación estaba siendo grabada y, de inmediato, se cambiaron los planes de intervención policial.

Martín Soler llegó a creer que la indiscreción había sido del periodista, llegando a preguntármelo en tono molesto y casi acusatorio. Hoy sabe que no. Fue su amigo y confidente Gomez Angulo. Fue cuando se activó, para engañarles, la “operación archivo”, operación exitosa como se comprueba en las conversaciones liberadas del sumario.

- El cerebro: un pequeño marajá del Poniente.

Se evidencia también de que todos los observados disfrutaban de una enorme sensación de impunidad, eran pequeños amos del universo y se sentían bastante seguros. Para ellos, todo permanecía bajo control y no parecen existir barreras que frenen sus actividades diarias centradas, fundamentalmente, en el manejo de dinero. Y en el caso de Pepe Alemán, quemando la exclusiva tarjeta “Centauro”– con un millón de euros de límite- en lujos asiáticos, propios del Marajá de Kapurtala. De los diez mejores restoranes del mundo, Alemán confiesa que había estado solo en tres.

Pocos problemas de los ejidenses aparecen en las ocupaciones telefónicas observadas, salvo aquellos negocios y empresas municipales que generasen dinero y presuntas comisiones para sus intereses como Interventor o como particular hombre de negocios.

Pero desde luego queda constatada eficazmente la “doctrina politica Martín” y su sociedad de intereses con Enciso, Añez y Alemán. Política que, desde hace seis años, ante los ojos de todos los almerienses, ha alimentado el nido, el huevo y a la propia serpiente de dos cabezas que llega desbocada ante la Juez Peña Martínez y “el indomable” fiscal del caso. El mismo fiscal al que Alemán llegó a investigar el año pasado, para saber si estaba en la nómina del PP, todo a cuenta de una coincidencia de apellidos. Hilaban fino.

Se ha sabido que el consejero de Innovación mantenía un fluido y permanente contacto con el clan, a través del ex Senador del PP y ex amigo de Javier Arenas, Jose Manuel Gómez Angulo, también a través de sus correligionarios Diego Asensio y Juan Antonio Segura Vizcaíno. Y que, además de la fluidez en la información, los contactos personales y lúdicos fueron una constante a lo largo de los meses con los teléfonos de Enciso y Alemán observados por policias de la Fiscalía de Granada. Se habla de la Feria de Sevilla, de la de Almería, de la de Málaga, de numerosos encuentros, también en Madrid y otros sitios.

De algunas de estas festivas o protocolarias reuniones ha sido partícipe, además del titular de Innovación, Luis Pizarro, consejero de Gobernación, a la sazón vicesecretario general del PSOE-A, amigo y promotor de Martín Soler en su ambiciosa carrera presidencial.

(Por cierto, he sabido estos días que en 2005, “alguien”, que también pretendía la silla de Chaves en 2013 como Martín Soler, dejó en manos de “El Mundo de Almería” una simple tarjeta de visita. “Yo no te la he dado, te la has encontrado por la calle”, escuchó uno de los editores del periódico. Era de la apoderada de Telvent - Abengoa-, Paula Chaves Iborra, empresa a la que con anterioridad, Martín Soler, había denunciado ante la Fiscalía Anticorrupción por la adjudicación de la Ciudad Digital de Almería, de la que gente del PP habría cobrado comisión, según Soler).

-Acoso al Secretario del Ayuntamiento.

Aparecen diálogos casi constantes para hablar de pactos, ferias, juergas, almuerzos, conspiraciones o bacanales en las mesas redondas de la política de cinco tenedores, contra todo y contra todos. Especialmente contra los que enturbiasen este particular régimen de ambiciones almerienses, con sus miserias y sus pocas grandezas. Se visualiza el acoso a un secretario General del Ayuntamiento, “hacerle la vida imposible”.

Se ordena descabalgar a un chaval que ha ganado en buena lid una plaza de funcionario, por oposición, para meter a un recomendado, siendo el enchufismo una constante, con numerosos casos que aparecen mencionados.

Ellos eran la Ley y el orden, también una exclusiva oficina de empleo, nada se movía en el pueblo sin su control. Una concejala colaborando para que no prospere una denuncia del Seprona contra un particular amigo del alcalde, etc, etc, etc.

Un puñado numeroso de gente en El Ejido puede dar fe de la crueldad y la dureza que estos personajes llegaban a emplear contra sus enemigos. No tenían piedad ni con los suyos, que le pregunten al empresario Pepe Amate, actualmente en la cárcel, el mismo que Enciso piropeaba cada vez que inauguraba una sede del PAL y al que echaron a la basura cuando ya no les fue de utilidad y el entramado se venía abajo.

- También los medios de comunicación y los periodistas.

Los periodistas, los medios, también hemos sido objeto y objetivo de los personajes del clan. Yo mismo, me entero por el sumario que en enero iban a intentar sobornarme por segunda vez, situando la primera en verano de 2008. Esta vez la fecha la puse yo, al estar convencido de que no verían las cabalgatas de Reyes de 2010 en las calles de El Ejido o París.

Ha aparecido el vicepresidente de la diputación repartiendose con Alemán un millón de euros para publicidad institucional en sus respectivos medios afines. Hemos visto como uno que iba de “editor” de un periódico, es en realidad un empleado de Alemán y su primer asesor en materia de corre ve y dile.

Hemos leído como el alcalde ordenaba lo que tenía que radiarse en su emisora municipal, para atacar a políticos opositores y a los periodistas “sicarios y a sueldo del PP”. Hemos sabido que un periódico provincial habría obtenido 600 mil euros de inversión publicitaria de la consejeria de Agricultura “gracias a Martín”, que debió dejar en barbecho las arcas publicitarias a doña Clara Aguilera. Pero no solo dejó la caja de la publicidad de la consejería vacía, según se atribuye a un funcionario de Agricultura, Martín Soler dejó, además, dejó algún “regalito” que otro, uno de ellos definido en las conversaciones como “un braguetazo bien dado”.

O cuando vemos entrar en acción a un concejal de Almería del PP, mostrándose en sus conversaciones con menos vergüenza que un gato en matanza. Aparece en la escena Francisco (Paquito) Amicián compartiendo estrategias con el adversario, sin permiso del presidente del partido, Gabriel Amat, descojonándose y descalificando a sus compañeros del PP de El Ejido a los que califica como “tontos”, dando la impresión, en definitiva, que es más de ellos que del PP.

Todo ello sugiere que la trama ha manejado también a gente del PP y ellos ya explicarán por qué y como, si se les pregunta en serio. Lo que está por ver es a cuantos más, después de aparecer citados un senador y un miembro de la Mesa del Parlamento de Andalucía como personas del PP, en sorprendente contacto con la trama y, desde luego, también contaminados políticamente como Soler, Asensio y Vizcaíno.

El rosario de situaciones que se confirman en el sumario levantado es extenso, pero mucho más extenso es el que se intuye, el que no parece porque sigue secreto. A veces hay que dejar volar la imaginación, como cuando aparecen unas conversaciones sin sentido, muy breves, referidas a la fauna domestica y encantadores animales de compañía. O cuando se interpreta que a un presidente de una Caja andaluza, se le quiere dar gato por liebre. !Miau¡

Pero ya es suficiente. El presidente Griñán, me consta, ya sabe que los periodistas no hemos exagerado en este asunto. La trama ha tocado partes muy sensibles de nuestro Sistema de convivencia y, hasta aquí hemos llegado, ¿verdad Sr Presidente?. Un dato final: solo han visto la luz ocho mil de los sesenta mil folios por los que va la Causa en estos días.

(*) Periodista y director regional de Onda Cero en Andalucía

1 comentario:

  1. La caida ejemplar de un consejero, más falto de principios morales que de ansias de poder y cargos, nos devuelve, un poco, la confianza en el Estado de Derecho. Solo faltó que Griñán se quitara otro oscuro personaje de su gobierno, como lo es Luis Pizarro.

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